viernes, 31 de marzo de 2017

"Cinco veces NO a la Escuela Secundaria Río Negro (ESRN)"



La determinación del conjunto, se fortalece día a día. Los manotazos de ahogado del gobierno también. La ministra Silva anuncia el descuento de un paro nacional que ni siquiera Macri se atrevió a declarar ilegal. Aparecen formas solapadas de amedrentar, como enviar policías para averiguar quiénes pararán, hacer declaraciones sobre la falta de voluntad de las y los docentes de ponerse a trabajar en esta nueva escuela, limitar el conflicto solo a la disputa salarial o a las internas sindicales, con el objetivo de quebrar el vínculo con las familias y la comunidad en general.

No pasa un solo día sin que los medios afines se ocupen de las operaciones de prensa gubernamentales para deslegitimar los reclamos. Como una crónica del fracaso anunciado, a medida que avanza la ESRN, aparecen los problemas que UnTER (Unión de los Trabajadores de la Educación de la provincia de Río Negro) auguró y más. Frente a esto, la masiva reacción dentro de las instituciones afectadas no se hizo esperar. Los números son contundentes, más de 250 docentes en Roca-Fiske Menuco, un centenar en Valle Medio y Allen una votación de 86 a 15, en San Antonio Oeste definieron las votaciones negativas. Numerosos reclamos administrativos en Bariloche obligaron a los supervisores a pedir autorización al CPE para la suspensión porque les resultaba imposible otorgar un solo cargo, sin el riesgo de ser impugnado. 60 recursos de amparo, presentados en un solo día por quienes vieron avasallados sus derechos laborales. Sin docentes, sin horarios, sin discusión curricular así pretenden que se inicien las clases

¿Cuántos “No a la ESRN” hacen falta para que el gobierno entienda que la docencia rionegrina no acepta prestarse al juego de las apariencias, que pretenden imponerle?. No les alcanzó con las veintitrés asambleas impedidas por UnTER, en toda la provincia en febrero, ni con el fracaso de la inscripción en línea, que impusieron de manera ilegal y mentirosa, cuyos resultados dibujaron a fuerza de ocultar información, mandar a sus esbirros para presionar a las y los docentes bajo amenaza de perder sus puestos laborales, incluso modificar resoluciones para adaptarlas a la necesidad caprichosa de sus funcionarios.  

Incertidumbre es el nombre de la escuela secundaria en Río Negro. Tanta persistencia obcecada y ciega de la patronal, resulta llamativa. ¿Ante quién debe rendir cuentas, al punto de verse obligada a un autoboicot, emitiendo normativas contradictorias, que deben enmendar a cada paso?. ¿En manos de que mono con carnet quedaron los datos privados de las y los docentes que vieron sus nombres publicados, sin haberse inscripto, o aquellos que ya están fuera del sistema porque ya se jubilaron, viven en otras provincias o peor, fallecieron meses atrás y, sin embargo, hoy figuran con cargos adjudicados o en disponibilidad?.

La última vuelta a este delirio, la dio Gabriela Lerzo, con una nota múltiple ordenando que mañana, en el marco del paro nacional, se reciba al conjunto de estudiantes para retenerlos una hora, enviarlos a casa y mientras que las y los docentes “designados”, deberán quedarse las tres horas siguientes apropiándose de la ESRN. Le hace un favor al sindicato, porque de esta manera, en esas instituciones, se llegará sin duda al 100% de adhesión a la medida de fuerza.

En la paritaria del 13 de marzo y luego de fuertes discusiones que obligaron al representante de trabajo a ofrecer una mediación el lunes 20, para buscar una salida al conflicto por la escuela secundaria. UnTER tiene muy claro que es necesario modificar la educación secundaria y que para eso hace falta tiempo para analizar, debatir elaborar consensos dentro de las comunidades educativas. Es lo que solicitó en cada oportunidad que se le presentó y con esa tesitura participará de la reunión, con el aval del conjunto que en estos días reafirmó en las asambleas lo que se discutió y votó en los congresos. 

Le toca al gobierno, con la madurez que la situación amerita, reconsiderar sus decisiones, escuchar a las comunidades, abrir los espacios de debate necesarios para lograr la construcción colectiva de un modelo educativo que garantice a las nuevas generaciones la escuela pública que le permita aprender a transformar la sociedad.

General Roca-Fiske Menuco, martes 14 de marzo de 2017


jueves, 30 de marzo de 2017

El gobierno de Córdoba sigue dilatando la negociación paritaria

Desde la UEPC (Unión de los Educadores de la provincia de Córdoba) informamos que, contrario a lo que se ha difundido, transitando ya la última semana del mes de marzo, el Gobierno de Córdoba no ha convocado a nuestro gremio a continuar la discusión paritaria.

En este contexto de dilación y falta de definiciones por parte de la Provincia, nos preocupa profundamente que el Gobernador Schiaretti haya resuelto tomarse una semana de vacaciones. Esto indica claramente que el Ejecutivo no tiene la voluntad de tomar decisiones al respecto en el transcurso de esta semana, con todo lo que ello implica para el normal funcionamiento del sistema educativo y la falta de certezas salariales para las y los educadores de Córdoba.

