domingo, 31 de mayo de 2020

Tucumán: asamblea de los profesores universitarios


El martes 2 de junio, la ADIUNT (Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Tucumán)  realizará una nueva asamblea general a través de la plataforma ZOOM para debatir la continuidad del plan de lucha docente.

El mecanismo será el mismo de la asamblea anterior. La sala de reunión se habilitará a las 16.45 y la misma iniciará a las 17 horas.

La asamblea originalmente estaba prevista para este viernes 29, pero la dilación de la paritaria local, por parte de la representación patronal, nos obliga a reprogramar la asamblea y a reforzar su convocatoria. Esta nueva asamblea general tiene la importante tarea de discutir la continuidad del plan de lucha.

Para participar, podés solicitar los datos de ingreso completando este formulario: https://bit.ly/AdiuntAsamb



sábado, 30 de mayo de 2020

No al salario en cuotas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires


La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) rechaza enérgicamente el Proyecto de Ley de Emergencia Económica que quiere llevar adelante el Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Rodríguez Larreta. El cual le confiere al Poder Ejecutivo la potestad para escalonar y atrasar los salarios de lxs trabajadorxs estatales.

Desde CTERA decimos no a cualquier intento de ajuste en los salarios docentes y en las fuentes de trabajo en la Ciudad de Buenos Aires.

En estos momentos que atraviesa el país, en media de una pandemia mundial, es el Estado que debe garantizar las medidas sociales, sanitarias y económicas para lxs trabajadorxs.

Desde CTERA reiteramos nuestro rotundo rechazo a enfrentar la crisis con ajuste en los salarios y las fuentes laborales.



viernes, 29 de mayo de 2020

Entre Ríos: informe sobre las condiciones de trabajo docente en el contexto de aislamiento


Este informe comprende los resultados del estudio llevado a cabo en el mes de abril de 2020, cuyo propósito fue relevar las condiciones de trabajo docente en el contexto del aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por el gobierno nacional en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus (COVID-19).

El objetivo de este relevamiento fue conocer el modo en que el sostenimiento de los procesos de enseñanza en forma no presencial durante la cuarentena impactó sobre las/os docentes de la provincia de Entre Ríos. Para ello, se tuvieron en cuenta aspectos relativos a las condiciones pedagógicas, materiales y psicofísicas de su actividad desde el hogar.

La realización del trabajo estuvo a cargo de un equipo del Instituto de Investigaciones y Estadísticas de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (IIE-AGMER), que encargó la tarea tras un pedido explícito de la Comisión Directiva Central del sindicato a través de su secretario general, Marcelo Pagani.

En dicha convocatoria se hizo hincapié en la necesidad de comprender “los efectos del aislamiento sobre el proceso de trabajo docente de miles de compañeras y compañeros en toda la provincia, habida cuenta de que la continuidad de los vínculos educativos es posible gracias al compromiso de la docencia entrerriana en un contexto adverso y por demás complejo, realidad que no escapa a nuestra organización sindical y que justifica ampliamente su estudio de forma metódica”.

Descargar informe aquí.




jueves, 28 de mayo de 2020

Sin salario y sin trabajo no hay cuarentena


TODA LA SOLIDARIDAD Y EL APOYO A LA LUCHA DE PROFES Y GUARDAVIDAS DE TIGRE

Frente a la falta de respuesta por parte del gobierno de Julio Zamora y de acuerdo a lo resuelto por el cuerpo de delegades del SUTEBA (Sindicato Unificado de los Trabajadores de la Educació de la provincia de Buenos Aires), seccional Tigre, nos solidarizamos y acompañamos la concentración de les profesorxs y guardavidas de los polideportivos de Tigre, a quienes Zamora les ha recortado el sueldo y pretende amedrentarles con amenazas de despidos si no negocian la discrecional e injusta reducción.

Llamamos a la docencia y familias de nuestras escuelas a manifestarse en defensa de les profes de los polideportivos quienes cumplen un rol fundamental en las actividades deportivas y culturales de les chiques de nuestros barrios.

Urge que el intendente Zamora destine un fondo de emergencia para les trabajadorxs y sectores populares.


miércoles, 27 de mayo de 2020

Mendoza: impugnación del memorándum oficial sobre asistencia de celadores/as


Dicho memorándum de Relaciones Humanas de la Dirección General de Educación (DGE), con fecha  27 de abril de 2020,  deja un margen de interpretación abierto que permite abusos de autoridad que están por fuera de lo que plantea el DNU 297/20 y que expone injustificadamente a celadores/as.

Las tareas esenciales de limpieza consideradas en el punto 22 (art.6) del DNU 297/20, son para situaciones de máxima necesidad y las escuelas cerradas no justifican tareas de limpieza. Sólo puede aplicarse esta excepción si, por ejemplo, se necesita abrir la escuela para una tarea concreta, como el reparto de alimentos.

