martes, 30 de noviembre de 2010

La mancha humana, según Roth/Benton

The Human Stain (La mancha humana) es una novela que el norteamericano Philip Roth publicó sobre el final del siglo pasado y cuya traducción distribuyó la editorial Alfaguara en el 2001. Es un relato ambicioso que, a través de la vida y muerte de su personaje central, se las arregla para trazar un  moralmente amargo panorama de los Estados Unidos de las últimas décadas. El personaje en cuestión se llama Coleman Silk, un negro que -por esas cosas de la genética- no es muy negro y su apariencia blanca la va a permitir conseguirse un par de mujeres de ese color y algunas ventajas sociales, tanto en la Armada como en los estudios superiores; a tal punto que en determinado momento termina por meter la crucecita de “White” en uno de los formularios que le hacen llenar y desde entonces se olvida de su madre y sus hermanos, ellos sí definitivamente negros.


Se convierte más tarde en un prestigioso profesor universitario a quien -sorpresas te de la vida- en cierto momento sus colegas acusan de racista precipitando la muerte de su mujer y la huída del hombre hacia algún lugar donde pueda refugiarse de la estupidez. Allí seguirás sus días como docente y sin buscarlo mucho una lluviosa mañana se topará con una mujer joven, cuya suerte está signada por la tragedia de haber perdido a sus dos hijos en un accidente y la sombra de su ex marido que la persigue como una enfermedad. La mujer que tiene tres trabajos, porque, según afirma, “la acción impide el pensamiento”, de alguna manera sacudirá el último tramo de la existencia de un Silk ahora adorador del viagra, antes de que se precipite la anunciada tragedia final mientras de fondo se escuchan las discusiones de café y los cuchicheos con que la gente sigue el entuerto Clinton/Lewitsky…


En el 2003 Robert Benton dirigió la versión cinematográfica de la historia. Anthony Hopkins se puso el traje de Silk, Nicole Kidman interpretó a la joven madre llamada Faunia que ha perdido a sus hijos, y Ed Harris le prestó el cuerpo a su ex esposo, Lester Fawley. La película es bastante literal y va mezclando con buen tono el ahora y el ayer de Silk, para que el destino vaya completando su figura. Gary Sinise interpreta al escritor que se hace amigo y confidente de Silk, e inspirado por él escribe la novela que lleva por nombre el que ya sabemos. Las apariciones de este novelista y sus acotaciones en off suman los momentos más flacos del filme, que, por lo demás es bastante aceptable. Cada tanto se lo encuentra en los canales de cable y en horarios inesperados.

Saquen una hoja...

(El que habla es un hombre de entre treinta y cuarenta años; está vestido más o menos formalmente, con un saco, aunque es visible que se trata de ropa de segunda calidad y muy usada. Se estira sobre la silla y enciende un cigarrillo, antes dejó sobre la mesa grande su portafolios de cuero marrón. Es un docente de escuela secundaria que cuenta una anécdota divertida para sus imaginarios colegas -que cada tanto se confunden con el público- durante un recreo en la sala de profesores.)

-Es varón, y los varones no se andan fijando en cosas como los útiles. ¿Quién podría tener tiempo para pensar en cosas como los útiles? De última, cada vez que necesita algo le pide a algún compañero, siempre hay alguno cerca y si el mangazo no recae sobre el mismo es difícil que le planten un “no” en la cara. Pero esta vez -yo doy Física, ¿saben, no?-, esta vez fui terminante, así que la astucia le indicó al pibe que por una vez más vale aflojar. Les dije: “El jueves ni bien yo llego ustedes sacan la hoja, yo primero dicto unas consignas, después paso los temas fotocopiados y se ponen a trabajar en silencio. Es la nota que cierra el año y conviene que aprovechen bien los ochenta minutos para resolver los problemas y revisar bien todo al final. Ah, y no quiero que ningún vivo empiece a pedir hojas a los gritos, ¿estamos? Cada uno se viene preparado con tres hojas de carpeta por lo menos, y listo...”.


Me imagino que fue entonces que el pibe –Vázquez, Sergio, ¿no?-, que está haciendo equilibrio con más de una materia entre diciembre y marzo, decidió que era prudente deponer algunos principios y le pidió a la madre que le trajera de vuelta del trabajo un block chico de Rivadavia número tres. Como que hay un dios que lo que más rabia le daba era tener que comprarlas ahora, cuando el año escolar ya casi terminó, pero, claro, seguro que calculó que el esfuerzo no era mucho si lo que está en juego son unas vacaciones más o menos largas y en paz.
Bueno, llega el jueves y a las nueve en punto entro al aula y lanzo como un locutor de noticiero las palabras previstas, y ahí nomás veo de costado cómo el chico manotea las hojas rayadas de su mochila descosida. Yo agarro las mías del portafolios (Ahora el tono se vuelve más lento y enfático.) y voy a empezar a dictar pero de golpe me paro porque lo ve a Vázquez, Sergio, todo sudado y con la mano en alto... Bajo la hoja, lo miro y con cara y tono de pocos amigos le pregunto: “¿Qué pasa, Vázquez?”, y el chico contesta, más que a mí hacia el aula: “¿Alguien tiene una lapicera de más?”.


