sábado, 6 de abril de 2013

Hace dos años Nicolás Arévalo murió envenenado con Endosulfan, un insecticida utilizado en el agro argentino y prohibido a nivel mundial



El día 4 de abril se cumplieron dos años de la trágica muerte de Nicolás Arévalo de 4 años. Desde el primer momento los familiares denunciaron que se trató de un caso de contaminación por productos provenientes de la tomatera vecina a la casa del niño. Más tarde tanto la autopsia como las pericias confirmarían la versión de la familia.
Nicholas Arévalo murió envenenado con Endosulfan, un insecticida comúnmente utilizado en el agro argentino y que paradójicamente se encuentra prohibido a nivel mundial por el Convenio de Estocolmo sobre los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs), desde el mismo mes en que falleció el niño. De todas formas y por criterio del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) en la Argentina se permitió seguir utilizándolo hasta su eliminación progresiva.
El Endosulfan es un producto organoclorado, que según la clasificación del SENASA corresponde, en forma preponderante, a la Clase Ib -producto muy peligroso-, identificándose con a una banda de color rojo y la leyenda de “tóxico” en blanco.

Pero más allá de este producto, en mayo de 2012 falleció otro niño, José Carlos Rivero con un cuadro de internación similar y por contaminación con otro agrotóxico, un organofosforado.
Hoy a dos años de la tragedia, lejos de olvidar las familias afectadas exigen justicia y el fin de las fumigaciones.
Con respecto a las responsabilidades penales se ha avanzado en las causas gracias a las abundantes pruebas que vinculan las muertes con las fumigaciones, y por el idóneo trabajo del Dr. Julián Segovia, quien desde la Fundación Infancia Robada (que preside la Hermana Marta Pelloni) realiza el patrocinio legal a las familias de los niños asesinados.
Tal es así que el ingeniero Prieto, presunto asesino de Nicolás Arévalo, se encuentra procesado por "homicidio culposo agravado y lesiones graves". En el caso de las lesiones se debe a la contaminación que sufriera la prima de Nicolás, Celeste Arévalo, quien si bien sobrevivió, a dos años del hecho aún no tiene el alta médica y continua su tratamiento ambulatorio en el Hospital Garrahan.
Desde Guardianes del Iberá lamentamos que a pesar de las movilizaciones y reclamos públicos realizados no se haya tomado ninguna medida desde el Gobierno Provincial para evitar nuevos decesos y para atender a la salud de la población afectada.
Las fumigaciones continúan y por información de los pobladores notamos que se siguen utilizando los mismos productos en la mayoría de las producciones.
Es cierto que por iniciativa municipal se inauguro un centro de acopio y tratado de los envases de descarte de los productos tóxicos, pero entendemos que es la nada misma mientras se siga fumigando con productos altamente contaminantes y persistentes.
Por otra parte desde Guardianes del Iberá informamos que se tomaran los días 12 de Mayo (Aniversario del Asesinato de José Carlos Rivero) y el 19 de Agosto (Aniversario del Nacimiento de Nicolás Arevalo) como jornadas de lucha contra las fumigaciones y por justicia para los niños.
Además las familias (que a su vez conforman el Grupo Ecologista "Alma Fuerte") participarán de la movilización de apertura del Encuentro Socio-Ambiental Nacional de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UACs) que tendrá lugar en Corrientes Capital el 21 de Junio y del que se informarán detalles oportunamente.

Josefina Arévalo - Grupo Ecologista "Alma Fuerte" de Lavalle - Familiar de los niños contaminados - Cel.: 03777 523290
Dr. Julián Segovia - Fundación Infancia Robada - Abogado de las Familias de Lavalle - Cel: 03777 588197
Emilio Spataro - Organización Ecologista Guardianes del Iberá - Email: coordinador@salvemosalibera.org - Cel.: 0379 4 223847 - www.guardianesdelibera.org


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