Pero, de ninguna manera se puede plantear una asistencia cotidiana que rompa con las restricciones del aislamiento social obligatorio. Recordamos, también, que un Memo no puede estar por encima de normativa superior, como un DNU.

A su vez, el DNU 297/20 establece, frente a las tareas esenciales, que: “en todos estos casos, los empleadores y empleadoras deberán garantizar las condiciones de higiene y seguridad establecidas por el MINISTERIO DE SALUD para preservar la salud de las trabajadoras y de los trabajadores.”  Por consiguiente,  las y los trabajadores podrán negarse a realizar estas tareas si no les proveen los elementos de seguridad establecidos como guantes, barbijos, alcohol, etcétera.

Por lo tanto, solicitamos a todos las y los trabajadores celadores comunicarse inmediatamente con el sindicato en caso de ser convocados para organizar la respuesta en cada caso, mientras se llevan adelante las acciones colectivas.

SECRETARIADO EJECUTIVO SUTE (Sindicato Unificado de los Trabajadores de la Educación de la provincia de Mendoza)



martes, 26 de mayo de 2020

Santa Fe: petición de rechazo a la resolución ministerial número 223/20 que se pretende imponer en el nivel secundario


La Ministra de Educación, a mediados de mayo y sin ningún debate, ha enviado a las escuelas secundarias de la provincia de Santa Fe, la Resolución 223/20 que establece que lxs alumnxs que han repetido con hasta cuatro materias puedan pasar al año superior en el segundo semestre.

La resolución, fuera de toda justificación pedagógica, genera una situación de retroactividad e inequidad inesperada e incomprensible, absolutamente extemporánea y sin tomar en cuenta el contexto que estamos transitando. Esta medida implica el desconocimiento y desvalorización de los esfuerzos realizados por parte de toda la comunidad educativa, que viene garantizando desde el inicio de la pandemia, el acceso a la educación.

- Derogación de la resolución ministerial 223/20.
- Urgente reapertura de la discusión paritaria con representación de todos los sectores de la docencia.

Amsafe (Asociación del Magisterio de la provincia de Santa Fe)
Amsafe  Belgrano - Amsafe Caseros - Amsafe General López - Amsafe Rosario



domingo, 24 de mayo de 2020

La comisión directiva de la AGD-CBC (Asociación Gremial Docente de la Universidad Docente - Ciclo Básico Común) en masiva reunión abierta propone


Con la presencia de casi cuarenta compañeres, el martes 12 se desarrolló una reunión de Comisión Directiva de AGD-CBC, virtual y abierta a todes les docentes del Ciclo Básico Común. La cantidad de participantes convirtió la misma inmediatamente en una asamblea, poniendo de manifiesta la necesidad de compartir experiencias y buscar soluciones a los enormes problemas que se nos presentan en este contexto de pandemia y cuarentena.

Como no podía ser de otra forma, la reunión también contó con algunos problemas de conexión o de interferencia, propios de una realidad que también afecta los campus virtuales, casi completamente saturados desde el comienzo de “acompañamiento virtual”.

La primera conclusión, a la que se arribó por unanimidad de las intervenciones son las dificultades para poder establecer un contacto pedagógico adecuado con les estudiantes de manera excepcional en este contexto de crisis nacional sanitaria. Listados de alumnos interminables no divididos por docentes, aulas virtuales colapsadas, falta de capacitación para la virtualidad, imposibilidad para adaptar contenidos a este tipo de plataformas, consultas a cualquier hora, comunicaciones de estudiantes planteando su imposibilidad de seguir los contenidos por carecer de wifi o por no tener datos, la ausencia de PC propias…

La segunda conclusión de consenso fue la necesidad de poner en pie un organismo que cuente con la participación de todes quienes participamos del CBC para la toma democrática de las decisiones, de modo que ellas contemplen las realidades en que se van a desarrollar las directivas que se emiten.

Luego de la participación de la mayoría de los presentes, la reunión se pronunció por el cumplimiento de Convenio Colectivo de Trabajo y porque no se afecte el horario de nuestras designaciones ni las exigencias correspondientes a nuestros cargos. En este punto se exigió el cumplimiento de las licencias y dispensas que sean reclamadas en el marco de las necesidades definidas por el encierro.

Se remarcó una vez más el carácter no obligatorio de esta etapa de acompañamiento virtual, llamando a que durante el mismo no exista ningún proceso de evaluación o sanción a les estudiantes, para garantizar la regularidad de todes evitando un proceso de deserción masiva, particularmente de los sectores con menos recursos económicos.

En este contexto se reclamó por la inmediata salida de las designaciones que se encuentran congeladas, para garantizar que ningún docente se quede sin cobrar su salario en este período.