Continuamos esperando que el Gobierno retome la paritaria como instancia de diálogo y negociación y no como un espacio vaciado de su sentido original en el que solo se pretende imponer su posición inicial, la cual no se ha modificado en ningún aspecto desde inicios de año.

En este grave contexto, queremos reiterar la denuncia por los atropellos a que son sometidos supervisores y directivos de escuelas a quienes se les reclama en forma perentoria la presentación de listas de los docentes que ejercen su derecho de huelga ante los incumplimientos oficiales. A ello se suma las presiones a los propietarios de colegios privados en igual sentido bajo amenaza de suspensión del aporte estatal para pago de salarios docentes.

Como agravante de ello, se han bloqueado los sistemas de auto gestión de las escuelas, obstaculizando las operaciones necesarias para informar el ingreso y egreso de docentes, como de otras cuestiones escolares, entre ellas los movimientos de alumnos en el Paicor.


martes, 28 de marzo de 2017

Precariado universitario

(Por Enrique Javier Diez Gutiérrez, profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de León, España. Sinpermiso, Barcelona, lunes 27 de marzo de 2017)- La gestión neoliberal de nuestra Educación Superior está convirtiendo las universidades públicas en empresas, como constatan investigadores de prestigio como Noam Chomsky.

El personal docente e investigador (PDI) se vincula cada vez más con las universidades con fórmulas contractuales caracterizadas por la precariedad y por la temporalidad. La contratación de “profesores y profesoras asociados” y de figuras cada vez más temporales, precarias y con derechos cada vez más recortados, a fin de reducir costes laborales e incrementar el servilismo laboral, es parte del asalto neoliberal general a los servicios públicos, a los bienes comunes, a los denominados “procomunes”.

La Ley Orgánica de Universidades de 2000 (LOU) creó seis modalidades de contratación de carácter temporal. A lo que habría que añadir el profesorado visitante, los y las investigadoras Ramón y Cajal, o Juan de la Cierva, así como las y los técnicos de investigación y el profesorado asociado. Esta última figura, por su bajo coste, por ser los que más carga docente tienen, y por su carácter contingente, ha animado a utilizar profusamente esta figura en las Universidades. Se les despide cada semestre, para no pagarles las vacaciones. La conjunción entre asociados y becarios de investigación, evidencia que buena parte de la docencia universitaria está en manos del profesorado peor pagado de todo el sistema educativo.

Este modelo neoliberal pretende un sistema dual de profesorado, como en su reflejo empresarial: una “élite” investigadora y docente de “fichajes estrella” con contratos blindados y una mayoría de profesorado en condiciones precarias, temporales y dependientes de continuas renovaciones de sus superiores, mal pagados y trabajando “a destajo”, con graves dificultades para mantener una cierta “libertad de cátedra” e independencia académica.

A esa élite hay que añadir la proliferación de otra “élite de ejecutivos” que florecen en este modelo de negocio empresarial universitario. Gerentes, cargos administrativos y burocráticos, y empresas asociadas de gestión, se convierten en imprescindibles si tienes que controlar a la gente: una suerte de despilfarro económico, pero útil para el control. En los últimos años se ha registrado un aumento drástico en nuestras universidades de estos “profesionales” de la gerencia y los cargos burocráticos, más que bien pagados y “afines” a quien los contrata.

No obstante, la fe de los fanáticos talibanes en el credo neoliberal es inquebrantable. Cuando Alan Greenspan, economista norteamericano conocido por haber sido presidente de la Reserva Federal de EE. UU., testificó ante el Congreso en 1997 sobre este modelo económico, explicó que una de las bases de su éxito era que estaba imponiendo lo que él mismo llamó “una mayor inseguridad en los trabajadores”. Según esta ideología, si la clase trabajadora está insegura no exigirá aumentos salariales, no irá a la huelga, no reclamará derechos sociales. Y eso es lo óptimo para la salud económica de las grandes empresas. En su día, a todo el mundo le debió parecer razonable el argumento de Greenspan, a juzgar por la falta de reacciones y los aplausos registrados, recuerda Chomsky.

Eso es lo que se ha transferido a las universidades. Conseguir una mayor “inseguridad” de los profesionales que en ellas trabajan manteniéndoles pendientes de un hilo que puede cortarse en cualquier momento, de manera que mejor que sean dóciles, acepten salarios ínfimos y trabajen a destajo. Esa es la manera como se consiguen universidades “eficientes” desde el punto de vista de la ideología empresarial. Y en la medida en que las universidades avanzan por la vía de un modelo de negocio empresarial, la precariedad es exactamente lo que se impone.

