viernes, 17 de mayo de 2013

El gobierno de España aprobó hoy una nueva reforma de la educación, séptima en 37 años de democracia, pese al contundente rechazo del sector educativo y de la mayoría de los partidos políticos


(Prensa Latina. Viernes 17 de mayo de 2013)- En su habitual reunión semanal, el Consejo de Ministros dio luz verde este viernes a la denominada Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad de la Educación (Lomce), impulsada por el derechista Partido Popular, tras lo cual será remitida al Congreso de los Diputados.
En rueda de prensa junto al ministro de Educación, José Ignacio Wert, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, subrayó que la educativa es una de las reformas fundamentales de la administración conservadora de Mariano Rajoy.
Sáenz de Santamaría explicó que la futura norma tiene el doble cometido de mejorar la calidad de la enseñanza y acabar con los elevados niveles de fracaso escolar, que, según su criterio, dificultan la inserción laboral de los jóvenes españoles.
Sin embargo, para la comunidad educativa (docentes, alumnos y asociaciones de padres) y casi todas las fuerzas políticas de la oposición, la Lomce es segregadora, elitista, adoctrinadora y mercantilista.
Hace una semana, la Plataforma Estatal por la Escuela Pública realizó una huelga general en todos los niveles de enseñanza de esta nación europea contra la proyectada legislación y los duros recortes en educación aplicados por Rajoy.
La citada plataforma, que aglutina, entre otros, al Sindicato de Estudiantes, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos y varias centrales obreras, valoró de masiva la adhesión a la medida de fuerza.
Además del paro, en numerosas ciudades tuvieron lugar multitudinarias manifestaciones para protestar contra la también conocida como Ley Wert (por el apellido del titular de Educación).
Entre otras impopulares medidas, esa norma incrementa las tasas universitarias, reduce la capacidad de decisión de las autonomías, que tienen transferidas las competencias en la instrucción estatal, suprime la selectividad e introduce exámenes de reválida al final de cada ciclo.
Estudiantes, profesores y familias impugnan los cambios promovidos por el ministro, al considerar que son contrarios a la igualdad de oportunidades y favorecen la privatización de la escuela pública.
Cataluña, Canarias, Asturias, País Vasco y Andalucía son algunas de las 17 comunidades autónomas españolas que exteriorizaron su repudio a la Ley Wert.
El Sindicato de Estudiantes acusó a la derecha gobernante de utilizar la crisis económica como coartada para el desmantelamiento del sistema educativo universal.
La intención del Gobierno es expulsar del sistema educativo a miles de jóvenes de las familias más humildes, denunció la organización juvenil.


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