Por todo esto, la principal de las iniciativas resueltas fue la necesidad de exigirle a las autoridades del CBC la formación de un comité de crisis que sea capaz de abordar y resolver no sólo estos problemas, sino el seguimiento de las condiciones de seguridad e higiene para cuando se levante la cuarentena y se pueda volver a la presencialidad. Un comité tal debería ser un órgano representativo de los actores y actrices que trabajamos y estudiamos en el CBC, que pueda tomar las decisiones de manera democrática.

Llamamos a discutir estas propuestas en todas las cátedras y sedes, y proponemos la realización de una asamblea el martes 26 para poder continuar con el seguimiento de las condiciones laborales en este período, bregando por los derechos de les trabajadores universitaries.



viernes, 22 de mayo de 2020

Solidaridad con la lucha y los reclamos de los trabajadores docentes de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET)


Los docentes de UMET se encuentran realizando esta semana un paro de sus actividades virtuales producto del retraso en el cobro de sus respectivos salarios.

Esto es solo la gota que rebalsó el vaso de malas condiciones laborales y sueldos miserables que se pagan en esa universidad. Problemas y condiciones que se arrastran desde la gestión de Nicolás Trotta, actual ministro de Educación de la Nación, quien fuera rector de UMET entre los años 2014 y 2019.

Los malos salarios y las pésimas condiciones de trabajo se repiten en las otras empresas del Grupo Octubre del Suterh (Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal) como Página 12, la emisora AM 750 o la revista Caras y Caretas. Nos ponemos a disposición de los trabajadores de UMET para lo que necesiten y para que puedan lograr sus justas reivindicaciones.



miércoles, 20 de mayo de 2020

Tucumán: “por el cumplimiento de todos los servicios y prestaciones”


El martes 12 de mayo la ADIUNT (Asociación de los Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Tucumán) realizó una protesta en las puertas de la obra social,  ASUNT (San Martín 864) para reclamar el cumplimiento de todos los servicios y prestaciones de la acción social con sus afiliados.

Las autoridades de la UNT (Universidad Nacional de Tucumán), de quienes depende ASUNT, deben garantizar la apertura de los centros médicos y que se destinen los fondos necesarios para que funcione la teleasistencia, la autorización remota y todos los servicios que hoy están generando miles de reclamos.

Las y los docentes que no pudieron participar de la protesta, acompañaron el reclamo a través de redes sociales utilizando el hashtag #QueAsuntCumpla.




lunes, 18 de mayo de 2020

Por la defensa de los derechos de maestros y profesores


Ante la situación de agobio, desborde y exigencias que aquejan a la docencia toda, desde Ademys (Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) insistimos:

¡NUESTROS DERECHOS NO ESTÁN EN CUARENTENA!


Vos sabes cuál es la mejor manera de comunicarte con tus alumnxs. No deberían imponerte el uso de ninguna plataforma.

Nuestra tarea es acompañar a lxs chicxs y sus familas, no presionarlxs.

Si te enfermas o se enferma algún familiar a cargo, podés pedir licencia.

Tenés derecho a no atender llamados y mensajes ni participar de reuniones fuera de tu horario laboral.

Lxs docentes evaluamos procesos, no la posibilidad de acceder a la tecnología. No pueden obligarte a calificar a tus alumnxs.

No pueden exigirte que rompas la cuarentena para ir a la escuela.



sábado, 16 de mayo de 2020

Se votó la Ley de Emergencia porteña: “seguiremos dando pelea por todos nuestros derechos”


El jueves 7 de mayo, a pesar de la masiva concentración y de las protestas realizadas por docentes, trabajadores estatales, de la salud, movimientos sociales y organizaciones políticas, se aprobó en la Legislatura porteña el Proyecto de Ley de “Emergencia Económica y Financiera” con 38 votos afirmativos (Pro, Radicalismo, Socialismo, Coalición Cívica) y 21 negativos (Frente de Todxs, FIT).

Si bien en el proyecto votado finalmente se eliminó la posibilidad del pago en cuotas de salarios -el art 19 del proyecto original- producto del rechazo que generó y las acciones de oposición que se hicieron, denuncias, asambleas, petitorio y la contundente concentración que encabezamos hoy, la Ley votada mantiene congelamiento salarial, con la consecuente desvalorización de nuestro salario.

El Proyecto aprobado otorga al ejecutivo porteño la suma del poder público, delegándole facultades que hacen que Horacio Rodríguez Larreta tenga ahora la potestad de suspender la vigencia de leyes, por ejemplo, las leyes ambientales, de seguridad, de transporte, de planeamiento urbano; suspender los mecanismos de democracia participativa, programas comunales, etcétera. También podrá Larreta redistribuir la totalidad del presupuesto sin límites definiendo el destino de todos los recursos de la Ciudad. Al mismo gobierno que ha recortado presupuestos educativos y de la salud, que ha privilegiado los negociados inmobiliarios, que ha tomado deuda y gastado millones para armas para las fuerzas represivas, se le otorga la potestad de administrar los recursos de la Ciudad sin ningún tipo de límites. A partir de la Ley el Larreta podrá también modificar contratos, permisos, concesiones, compras reguladas por las leyes sin límites. Además, la ley habilita la eliminación de programas y contratos de asistencia vital para las familias más vulnerables de la Ciudad.