Un episodio en la vida del pintor viajero, de César Aira

César Aira. Un episodio en la vida del pintor viajero. Rosario: Beatriz Viterbo, Colección “Ficciones”, 2003. 92 páginas.

En un corto ensayo titulado “La nueva escritura” César Aira ofreció una resumida biografía del género novela. Allí describe inicialmente el ciclo de constitución y afianzamiento de la llamada “novela profesional” (Honorato de Balzac, Charles Dickens, Leon Tolstoi...), verdaderos colosos que escribían a toda hora del día y dejaron para la posteridad y el placer de los lectores centenares de obras. Pero en el período inmediatamente posterior, explicaba Aira, la historia empieza a  trajinar cuesta arriba; escribir se convierte en un penoso esfuerzo, una enfermedad: Gustave Flaubert apenas puede con media docena de títulos; Marcel Proust escribe una sola e infinita novela que no alcanza a ver publicada en vida; James Joyce dos... En opinión de Aira las vanguardias estéticas irrumpen en las primeras décadas del siglo XX en auxilio de los artistas; empujan los vagones ayer nomás atascados hasta la cima y aceitan las ruedas para que, de allí en más, lo difícil vuelva a ser sencillo, vértigo, caída libre.
La facilidad, claro, pone en riesgo la existencia misma del escritor, puesto que quita la tarea de inventar ficciones de las manos de los “profesionales” y la devuelve al conjunto: cualquiera puede hacerlo (“La poesía debe ser hecha por todos, no por uno” reza la muy conocida frase del Conde de Lautremont que Aira cita como argumento). En este contexto se deben, en consecuencia, ubicar las varias decenas de novelas que Aira escribió desde su Moreira, de 1975, además de artículos y ensayos sobre Copi, Alejandra Pizarnik y un diccionario de autores latinoamericanos. Malicioso, un chiste de estudiantes de letras compara al escritor con el Litto Nebbia de comienzos de los ochenta.


Algunos especialistas -aunque sin mucha convicción y con cierta incomodidad, es verdad- indican que allí estaría el truco del escritor: en la muestra de una gozosa y exagerada capacidad de fabulación todoterreno que se regodea en la facilidad de la escritura y, de paso, burla las exigencias de excepcionalidad. Ahora bien, ¿esto es un valor? Si lo fuera, pues Nebbia al igual que otros muchos deberían realizar similar reclamo.
Un episodio en la vida del pintor viajero es un relato que se presenta con la forma de una biografía comentada, casi como las que acompañan los catálogos de las muestras de artes plásticas. Se trata, precisamente, de la vida de Johan Moritz Rugendas (1802-1858) quien recorrió, al comienzo de la mano del naturalista Alexander von Humboldt, buena parte de la América recién independizada, desde México hasta Brasil, Chile y la Argentina, y testimonió con su arte los más diversos paisajes continentales, sus animales y plantas, sus tipos humanos.
A lo largo esa travesía el relato focaliza sobre el épico viaje -digno de la leyenda sanmartiniana- con que Rugendas y su compañero Robert Krause, más la guía de baqueanos chilenos, pretenden unir Mendoza y Buenos Aires. Después de varias desventuras y tras la obsesión de toparse con un malón (un motivo ya clásico en Aira), en medio de la pampa un rayo intempestivo fulmina Rugendas y su caballo en una escena concebida en cámara lenta y con las formas descriptivas del dibujo animado. La escena suministra al relato esa “suave, instantánea inyección de eternidad” que se mentaba en la contratapa de La luz argentina (1983), aleja el relato de la discusión sobre la posibilidad de representación del mundo y lo transporta hacia el borroso límite que serpentea entre sueño y vigilia.
Un episodio en la vida del pintor viajero se ubica a mitad de camino entre los mejores textos de Aira, como La luz argentina ya mencionada, y aquellos de menor interés que comenzaron a sucederse una década después, como La guerra de los gimnasios (1993). De cualquier modo hay razones poco espirituales que esta vez inciden a la hora de recomendar o no su lectura: que la editorial y las librerías criollas pretendan los mangos que pretenden por ochenta paginitas es, para ser medidos, una barbaridad.


El proceso de Edward Simon

El proceso es el apelativo de reminiscencia kafkiana que el pianista venezolano Edward Simon eligió para el álbum que grabó en 2003. Para no pifiarla eligió a John  Patitucci para que se hiciera cargo del contrabajo (escuchen su trabajo en “Calabria”, una de las piezas más destacadas) y a Eric Harland de la batería. El resultado es el del power trío por antonomasia del jazz contemporáneo. 