Los efectos de esta lógica neoliberal individualizada, precarizada y competitiva, que fija retribuciones, dedicación y prestigio en función de los resultados, supone un aumento de la presión y del estrés laboral, del ritmo de trabajo. Se perciben con mayor claridad cuando afectan a colectivos precarios de docentes e investigadores porque los hace responsables no sólo de su competencia profesional (de su nivel de reconocimiento) sino de mantener (o de conseguir en un horizonte incierto) el propio puesto de trabajo, responsable de su potencial empleabilidad. En estos colectivos la desregulación laboral se traduce en exigencias de flexibilidad y en mayor precariedad. A la flexibilidad temporal (inestabilidad de contratos, dependencia de las subvenciones variables) hay que añadir la flexibilidad horaria (disponibilidad más allá de lo estipulado) y la flexibilidad funcional (polivalencia y tensión formativa correlativa a los posibles cambios en los requisitos de las distintas instancias evaluadoras). Estas nuevas reglas del juego laboral tienen también como efecto perverso una despolitización del profesorado y una casi exclusiva dedicación a aquello que se considera clave en el reconocimiento académico de méritos, centrándose únicamente lo que permite superar pruebas de rendimiento, tener visibilidad y reconocimiento institucional.

Las políticas públicas de gobiernos conservadores, neoliberales y socialdemócratas han promovido y están incentivando que nuestras universidades públicas se orienten hacia este modelo de gestión empresarial, donde parece que lo que importa es mantener los costos bajos y asegurarse de que el personal contratado es dócil y obediente.

La idea es transferir la mayor parte de la docencia a trabajadores precarios, lo que mejora la disciplina y el control. Los costos, claro está, los pagan los estudiantes y quienes se ven obligados a desempeñar esos puestos de trabajo precarios. Pero es un rasgo típico de una sociedad dirigida por la mentalidad empresarial transferir los costos a la gente. La universidad impone costos a los estudiantes y a un personal docente que, además de dificultar gravemente su carrera académica, se le mantiene en una condición que garantiza un porvenir sin seguridad. Todo eso resulta perfectamente natural en los modelos de negocio empresariales. Es nefasto para la educación, pero está claro que su objetivo no es la educación.

Es sorprendente que el dogma neoliberal sea incapaz de comprender que la Universidad debe ser una institución democrática, en la que la comunidad universitaria (profesorado, estudiantes, personal no docente) debe participar en la determinación de la naturaleza de la institución y de su funcionamiento. Esto no es ninguna propuesta ni siquiera progresista o de izquierda, por cierto. Procede directamente del liberalismo clásico de sus fundadores, como John Stuart Mill, que daba por descontado que los puestos de trabajo tenían que ser gestionados y controlados por la gente que trabajaba en ellos: eso es libertad y democracia.

Es la comunidad universitaria y sus docentes quienes tienen que establecer qué van a enseñar, cuál será el programa, cómo se va a desarrollar las investigaciones y cómo compartirlas y colaborar en ellas. En un sistema representativo, necesitas tener a alguien haciendo labores administrativas, pero tiene que poder ser revocable, sometido como está al servicio de los componentes y la institución que administra.

Es bueno para las personas, para la sociedad e incluso para la economía el que la gente sea creativa e independiente y libre. Todo el mundo sale ganando de que la gente sea capaz de participar, de controlar sus destinos, de trabajar con otros: puede que eso no maximice los beneficios económicos inmediatos ni la dominación de unos pocos sobre otros, pero, como plantea Chomsky también, ¿por qué tendríamos que preocuparnos de esos “valores”?


lunes, 27 de marzo de 2017

La Asociación de Docentes de Santa Cruz (ADOSAC) votó una huelga de 120 horas

(Clarín, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, domingo 26 de marzo de 2017)- Los docentes de Santa Cruz, provincia gobernada por Alicia Kirchner, iniciarán mañana un paro por "120 horas" en reclamo de mejoras salariales, según se decidió en el congreso de la Asociación de Docentes de Santa Cruz (ADOSAC) que se realizó hoy en la localidad santacruceña de Puerto Deseado.

Los maestros, que vienen de varias jornadas de huelga, decidieron ahora realizar "paro docente y movilización por 120 horas" para reclamar un salario inicial de 20.500 pesos para un cargo base, que hoy alcanza los 16.500 pesos.

En un comunicado, la ADOSAC expresó el "rechazo unánime a la miserable propuesta del 3 por ciento realizada por el Poder Ejecutivo en la última paritaria".

Además, indicó que durante el congreso analizaron la "situación que están padeciendo los trabajadores como consecuencia de las políticas del Estado provincial, cuando aún no se ha percibido la totalidad del salario de febrero".

El gobierno de Alicia Kirchner, cuñada de Cristina Fernández de Kirchner, propuso un aumento de 512 pesos al ítem título docente, y el próximo miércoles retomarán el debate salarial con ADOSAC y AMET.

En ese marco, los docentes decidieron realizar una movilización el próximo miércoles, día en el que se retomará el debate sobre la paritaria, para "exigir al gobierno la inmediata solución a todos los problemas del sistema educativo".
Además, se movilizarán hasta las sedes de la obra social provincial Caja de Servicios Sociales para pedir "el inmediato cese de su intervención".

Criticada por no referirse a lo que sucede con los maestros en Santa Cruz, la ex presidenta viene pronunciándose, en sus redes, en favor de los docentes, que la semana pasada protagonizaron una multitudinaria Marcha Federal Educativa.