El mismo gobierno que ha llevado adelante la privatización histórica de tierras públicas y de la reprivatización de todos los servicios públicos de la Ciudad, tiene ahora el poder legal para profundizar políticas de privatización, mercantilización y destrucción de recursos públicos, que ya venían siendo diezmados.

En este sentido, se mantienen en la ley los recortes al presupuesto para las políticas de vivienda, concretamente a través del recorte presupuestario al Instituto de Vivienda de la Ciudad, lo que va afectar a los barrios populares. Al día de hoy, por la falta de infraestructura sanitaria en las villas, 400 mil personas no tienen agua potable segura.

En síntesis, el Gobierno que nos dice que “nos quedemos en casa”, “que es una irresponsabilidad salir”, no da respuesta a ninguna demanda de trabajadores, ni de salud, ni docentes, ni para las más elementales necesidades de vivienda en momentos donde crece los casos de coronavirus.

Desde nuestro sindicato, lejos de aceptar pasiva y obedientemente este brutal ajuste, salimos a la calle a exigir que se respeten nuestros derechos. No podemos quedarnos inmóviles aceptando que una vez más seamos las y los trabajadores los que con nuestros recursos, nuestra vida y nuestros salarios paguemos los costos de la crisis. Lejos de aquellos que, como la CGT en su acuerdo con la UIA y el gobierno, o como los sindicatos que dicen oponerse pero no se mueven de su cómoda cuarentena, aceptando condiciones que empobrecen a la clase trabajadora, desde Ademys salimos a las calles a exigir que sean los sectores que se han enriquecido durante décadas, amasando fortunas a costa del saqueo de nuestros suelo y de nuestro trabajo, quienes pongan los recursos para paliar la crisis.

Desde Ademys (Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), seguiremos dando pelea. Seguiremos organizándonos junto a las compañeras y compañeros, sabiendo que somos las y los trabajadores quienes debemos luchar por nuestros derechos. Nadie lo hará por nosotres.

No a la Ley de Emergencia.
No al pago de la deuda externa.
Que la crisis no se pague con nuestros salarios y el empobrecimiento de nuestro pueblo.
Que la plata la pongan las corporaciones y quienes amasaron grandes fortunas.



jueves, 14 de mayo de 2020

La virtualización forzosa de una educación vaciada


(Por Daniel Sierra, Tribuna Docente, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, jueves 7 de mayo de 2020)-  La crisis capitalista mundial dio el salto hacia la depresión internacional porque el coronavirus encontró un huésped perfecto sobre el cual instalarse.

El descalabro educativo que desencadenó el Covid-19 en la educación argentina se explica, a su turno, por el histórico hundimiento de la escuela pública de parte de todos los gobiernos capitalistas desde hace décadas.

A 47 días de cuarentena, la educación argentina está peor, tal cual Romina Del Plá le señaló que ocurriría al ministro nacional de Educación, Nicolás Trotta, en la reunión de la comisión de educación de la Cámara de Diputados, a días de iniciado el aislamiento social obligatorio. Si no se revierte la política de ahogo presupuestario y de devaluación educativa -le advirtió Romina- y se mantiene el pago de la deuda a los acreedores usurarios, la educación saldrá peor de lo que entró en esta cuarentena.

Un diagnóstico certero

Casi la mitad de los niños y adolescentes del país no tienen computadora ni acceso a banda ancha para hacer sus tareas: un 48,7% no tiene PC y un 47,1% no cuentan con wifi en su hogar, según el Observatorio de la Deuda Social Argentina. Esta proporción se eleva a siete de cada 10 en el estrato social más bajo (La Nación, 9 de abril de 2020). Estamos hablando de alrededor de 8 millones de chicas y chicos.

El problema no incluye sólo a los alumnos. Según el gremio que representa a los docentes de la educación privada, Sadop, el 63% de los docentes de escuelas privadas no tienen una computadora propia en sus casas. Los docentes que trabajan en las privadas son los mismos que lo hacen en la educación pública, lo que describe una situación masiva de carencias tecnológicas también en la docencia.

A su vez, según el ministro Nicolás Trotta, menos del 40 por ciento de las escuelas tienen conectividad.

Finalmente, también es la realidad de la universidad: comenzado mayo, el director del Ciclo Básico Común de la Universidad de Buenos Aires –la unidad académica más numerosa- dirigió una nota al conjunto de los profesores señalando que la UBA estaría culminando la construcción de un campus virtual y que hasta que ello se efectivice no podrá desenvolverse ninguna actividad normal, porque el ingreso on line a la plataforma de la principal universidad del país de parte de docentes y alumnos del CBC simplemente la colapsaría.