Eligió también algunos standards (el “ajeno” y tradicional “Woody’n You” es uno de los arreglos más logrados) para intercalar con las composiciones propias. El resultado es más que aceptable. Arreglos clásicos pero eficaces e imaginativos, y cada tanto algún quiebre o pata fuera del plato (“The Process”, el lírico “Reprocess”, la folklórica “Tonada del cabrestrero”) para exorcizar toda monotonía.
La capacidad técnica de Simon y sus dos acompañantes queda fuera de discusión al minuto de escuchar el disco; a partir de entonces la duda es si la fuerza y la imaginación serán también convidadas. Y sí. 


Tico Arnedo International Quartet, Impulso puro

Grabado en el 2005 en Bogotá y distribuido un año después, Impulso puro es una buena muestra de la música que viene pergeñando el saxofonista y flautista colombiano GilbertoTico” Arnedo, quien además compuso y arregló todos los temas. Son nueve piezas originales de melodías de jazz con gusto latino, un fraseado cool que entrevera el blues con la forma canción (por este camino “Naturaleza viva” ofrece, junto a la que da título al conjunto, probablemente lo mejor del disco). Desde comienzos de los noventa, Arnedo dirige la formación que  lleva precisamente ese nombre, Naturaleza viva.


El piano del español Cristóbal Montesdeoca ofrece un bien complemento a los vientos que ocupan el primer plano, y de tanto en tanto se lo disputa, como ocurre en el inicial “Estoy feliz”. El contrabajo del también español Javier Colina y la batería del alemán Johannes Bockholt ofrecen un eficaz respaldo rítmico.
“Certeza”, o “Cada vez es mejor”, posibilitan sintetizar en un par de palabras la oferta: un Paul Desmond apenas abrasileñado.


viernes, 26 de noviembre de 2010

Muerte del chico esclavo que se dormía en la clase


Ezequiel Ferreyra llegó desde Misiones a fines de 2007. Lo hizo de la mano de sus padres quienes fueron tentados por un “reclutador”  que cobra 2.500 pesos por cada familia que logra “persuadir”, tarea que a veces resulta sencilla cuando la desesperación es mucha. Gracias a estos servicios el emprendimiento avícola Nuestra Huella, de la ciudad de Pilar, consigue sus empleados.
La promesa era cambiar la pobreza extrema por un trabajo estable y una casa segura. Pero al llegar a Buenos Aires se encontraron con una situación bien distinta. El tope de producción que les impusieron a los mayores era imposible de cumplir sin involucrar al resto del grupo familiar; algo que los capataces ayudaron a que los Ferreyra comprendieran de inmediato, puesto que si ese tope no se cumplía el peligro era quedar sin trabajo y en la calle, y encima a muchos kilómetros del lugar de origen y los conocidos que pueden acercar una mano.
Así, pues, la corta vida de Ezequiel transcurrió la mayor parte de su tiempo entre la sangre y la mierda de las gallinas, llevando y trayendo con sus manos y respirando de continuo los venenos cancerígenos que la empresa les alcanzaba para el tratamiento de los animales.
Las muchas y continuas denuncias acerca de lo que ocurría en Nuestra Huella no fueron suficientes para que la jueza Graciela Cione (Garantías en lo Penal de Campana) y el juez Adrián Charbay (Federal II de Zárate y Campana) intentaran impartir un mínimo de justicia en las causas que se tramitan por reducción a la servidumbre, trabajo infantil, trata laboral y tráfico de personas.
Cuando terminaba el septiembre pasado, Ezequiel se desmayó y fue llevado de urgencia al hospital, donde a las pocas horas murió por las derivaciones del tumor cerebral que ocupaba su cabeza. Tenía seis años. Las maestras de la escuela decían que el chico se dormía en clase.

Georg Friedric Haas y su música espectral

Se conoce con el apelativo quizás un poco ampuloso de música espectral a una variante estética contemporánea que trabaja a partir de la ampliación de las escalas sonoras tradicionales. Se trata, como suele ocurrir, de una tradición milenaria de tratamiento de los sonidos musicales, que en el último siglo ha sido teorizada y practicada por venerables compositores académico; una corrigen te que a partir de los años sesenta adquirió nuevo y rico impulso, principalmente desde Francia, donde puede rastrearse incluso en las obras del gran Olivier Messiaen. La música espectral, en un sentido restrictivo, se basa principalmente en el descubrimiento de la naturaleza del timbre musical, en la descomposición espectral del sonido musical y su explotación. El filósofo y músico Hughes Dufourt fue el primero en acuñar el término espectralismo en un artículo de 1979.
Entre los miembros últimos y más interesantes de esta corriente se encuentra Georg Friedrich Haas. El estilo de Haas, dicen los especialistas, se acerca al de Gyorgy Ligeti, de acuerdo a su uso de la micropolifonía, los microintervalos y la explotación de la serie de sobretonos.


