martes, 30 de noviembre de 2010

La mancha humana, según Roth/Benton

The Human Stain (La mancha humana) es una novela que el norteamericano Philip Roth publicó sobre el final del siglo pasado y cuya traducción distribuyó la editorial Alfaguara en el 2001. Es un relato ambicioso que, a través de la vida y muerte de su personaje central, se las arregla para trazar un  moralmente amargo panorama de los Estados Unidos de las últimas décadas. El personaje en cuestión se llama Coleman Silk, un negro que -por esas cosas de la genética- no es muy negro y su apariencia blanca la va a permitir conseguirse un par de mujeres de ese color y algunas ventajas sociales, tanto en la Armada como en los estudios superiores; a tal punto que en determinado momento termina por meter la crucecita de “White” en uno de los formularios que le hacen llenar y desde entonces se olvida de su madre y sus hermanos, ellos sí definitivamente negros.


Se convierte más tarde en un prestigioso profesor universitario a quien -sorpresas te de la vida- en cierto momento sus colegas acusan de racista precipitando la muerte de su mujer y la huída del hombre hacia algún lugar donde pueda refugiarse de la estupidez. Allí seguirás sus días como docente y sin buscarlo mucho una lluviosa mañana se topará con una mujer joven, cuya suerte está signada por la tragedia de haber perdido a sus dos hijos en un accidente y la sombra de su ex marido que la persigue como una enfermedad. La mujer que tiene tres trabajos, porque, según afirma, “la acción impide el pensamiento”, de alguna manera sacudirá el último tramo de la existencia de un Silk ahora adorador del viagra, antes de que se precipite la anunciada tragedia final mientras de fondo se escuchan las discusiones de café y los cuchicheos con que la gente sigue el entuerto Clinton/Lewitsky…


En el 2003 Robert Benton dirigió la versión cinematográfica de la historia. Anthony Hopkins se puso el traje de Silk, Nicole Kidman interpretó a la joven madre llamada Faunia que ha perdido a sus hijos, y Ed Harris le prestó el cuerpo a su ex esposo, Lester Fawley. La película es bastante literal y va mezclando con buen tono el ahora y el ayer de Silk, para que el destino vaya completando su figura. Gary Sinise interpreta al escritor que se hace amigo y confidente de Silk, e inspirado por él escribe la novela que lleva por nombre el que ya sabemos. Las apariciones de este novelista y sus acotaciones en off suman los momentos más flacos del filme, que, por lo demás es bastante aceptable. Cada tanto se lo encuentra en los canales de cable y en horarios inesperados.

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