Y si tomamos los datos del Enacom de 2020, de regreso a manos nacionales y populares, muestran que “más de la mitad de las conexiones nacionales (el 54,11%) tienen una velocidad menor a 20 Mbps, lo que -afirma el estudio- no asegura actividades sincrónicas. Es decir que no se pueden hacer clases a distancia con plataformas educativas ´premium´, que incluyen videoconferencia al estilo Zoom, Google Meet o Jitsi, entre otras funciones”, (Clarín, 20 de abril de 2020).

En estas condiciones, la continuidad pedagógica desde los jardines maternales hasta la universidad es a puro esfuerzo de las y los docentes. Sin clases presenciales ni educación a distancia.

“Cada hogar, un aula”: frustración para alumnos y padres

“Que cada hogar sea un aula” fue el lema del alcalde de Nueva York en medio de la brutal crisis sanitaria que asola a este centro del imperialismo mundial (Agencia Reuters). Pero se toparon con que “la red pública de enseñanza neoyorquina cuenta con un alto nivel de niños pobres y, al menos, 114.000 carecen de techo. Residen en refugios”. En consecuencia, “los educadores se han encontrado con la cuestión de que numerosos hogares de Nueva York, máxima expresión del primer mundo y del cuarto– no disponían de un ordenador con el que conectarse a la escuela” (ídem). Los que apreciaron con beneplácito la situación fueron los dueños de Apple, que vendieron al Estado neoyorquino 300.000 iPads para prestarlos a otros tantos estudiantes que los necesitan para sus clases.

La tendencia capitalista de convertir a cada hogar en un aula tiene por objeto reducir escuelas, alumnos y docentes. Pero en un país atrasado como Argentina, la situación es aún más frustrante. “El aislamiento logró mostrar que la idea de aprender en casa se complica cuando la casa no ofrece lugar adecuado ni condiciones mínimas. Y cuando no hay adultos preparados para acompañar” (Mariano Narodowski, ex ministro de Educación de Mauricio Macri en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires).

Efectivamente. Y esa frustración envuelve a todos, y también llegó a la universidad. Un informe elaborado por la Universidad de San Andrés –difundido en la cuarta semana del aislamiento social, preventivo y obligatorio– “detectó que la mitad de sus estudiantes considera que no es clara la nueva forma de trabajo a distancia, al menos en la totalidad de las materias”, y que se sienten perdidos sin el acompañamiento de los profesores (Revista Viva, 30/4). Además, un 30% manifestó necesitar “liberar tiempo impuesto por obligaciones familiares o domésticas” y un 22% “mejorar su conectividad a Internet” (ídem). Estamos hablando de una de las universidades privadas más elitistas y caras del país. En la sede de Neuquén de la Universidad Nacional del Comahue, las dificultades que deben sortear las y los alumnos/as llevaron a un 50% de abandono del total de los ingresantes.

“Cada hogar, un aula”: desocupación y precarización para docentes

Así como el Ciclo Básico Común se prepara para convertir a cada hogar en un aula, lo mismo declararon las autoridades de la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires. Eso sobra para indicar que es una tendencia general que se pretende imponer, y que hoy ha dejado a centenares de miles de docentes sin trabajo.

Se trata de avanzar en una mayor presencia de una modalidad que no puede reemplazar el vínculo de alumnos y docentes en el proceso de aprendizaje, aprovechando el cuadro que ha impuesto la crisis del coronavirus.

Alejandro Artopoulos, doctor en Sociedad de la Información y el Conocimiento y director de Investigación y Desarrollo del Centro de Innovación Pedagógica de la Universidad de San Andrés lo grafica claramente: “el docente cree que dar clase es una actividad que dura un tiempo limitado y es en un lugar, el aula. Pero a distancia esto cambia. No quiere decir que se transforme en un docente 7x24, tiene que repartir el tiempo durante la semana en línea y luego cada una o dos semanas hacer un contacto en vivo”.

Mariana Maggio, directora de la maestría en Tecnología Educativa de la Universidad de Buenos Aires completa el panorama: “no vamos a estar 8 horas como antes, estamos formulando propuestas por las cuales tendremos presencia los cinco días de la semana, y cuando tengamos una comunicación en vivo, sincrónica, pondremos todo en esas horas: las ideas, el cuerpo, la voz”.

Menos profesores, que ponen la vida. Menos alumnos, que reciben una educación dirigida, unilateral y devaluada, siempre y cuando puedan costear el negocio de la educación a distancia.

La “continuidad pedagógica" de Nicolás Trotta fracasó, pero además propugnamos la defensa de una educación integral, social y colectiva para los hijos de los trabajadores, que forme omnilateralmente, con todos los sentidos y todos los recursos al servicio de entender la realidad y modificarla en servicio de las mayorías populares.



miércoles, 13 de mayo de 2020

La educación argentina, la tecnología digital y la desigualdad social


(Por Paula Cerutti, economista, Unidad de América Latina y el Caribe, Centro de Desarrollo de la OCDE. La Nación, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, jueves 7 de mayo de 2020)- Por lo general, las crisis ensanchan las desigualdades . La pandemia de Coronavirus (Covid-19) dejó al descubierto la brutal brecha digital de la educación . Mientras que los alumnos conectados potencian su aprendizaje, los desconectados suman días perdidos de clase.