En el año 2002 este compositor e investigador austríaco nacido en 1953 dio a conocer una obra que nos permitió conocerlo y que aquí queremos destacar. Se trata de In Vain, una obra para orquesta de veinticuatro instrumentistas. La pieza apenas supera la hora de duración y es una buena muestra de su particular búsqueda estética. El crescendo que va del piano y los cientos a las cuerdas que finalmente ocupan el primer plano y cada tanto rebotan en el límite de la disonancia más aguda para volver al esquema de partida, que nuca termina de dibujarse como una línea melódica definida y más bien se dispersa en las proporciones de una atmósfera oscura y densa, donde cada tanto titilan destellos de percusión. El desafío bien vale la pena.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Festival x Mariano Ferreyra: Plaza de Mayo, martes 23, desde las 16 hs.

El cráneo bajo la piel, de P.D.James

P.D. James, El cráneo bajo la piel, Buenos Aires, Emecé, 1984, traducción de Martha Aboaf, 284 páginas.

La detective Cordelia Gray sufrió la muerte de su madre en el momento mismo del nacimiento, tuvo un padre revolucionario que se la pasó entrando y saliendo de la cárcel y llevándola de un lado a otro hasta que por esas cosas del azar y los equívocos terminó su educación y crianza, gracias a una beca estatal, en un internado católico. Cambridge –su deseo- copudo ser, así qu ahora se gana la vida como investigadora privada habiendo heredado el despacho que le legó su mentor, Bernie Pryde, después de tajearse las muñecas y dejar que lo que le quedaba de vida fluyera hacia un bol.
Rcién instalada en la oficina toma la misión de proteger a una actriz de teatro clásico, Clarissa Lisle, quien viene recibiendo una serie de mensajes amenazadores desde sus últimas presentaciones. Debe, en consecuencia, trasladarse a un castillo donde un excéntrico aristócrata atesora una historia de Gran Bretaña en miniatura a través de una colección de calaveras, mensajes funerarios y otros etcéteras de igual carácter lúgubre. El excéntrico noble declara con énfasis que su intención es dejar el mundo de hoy entre paréntesis, sofocar los ruidos que en las calles de Londres provocan el Frente Nacional y los “revoltosos” trostkistas para zambullirse en ese pasado de gloria victoriana el cual, vaya paradoja, sólo puede ser evocado con los atributos de la muerte.
Hay un tipo de relato policial que podríamos llamar el “policial culto”, es decir una especie que se las arregla para, manteniendo la forma estandarizada y popular del enigma-investigador-pistas-unidad de lugar-sospechosos-resolución del misterio, ir soplando en su interior cierta vida imprevista proveniente de las formas de la cultura “alta”. Éste es el caso. La muerte y la historia de Inglaterra aparecen tematizados por las citas y referencias constantes a los grandes escritores de la época victoriana -Shakespeare, Marlowe, Webster- que se “estiran” en la tradición hasta empalmar con las generaciones de poetas posteriores: Keats, Eliot, Auden… El resultado es, por ejemplo, El cráneo bajo la piel.


Su autora, Phyllis Dorothy James, más conocida simplemente como P. D. James, nació en Oxford en 1920 y sí estudió en Cambridge. En 1962 publicó su primer libro, Cubran su rostro, y desde entonces no paró. Sus obras más conocidas pertenecen al género “detectivesco” y están protagonizadas por el inspector Adam Dalgliesh. Varias de ellas tomaron la forma de películas y especiales para la televisión, lo cual aumentó la popularidad de sus historias.
Pero El cráneo bajo la piel es un poco diferente y mejor. La traducción de Emecé se suele encontrar incluso en las ofertas por unos pocos pesos.

jueves, 18 de noviembre de 2010

¡Por la reincorporación y el pase a planta permanete de los laburantes de La Nación-Codevisa!

"El viernes 12/11 los despedidos de COVEDISA SA, tercerizada del diario La Nación que cuenta con más de 600 trabajadores y se dedica principalmente a la venta telefónica de servicios del matutino (call center), realizamos un importante acto en las puertas de la empresa, en Larrea al 800, exigiendo nuestra reincorporación y el pase a planta permanente. (...)



Denunciamos que La Nación-COVEDISA montó un operativo de terror contra los trabajadores el día del acto, para que éstos no se plegaran a las medida de lucha, al punto de suspender la jornada de trabajo en la sede de Abasto y mantener a los empleados a puerta cerrada, donde hay 150 trabajadores, por temor a la presencia de los despedidos y los medios. Intentan tapar el sol con las manos: pondremos en conocimiento de toda la opinión pública esta situación, y seguiremos luchando por la reincorporación, el pase a planta permanente, y por nuestros derechos laborales."

