viernes, 26 de noviembre de 2010

Georg Friedric Haas y su música espectral

Se conoce con el apelativo quizás un poco ampuloso de música espectral a una variante estética contemporánea que trabaja a partir de la ampliación de las escalas sonoras tradicionales. Se trata, como suele ocurrir, de una tradición milenaria de tratamiento de los sonidos musicales, que en el último siglo ha sido teorizada y practicada por venerables compositores académico; una corrigen te que a partir de los años sesenta adquirió nuevo y rico impulso, principalmente desde Francia, donde puede rastrearse incluso en las obras del gran Olivier Messiaen. La música espectral, en un sentido restrictivo, se basa principalmente en el descubrimiento de la naturaleza del timbre musical, en la descomposición espectral del sonido musical y su explotación. El filósofo y músico Hughes Dufourt fue el primero en acuñar el término espectralismo en un artículo de 1979.
Entre los miembros últimos y más interesantes de esta corriente se encuentra Georg Friedrich Haas. El estilo de Haas, dicen los especialistas, se acerca al de Gyorgy Ligeti, de acuerdo a su uso de la micropolifonía, los microintervalos y la explotación de la serie de sobretonos.


En el año 2002 este compositor e investigador austríaco nacido en 1953 dio a conocer una obra que nos permitió conocerlo y que aquí queremos destacar. Se trata de In Vain, una obra para orquesta de veinticuatro instrumentistas. La pieza apenas supera la hora de duración y es una buena muestra de su particular búsqueda estética. El crescendo que va del piano y los cientos a las cuerdas que finalmente ocupan el primer plano y cada tanto rebotan en el límite de la disonancia más aguda para volver al esquema de partida, que nuca termina de dibujarse como una línea melódica definida y más bien se dispersa en las proporciones de una atmósfera oscura y densa, donde cada tanto titilan destellos de percusión. El desafío bien vale la pena.

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