Con las escuelas cerradas, el aprendizaje virtual se volvió crítico para más de 14 millones de estudiantes. De la noche a la mañana, directores y maestros pasaron de dar clase en sus aulas a dictar sesiones virtuales, diseñar material a distancia y asegurarles el almuerzo a sus alumnos más vulnerables. Aunque la enseñanza en línea podría reducir algunos de los impactos inmediatos de la cuarentena, aprender en casa es muy complicado cuando no se cuenta con los materiales adecuados, un lugar de estudio, ni adultos preparados para acompañar el aprendizaje. A pesar sus esfuerzos, pocos estudiantes, padres y escuelas cuentan con la infraestructura y las habilidades para aprovechar las ventajas que la tecnología ofrece, ampliando la gran brecha socioeducativa que padece la Argentina.

Para empezar, estudiar a distancia es difícil o casi imposible para los estudiantes más pobres. Tener acceso a una computadora e Internet en el hogar son requisitos indispensables. Alrededor del 60% de los estudiantes de primaria y 66% de secundaria tienen una computadora conectada a Internet en su casa. Las diferencias de clase son enormes: 99% de los alumnos del decil con más ingresos vs. 37% de los alumnos en el decil con menos ingresos.

Disponer de un espacio de estudio es otra fuente de desigualdad. Según datos de la última prueba PISA, en promedio, el 23% de los estudiantes de 15 años no tienen un lugar tranquilo para estudiar en su casa. Esto afecta más a los estudiantes más pobres. Casi un tercio de los estudiantes de las escuelas en desventaja socioeconómica no cuentan con un espacio de estudio en el hogar, comparado con uno de cada diez en las escuelas más favorecidas.

Además, los padres de los estudiantes más pobres pueden ayudar menos que los de sus pares. Sólo la mitad terminó la secundaria y uno de cada cinco usó una computadora en los últimos tres meses.

Los hogares son una cara de la moneda; las escuelas, la otra. Pocas escuelas en el país estaban preparadas para el aprendizaje digital antes de la pandemia. Solo uno de cada cinco estudiantes de 15 años asiste a una escuela con plataforma online para apoyar su aprendizaje, comparado con un tercio de los alumnos en el resto de los países de América Latina que participaron de las pruebas PISA. Aún más alarmante, solo el 41% tiene maestros con las habilidades técnicas y pedagógicas necesarias para integrar dispositivos digitales a su programa de enseñanza, comparado con el 60% en el resto de los países de América Latina.

Algo que parece ser motivo de preocupación, y a tener en cuenta cuando la cuarentena termine, es que hay un gran contraste entre las capacidades digitales de las escuelas en desventaja socioeconómica y las más aventajadas. Dos tercios de las escuelas favorecidas dicen estar preparadas para afrontar los desafíos de la digitalización en las aulas, frente a menos de un tercio de las escuelas desfavorecidas.

La desigualdad digital se suma a las brechas de aprendizaje. El ingreso familiar tiene una influencia poderosa en el rendimiento escolar de los alumnos argentinos. Según PISA, la probabilidad de bajo rendimiento de los estudiantes de familias desfavorecidas es seis veces más alta que la del resto de sus pares.

Si bien los efectos de la pandemia en la educación aún no se pueden medir, es muy posible que los estudiantes de las familias más aventajadas, muchos de ellos entre los de mejor desempeño académico, sigan aprendiendo casi como si las escuelas estuvieran abiertas; mientras que los estudiantes de familias más desfavorecidas, generalmente los de peor rendimiento, se queden aún más atrás.

Varios estudios demostraron que los estudiantes desfavorecidos tienden a experimentar mayores pérdidas de aprendizaje cuando están fuera de la escuela, por ejemplo, durante vacaciones o paros docentes. Según un estudio publicado por la Asociación Estadounidense de Investigación Educativa, cada verano los estudiantes más pobres pierden el equivalente a casi tres meses de aprendizaje frente sus pares de clase media. La falta de material educativo en el hogar explica gran parte de esta diferencia. Lamentablemente, ello se está replicando durante esta cuarentena.

Si la igualdad de oportunidades educativas es una meta compleja en sí misma, el cierre de las escuelas lo ha hecho más difícil. El Coronavirus puso en evidencia que no sólo se trata de infraestructura, materiales, formación docente e integración escolar. También es una cuestión de acercar las herramientas digitales y capacitar en su uso a aquellos que no nacieron en la parte alta de la distribución de ingreso.