Al pasar



¡Abran el otro ojo! (Con los boludos no hay forma)

(Escrito con lapicera azul sobre un afiche pegado en uno de los refugios de colectivos, Plaza Miserere, Ciudad de Buenos Aires.)

Lucas Demare y su Mercado de Abasto

Mercado de Abasto es una pieza clásica del cine vernáculo que dirigió Lucas Demare en 1955. El libro estuvo a cargo de Sixto Condal Ríos y Nicolás Olivari, para el lucimiento casi exclusivo de Tita Merello. Entre otros motivos de devoción el filme incorpora la célebre interpretación de “Se dice de mí”, de Francisco Canaro e Ivo Pelay,
que brilla con brillo propio, aun cuando a la Merello le toca poner el cuerpo al tópico de la mujer que sueña que el hombre que se le arrima aunque sea un malandra cambiará “por ella”. Así le va, claro.



Ninguno de estos blasones impidió que en su momento la censura de la Libertadora la retirara de la distribución comercial por el simple hecho de que en una escena rápida aparece el retrato de Juan Perón.
Vista desde hoy, cuando siguen sobrevalorándose los debates acerca de si el cine es arte u otra cosa, llama la atención el carácter pedagógico de la historia, sobre todo para convencer al conjunto de los argentinos sobre los beneficios de pagar los impuestos en tiempo y forma. En ese sentido es de antología la charla del inspector con el remiso y avaro Pepe Arias. Así también, claro, la moraleja en torno a la salud pública que cierra el relato con final feliz.
Imperdible melodrama del cine criollo.



I.M.P.A., sin patrón, de Juan Facundo Borzone

 I.M.P.A., sin patrón,  de Juan Facundo Borzone, es un interesante corto de diez minutos que obtuvo en primer premio del concurso de video organizado por el Sindicato Argentino de Televisión, y que cada tanto se reproduce en los encuentros de documentalistas. Fue realizado en el 2008 y su factura, así como su cometido, son bien simples. Son: reúne y cruza cuatro reportajes realizados a los protagonistas que han participado en esta experiencia de fábrica recuperada y reconvertida parcialmente en espacio cultural del barrio.



Como se sabe,  hace más de una década la fábrica Industrias Metalúrgicas y Plásticas de Argentina, ubicada en el porteño Almagro, fue tomada por sus trabajadores para impedir su cierre. Desde ese momento y hasta hoy los laburantes, sus verdaderos dueños, se dieron a la tarea de mantenerla en pie con la colaboración de los vecinos, organizando junto a ellos actividades que se extienden más allá del producido fabril. Un pequeño testimonio.


La cámara oscura, de María Victoria Menis

La cámara oscura, de 2008, es una película basada en el cuento homónimo de Angélica Gorodischer, que forma parte del volumen Mala noche y parir hembra. Se trata de una coproducción entre Argentina y Francia y reúne las actuaciones de Mirta Bogdasarian, Silvina Bosco, Fernando Armani y Patrick Dell Issola. María Victoria Menis es su directora. Una curiosidad: presenta varias secuencias de animación diseñadas por el plástico criollo Rocambole.



Se trata de una “película de época “ (su trama se sitúa entre 1892 y 1928). El marco es el de la inmigración judía que llega a la Argentina, y por allí se cruza un fotógrafo surrealista que sirve de catalizador y contrapunto a lo “esperable” de los personajes. En el centro la fábula de la fea que, para sorpresa propia y de quienes la rodean, descubre su belleza. Ahí.

La madrastra, Yunque/Biasco

La madrastra es una película de 1960 y está basada en un cuento de Álvaro Yunque. Cuenta con las actuaciones de María Concepción César y Jorge Salcedo, que interpretan un folletinesco guión pergeñado por Abel Santa Cruz. La dirección fue de Rodolfo Biasco.



Composición: “Lo que más quiero”…  La respuesta cruza la figura de la madre con la veneración de la institución escolar (el segundo hogar donde vive la segunda madre, en fin). A juzgar por la película lo que más hacían los escolares es pasársela cantando canciones del tipo “Aurora”. Yunque (foto) quiso, a su manera, tentar los bordes de cierta moral convencional de la época; la película ni se arrima.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Jornada de lucha nacional a un mes del asesinato de Mariano Ferreyra

Marcha a Plaza de Mayo
En el día de ayer se realizó una reunión con un conjunto de organizaciones, destacándose la presencia de representantes de la CTA (Mesa Nacional y Capital), de AGD UBA, Fuba, Subte y de organizaciones sociales, políticas y de DDHH. Allí se resolvió la convocatoria a una jornada de lucha nacional con asambleas por lugar de trabajo, suspensión de tareas, actos, murales, actividades artísticas para el día viernes 19 con motivo de cumplirse un mes del asesinato del joven militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra.
La actividad central de la jornada será una nueva movilización el viernes 19 de noviembre a las 17 horas, que esta vez partirá desde la cabecera del Ferrocarril Roca en la estación Constitución y se dirigirá hacia la Plaza de Mayo, donde se realizará un acto.

