jueves, 14 de noviembre de 2013

El ascenso del fascismo en Grecia y en Europa


Documento de Michel Savat-Masas presentado en la V Conferencia Científica Rusa sobre “Democracia moderna: Historia, problemas actuales y potencial desarrollo”, en la Biblioteca Nacional Rusa, Dom Plekhanova, Leningrado, 9 de octubre de 2013.

(…) 3. En las llamadas “alturas” de la sociedad capitalista, no en las oscuras bandas fascistas al estilo mafioso, las elites gobernantes, sus “cerebros” y los principales medios de comunicación, ahora tratan abiertamente a la democracia como un obstáculo superfluo y peligroso para resolver la crisis económica. Ellos mismo cínicamente refutan en la práctica y desacreditan su propio armamento ideológico central: la democracia parlamentaria burguesa. Sin embargo, en su nombre no cesan de impulsar su extendida cruzada anticomunista y las guerras imperialistas por un “cambio de régimen” en Afganistán, Irak, Libia o Siria.

Se puede encontrar un notable ejemplo en un informe sobre la crisis en la eurozona publicado el 28 de mayo de 2013 por J.P. Morgan, el banco más grande de los Estados Unidos.

El informe subraya que si bien en algunas áreas el “ajuste” ha logrado algunos progresos y en otros apenas ha comenzado, el área más problemática es la político-social, particularmente en el sur de Europa debido a los cambios políticos introducidos luego de la caída de las dictaduras de la región: “Las constituciones y acuerdos políticos en la periferia sur establecidos luego de la caída del fascismo, tienen una cantidad de características que parecen no adaptarse a una futura integración de la región”.

En las observaciones finales del informe del J.P. Morgan, los autores, con referencia a Grecia, España y Portugal subrayan nuevamente “Los sistemas políticos en la periferia fueron establecidos como consecuencia de las dictaduras y fueron definidos por esa experiencia. Las constituciones tienden a mostrar una fuerte influencia socialista (¡!¿?) reflejando la fuerza política que los partidos de izquierda ganaron luego de la derrota del fascismo. Los sistemas políticos en la periferia típicamente muestran algunos de los siguientes rasgos: ejecutivos débiles, estados centrales débiles en relación a las regiones, protección constitucional de los derechos laborales, sistemas de construcción de consenso que estimulan el clientelismo político y el derecho a la protesta si se efectúan cambios no bienvenidos al status quo político. Los defectos de este legado político han sido revelados por la crisis.”

No es una revelación ni una sorpresa que para J.P. Morgan y todos los bancos y capitalistas que “la protección constitucional de los derechos laborales” o “el derecho a la protesta” son considerados “defectos”, impedimentos para la resolución de la crisis, e incluso algo peor, “socialistas”. Sin embargo, estas afirmaciones demuestran su actitud hacia la clase de democracia que sirve a sus intereses. (…)

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