Una sociedad que aspira a la igualdad de oportunidades debe permitir que todos alcancen su máximo potencial. Claramente, eso no sucede hoy en Argentina. La tecnología digital promete acceso continuo a aprendizaje de calidad tanto a los estudiantes en cuarentena como a quienes quieren continuar su formación y no lo pueden hacer de forma presencial. Sin embargo, para garantizar que las desigualdades heredadas no se amplifiquen, además de dotar a cada alumno de acceso a dispositivos y contenidos digitales, es indispensable formar a maestros, padres y alumnos en habilidades cognitivas y digitales para que todo puedan beneficiarse de la tecnología.



martes, 12 de mayo de 2020

Pandemia y desigualdad educativa


(Por Claudia Romero, profesora e investigadora del Área de Educación de la Universidad Di Tella. Clarín, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, jueves 7 de mayo de 2020)- Está agobiada pero, por alguna inescrutable razón, mantiene la sonrisa. Vive en el Moreno rural, conurbano bonaerense profundo, donde abunda la escasez. Es empleada doméstica, tiene 33 años y cuatro hijos que van a la escuela pública; tres a la secundaria y uno, Santi, a tercero de primaria. Desde que comenzó la cuarentena no trabaja y, entre los malabares para sobrevivir, se ocupa de las tareas escolares de sus hijos. Con dificultad, porque sólo terminó la primaria.

Le dan muchas tareas a Santi. Es así: lunes y jueves la maestra envía actividades por whatsapp, las copian en el cuaderno, Santi las hace, le sacan una foto al cuaderno y la mandan por whastapp. A veces la maestra pregunta cómo van y si van lento, espera y no manda más tarea. Encontraron un ritmo y eso es importante, porque esta escolarización, aunque mediada por la tecnología, funciona con tracción a sangre.

Hay cosas que le cuestan más. No entiende el método de Santi para sumar. Yo hago cuentas con los números uno debajo del otro, dice, y a él se las hacen hacer en fila. Otra es Inglés, le mandaron que dibuje y escriba las partes del cuerpo humano en inglés. Tuvimos que buscarlas en Google, explica.

Paga 800 pesos por semana para tener internet en el celular, así los cuatro hijos pueden estar conectados. No hay otra, dice, los mayores hacen todas las tareas por Google Classroom y, sin conexión, se quedan afuera. La primera semana de cuarentena en las escuelas repartieron alimentos, los del secundario recibieron cartones de leche, galletitas y mate cocido. A Santi le dieron arroz, fideos y latas de tomate. Pero después de la primera semana, nunca más. Como el mercado está lejos tiene que comprar en el almacén cerca de su casa. Es más caro, la plata no le alcanza. Ella tiene miedo de quedarse sin trabajo.

El Ministerio de Educación nacional, a través de su viceministra, explicó que “el virus infectó a sociedades enfermas de neoliberalismo y que está transcurriendo una experiencia pedagógica enorme que hay que saber incorporarla al futuro”. La mamá de Santi necesitaría algo, digamos, más concreto; conseguir alcohol para desinfectarse las manos, que entreguen la comida del comedor escolar y que los datos del celular sean gratis o con descuento, mientras las escuelas estén cerradas.

Ella tiene un sueño. Su utopía post pandemia no postula la transformación moral de la especie humana. Sueña con que su hijo mayor termine este año la secundaria y empiece la carrera el año que viene. Quiere ser profesor de Educación Física.

En Argentina, desde hace 8 semanas, 11 millones de estudiantes atraviesan la “escolarización en casa”. Más de la mitad viven en hogares pobres con limitado capital cultural. El 40% del país no tiene Internet fijo.

Y poco más de un tercio de los niños acceden a dispositivos y conexiones de calidad para actividades educativas sincrónicas, según el último informe del Observatorio Argentinos por la Educación. Sin embargo, la continuidad pedagógica propuesta por las escuelas se basó en dos supuestos: habría adultos disponible con habilidades para acompañar el aprendizaje y conectividad en el hogar. Ambos supuestos son regresivos y refuerzan el “efecto cuna”, por el cual las oportunidades y los logros de aprendizaje dependen principalmente de las condiciones socioeconómicas y culturales de las familias. Por eso, la pandemia afecta de manera desproporcionada a los más vulnerables y profundizará la desigualdad educativa. El sistema de salud, luego del titubeo inicial, organizó un plan para afrontar la pandemia. Se tomó tiempo para reunir expertos, establecer protocolos, capacitar y adquirir insumos. Veremos si resulta. El sistema educativo no lo hizo. Al día siguiente del anuncio de suspensión de clases presenciales bajo el slogan “la educación no entra en cuarentena”, las provincias y sus escuelas debieron salir a sostener el ciclo lectivo como pudieron, con las desigualdades de siempre.