Luego, la juventud del Partido Obrero se dirigirá a Barracas para hacer una vigilia y preparar la jornada del sábado 20, día en que asesinaron a Mariano, que consistirá en un acto con sus amigos y compañeros de militancia en donde se descubrirá una placa en homenaje a su lucha y militancia obrera y socialista. Posteriormente, se dirigirán al Hospital Argerich, en solidaridad con la compañera Elsa Rodríguez y su familia.
“La movilización tiene como principal objetivo reclamar que la justicia avance inmediatamente sobre las responsabilidades políticas del brutal crimen contra nuestro compañero. Al cumplirse un mes, todavía no están imputados ni Pedraza, ni Fernández. Tampoco están imputados los funcionarios de la Secretaría de Transporte que participaron en los hechos. No se ha avanzado sobre los directivos de la UGOFE que otorgaron ‘licencia’ a un centenar de personas para que formen parte del grupo de choque, sobre la Federal que se encargó de liberar la zona y la Bonaerense que actuó en connivencia con la patota agrediendo a los trabajadores desde las vías del Roca”, declaró Néstor Pitrola.

Jesse Stone, Asesinatos en el paraíso

Jesse Stone es el nombre del típico personaje detectivesco moderno que protagoniza una saga de varias películas que arrancó con el éxito de Cadena homicida y se continuó luego con una serie de filmes basados en las novelas populares de Robert Parker. Así fueron desfilando Peligro nocturno, Asesinato en el paraíso, Mar profundo,  todas más o menos rodados en la segunda mitad de la primera década del siglo que transitamos, a excepción de Sin remordimientos que se agregó este año, también bajo la dirección de Robert Hamon.


Stone (el apellido no es gratuito) es un comisario de novela negra, quien oportunamente fue expulsado de la gran ciudad hacia unaa comarca pequeña: el pueblo de Paraíso, en Massachusetts. Cansado, por la muerte de su perro y la pérdida de su mujer, conjura el insomnio con el alcohol como para asegurarse de que el arranque de todas las mañanas sea siempre duro y cansino.
Buen laburo de Tom Selleck, actor al cual nunca hemos visto en algún filme o serie que nos haya llamado mucho la atención. La trama cruza violencia doméstica, pequeños ladrones desesperados, mafias de la gran ciudad que andan dando vueltas por doquier, funcionarios corruptos, en fin, todos los condimentos habituales del policial negro convenientemente suavizados para las pantallas grande y chica, pero desparramados con buen gusto y eficacia.
En estos días se puede ver repetidas varias de sus entregas en horarios diversos de la televisión por cable. Hagan el intento.

Medeski, Martin & Wood, Shack-man

Tecladitos de dibujo animado que juegan sobre el paseo rítmico de bajo y batería. Algún toque de sintetizados, y el órgano que, como dicen las propagandas de champú, da cuerpo y volumen. “Is There Anybody Here that Love my Jesus?” con su arranque casi humorístico, como para que se sepa que la cosa va en serio pero no tanto.
El repiqueteo del bajo en “Think”. Desprejuiciado, fresco, indie de verdad. La batería cortita, al pie, puro golpeteo imaginativo. Aceleración rápida y freno marcado: “Bubblehouse”, uno de los mejores temas del disco. Arcos melódicos que se repiten para que cada tanto el órgano tire algún subrayado lírico. Alguno un poco más rarito y experimental, como “Henduck”.


Todo eso en Shack-Man. El disco es de 1997; por entonces el tecladista John Medeski, el percusionista Billy Martín &  el bajista Chris Wood no eran Medeski, Martín & Wood ni habían pasado por la Argentina, pero ya tenían todo lo que hay que tener para impresionar bien y se veían venir. En primerísimo lugar una bien saludable y fresca inclasificabilidad Aunque por lo general las críticas le han bajado el pulgar es uno de los álbumes que preferimos de este muy interesante trío. Un racimo de divertidas miniaturas del soul moderno instrumental.

domingo, 14 de noviembre de 2010

San Juan de Puerto Rico, Argentina

El líder sindical de los maestros portorriqueños, Rafael Feliciano, resaltó que la huelga pretendía "sensibilizar al país de la intención de privatizar el sistema", aunque aclaró que ése es sólo uno de los problemas que aqueja al sistema público puertorriqueño. Le explicó a continuación a los periodistas que el Ejecutivo pretende privatizar parcialmente el sistema a través de la conocida como Ley 7, concebida para reducir el grave déficit fiscal que ahoga al país y que ha supuesto ya el despido de miles de empleados. "La norma favorece que se despida a los empleados públicos de escuelas para entregarle el sistema a empresas privadas", sostuvo, y resaltó a continuación que otra de las pretensiones del Ejecutivo es la de privatizar su sistema de retiro, medida que cuenta con el rechazo frontal de la Federación de Maestros de Puerto Rico.


Dijo que otro de los graves problemas que sufre el sistema es la falta de maestros, lo que ha provocado que cerca de 100.000 estudiantes carezcan de profesor en alguna de las asignaturas de los actuales planes de estudio. "Hay un esfuerzo por parte del gobierno por desmantelar la escuela pública y desprestigiarla", subrayó Feliciano tras participar en una manifestación en San Juan que concluyó ante el Capitolio, sede del Legislativo puertorriqueño.
Desprestigiar para privatizar… Termina de leer la noticia y cierra el diario mientras hace memoria para recordar el caso de los trenes y los servicios públicos básicos en la Argentina, el gas, la luz, los hospitales. Desprestigiar para privatizar, reza la fórmula oficial… Le asombra lo cerca que están países que siempre había juzgado muy lejanos.

Una de las 10 estrategias de manipulación mediática según Noam Chomsky (o armas silenciosas para guerras tranquilas)

Se dice que el documento original apareció en una fotocopiadora IBM en 1986 y de allí fue rescatado por un empleado de Boeing. Se intitula Armas silenciosas para guerras tranquilas y es un manual de instrucciones para llevar adelante una guerra no declarada y menos aún confesada, mediante la cual el Poder busca dejar a los simples mortales sin posibilidad alguna de defensa.
Fue publicado en papel por primera vez por William Cooper en su libro Behold a Pale Horse y desde entonces ha sido reproducido en la internet en muchas ocasiones. Cooper era un oficial de la inteligencia naval estadounidense con un nivel de acceso de seguridad de alto grado y aseguraba haber leído este documento en un Informe Reservado de la Inteligencia Naval y que los autores del mismo pertenecían a un grupo secreto y camuflado dentro de la estructura de esa misma institución.

Ahora, el pensador Noam Chomsky, quizás alentado y alarmado por el avance de la derecha en los Estados Unidos y lo mucho que han tenido que ver los medios en ese avance, ha dado a conocer Las 10 estrategias de manipulación mediática. La maniobra séptima de su lista vuelve sobre aquel misterioso documento. Chomsky escribió:
Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores” (ver Armas silenciosas para guerras tranquilas).

viernes, 12 de noviembre de 2010

Elkie Brooks y Vinegar Joe

Vinegar Joe es una banda de rock inglesa de comienzos de los años setenta y de bien efímera vida. Las enciclopedias especializadas suelen calificarla como una suerte de respuesta del “otro lado del océano” a la atronadora irrupción del rock sureño estadounidense y al relanzamiento del soul y el blues blancos con fuertes vocalistas al frente, a la manera de Delaney & Bonnie.
Los Vinegar eran los naturales descendientes de una formación anterior que había sabido cosechar cierto éxito local; se llamaba Dadá.
La agrupación musical fue convocada, reinventada e inspirada por Chris Blackwell, el mandamás de Island Records. Pete Gage se convirtió en su guitarrista, Steve York se hizo cargo del bajo, Tim Hinkley y un poco más tarde Mike Deacon de los teclados, y varios desfilaron por la banquetita de la batería: desde Keef Hartley hasta Pete Gavin, pasando por John Woods y Conrad Isidore. Pero la figura descollante de Vinegar Joe fue su cantante, la impactante Elkie Brooks, al punto que la tarea de Robert Palmer (quien un poco más tarde se convertiría en una figura bien destacada del pop-rock comercial) casi pasa desapercibido metiendo algunos coros y la guitarra de acompañamiento.
Vinegar Joe dejó tres discos. Rock’n’Roll Gypsies, Vinegar Joe y Six Star General, de 1972 (los dos primeros) y 1973.


Dicen que en vivo la banda sonaba fuerte, y ofrecía algunos puntos altos para el entusiasmo del público como su versión del clásico de Jerry Lee Lewis,  “Whola Lotta Shakin’ Going On”, que está en el disco que aquí queremos destacar, el primero, Rock’n’Roll Gypsies, y donde no suena tan convincente. Cada tanto se suele compilar o seleccionar de este mismo álbum el cover que realizaron del “Angel” de Jimi Hendrix, pero no es lo mejor. Al igual que con “Forgive us” parecen ser testimonios de hasta dónde fueron empujados para meter alguna baladita de éxito que les permitiera darse a conocer y vender algunos ejemplares.