Sin poder garantizar las condiciones básicas para esta escolarización, entre ellas el acceso a la conectividad requerida para todos los estudiantes y docentes. Con el tiempo, y corriendo de atrás, aparecieron algunas herramientas oficiales: plataformas, cuadernillos, material audiovisual. Pero no todas las escuelas las usan. Muchos estudiantes han quedado absolutamente desvinculados y es posible que no vuelvan.

Ahora el Ministerio dice que actuó de manera “rápida y efectiva” y que llegó el tiempo de evaluar el esfuerzo de familias y estudiantes. Antes de evaluar a Santi y a su mamá, convendría evaluar si las acciones desplegadas fueron pertinentes y, de verdad, efectivas. ¿Cómo rendirá cuentas la política?
Todavía se pueden corregir errores, pero es urgente planificar el día después. Para la etapa de “nueva normalidad escolar” no vale volver a improvisar, hay que anticipar las acciones para compensar y acelerar aprendizajes que no estén asegurados y fortalecer los mecanismos de reparación del daño social. Si esto no ocurre, hasta los sueños más modestos de las madres más abnegadas, como la de Santi, quedarán truncos.



lunes, 11 de mayo de 2020

Documento de la UNESCO: “Surgen alarmantes brechas digitales en el aprendizaje a distancia”


La mitad del total de los alumnos -unos 826 millones de estudiantes- que no pueden asistir a la escuela debido a la pandemia de COVID-19, no tienen acceso a una computadora en el hogar y el 43% (706 millones) no tienen Internet en sus casas, en un momento en que se utiliza la educación a distancia por medios digitales para garantizar la continuidad de la enseñanza en la inmensa mayoría de los países.

Estas cifras fueron recopiladas por el Equipo de Trabajo sobre Docentes, una alianza internacional coordinada por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), sobre la base de los datos procedentes del Instituto de Estadística de la UNESCO y la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

Las disparidades son particularmente profundas en los países de bajos ingresos: en el África Subsahariana, el 89% de los alumnos no tienen acceso a computadoras de uso doméstico y el 82% carecen de acceso a Internet.

Además, a pesar de que mediante los teléfonos móviles los estudiantes pueden acceder a la información y conectarse con sus profesores y sus compañeros, unos 56 millones de alumnos viven en lugares donde no llega la cobertura de las redes móviles, y casi la mitad de ellos se encuentran en el África Subsahariana.

“Si bien deben multiplicarse los esfuerzos para proporcionar conectividad a todos, ahora sabemos que la continuidad de la enseñanza y el aprendizaje no puede limitarse a los medios en línea”, declaró Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO. “Para reducir las desigualdades existentes, también debemos respaldar otras opciones, como el uso de programas de emisoras de radio y televisión comunitarias, y la creatividad en todas las formas de aprendizaje. Estas son soluciones que estamos estudiando con nuestros asociados de la Coalición Mundial para la Educación”.

A escala mundial, al menos 1 500 millones de estudiantes y 63 millones de docentes de enseñanza primaria y secundaria se ven afectados por el trastorno sin precedentes causado por la pandemia de COVID-19, que ha conllevado el cierre de las escuelas en 191 países.

Incluso para los maestros de países que poseen una infraestructura fiable de tecnología de la información y la comunicación (TIC) y conectividad en los hogares, la rápida transición al aprendizaje en línea ha sido complicada. En el caso de los profesores de las regiones en las que el acceso a las TIC y otras metodologías de aprendizaje a distancia es más reducido, la transición ha sido aún más difícil o hasta imposible.

Los maestros también requieren formación para impartir eficazmente la educación a distancia y en línea, pero ese apoyo es particularmente escaso en los países de bajos ingresos. En toda el África Subsahariana, solo el 64% de los maestros de enseñanza primaria y el 50% de los de enseñanza secundaria han recibido una formación mínima, que con frecuencia no incluye competencias en materia de TIC.

“Estas desigualdades constituyen una verdadera amenaza para la continuidad del aprendizaje en un momento en que se produce un trastorno educativo sin precedentes”, dijo Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO. “La necesidad de subsanar esas deficiencias fue lo que impulsó la puesta en marcha de la Coalición Mundial para la Educación COVID-19, que agrupa a más de 90 asociados de los sectores público y privado, a fin de concebir soluciones universales y equitativas y lograr que la revolución digital sea inclusiva”.

Entre los miembros de la Coalición Mundial para la Educación figuran la Unión Internacional de Telecomunicaciones y grupos clave que apoyan a los docentes, como la Internacional de la Educación, la Fundación Varkey, la Organización Internacional del Trabajo y el Equipo Internacional de Trabajo sobre Docentes para Educación 2030, que recientemente hizo un llamamiento a la acción para ayudar a los maestros afectados por la pandemia.

El viernes 17 de abril la UNESCO celebró su quinto seminario web sobre la respuesta educativa a la COVID-19 para compartir las experiencias de los países en materia de estrategias de aprendizaje a distancia durante la pandemia de COVID-19.