Lo mejor es el arranque del disco. El contrapunto entre los teclados y la voz en la canción que da nombre al conjunto;  y “Charley’s Hporse” y “Falling”, es decir canciones de rock fuertes que de a poco se van convirtiendo a lo mejor de la tradición soul-gospel. En ese despliegue, la voz de Elkie Brooks (la chica en el centro de la foto que acompaña) es para destacar. Con posterioridad, y hasta donde sabemos, su talento se fue esfumando en la tarea solista a través de una multitud de presentaciones y grabaciones bien convencionales.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Roberto Martino en huelga de hambre

Carta abierta a las organizaciones populares
Un año perseguido y seis meses con siete días encarcelado cumpliré el 10 de noviembre próximo.
¿La causa? Ser un militante piquetero que además de gritar las injusticias, aquí ha levantado también su voz para denunciar los crímenes y las violaciones a los más elementales derechos humanos que comete el Estado de Israel contra el pueblo palestino. Violaciones que las mismas Naciones Unidas vienen denunciando; el Informe Goldstone es un ejemplo de ello. Allí se da cuenta de la destrucción planificada de escuelas, hospitales, reservas de agua potable y agua para riego; destrucción de viviendas, uso de bombas de fósforo y de uranio empobrecido. También, de niños obligados a presenciar la tortura y fusilamientos de sus padres y/o hermanos.

Sin ninguna duda, para sostener la continuidad de su política, Israel precisa -imperiosamente- que nadie le señale ni recuerde sus crímenes. Es por ello que su embajador en Argentina, Gazit, como Angel Barman -vicepresidente de la Amia- han reclamado a nuestro gobierno que "erradique" (con lo que significa esta palabra en nuestro pasado reciente) a quienes levantemos la voz contra su política.
A pesar de que hace más de un año, numerosos ciudadanos argentinos denunciaron ante los estrados federales -de Capital Federal, como del interior del país- semejante convocatoria al crimen político, ningún juez ha llamado -aún- al embajador Gazit ni a Angel Barman, mostrando -otra vez- que gran parte de nuestra justicia mira con un solo ojo: el de la derecha.
Todo esto me lleva a iniciar una huelga de hambre, a partir del día 10 de noviembre próximo, como forma de hacer pública mi situación de rehén de la Embajada israelí y del gobierno nacional, y la existencia de presos políticos populares en el gobierno de los derechos humanos.
Responsabilizo por lo que pueda sucederme a la Sra. Presidenta de la Nación, a sus ministros y al Poder Judicial de la Nación.
¡Libertad a los presos políticos del pueblo!
¡Mejoramiento de las condiciones carcelarias!

Roberto Martino


miércoles, 3 de noviembre de 2010

Macbeth y la comida rápida

Escocia, Pa. narra una historia que transcurre en 1975, la de un matrimonio arribista y ambicioso por demás, el que constituyen Joe McBeth y su mujer, Pat. En realidad ella es la intrigante que motoriza la necesidad de ascenso y notoriedad social a toda costa, y él, bastante más pusilánime y dubitativo, la sigue en las iniciales buenas y en las muchas malas que las continúan.
Para lograr el deseado cometido Joe debe destronar a su patrón, el señor Duncan, y luego asesinarlo para hacerse del mediocre negocio de fast food ubicado en una pequeña ciudad de Escocia llamada Pennsylvania.
La película es de 2001, tuvo buena repercusión en algunos circuitos del cine independiente internacionales y últimamente se la encuentra en diversos horarios en el canal de cable Film & Arts. Las apariciones del teniente Ernie McDuff, interpretado por Christopher Walken, y las famosísimas tres brujas aquí trasvestidas en bohemias trashumantes constituyen uno de los puntos altos del filme.



Los cien minutos en cuestión fueron dirigidos por Billy Morrissette (a quien pertenece también el guión), la música es de Anton Sanko a la que se suman las melodías de los Bad Company que aparecen cada tanto.
"Una espumadera grasienta para un crimen sangriento", dice el eslogan de promoción... El referente, por si todavía no lo notaron, es el clásico Macbeth de William Shakespeare, aunque lo suficientemente adulterado como para alimentar una buena comedia contemporánea. Curiosa, irregular, Escocia Pa. Tiene la enorme virtud de medir su ambición y conformarse con presentar un relato sólido, original y atractivo. A nosotros por momentos nos hizo acordar a esa reivención ingeniosa de los mitos que solían ofrecer las operísticas canciones de Frank Zappa o, más acá, Les Luthiers.

lunes, 1 de noviembre de 2010

La honestidad brutal de los neoconservadores


Junto a Mark Zuckerberg, el patriarca fundador de veintiséis años, la dirección de Facebook está compuesta actualmente por cinco personas. Entre ellas se encuentra Peter Thiel.
Thiel es un neocon (neoconservador) que muy bien representa a la última generación de brillantes capitalistas que, en medio del derrumbe económico mundial, han sabido engordar su fortuna personal con cientos y cientos de millones de dólares. Su ideario político está sintetizado en la frase: “No creo que la democracia y la libertad sean compatibles”, según publicó Newsweek en un reportaje del pasado 10 de octubre. Algunos querrán ver en su definición una suerte de paradoja ingeniosa, pero más nutritivo es considerarla una muestra de honestidad brutal.