viernes, 14 de marzo de 2014

Los maestros en huelga de la provincia de Buenos Aires ya son héroes

Han tenido que enfrentar el discurso en cadena nacional de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien, en la apertura de las sesiones legislativas, este primero de marzo nuevamente volvió a recordar las muchas vacaciones que tienen lo maetros que toman a los chicos y a sus padres de "rehenes", y hasta desempolvó el recurso del "presentismo" del arsenal de los encargados de la educación patria en la época de Carlos Saúl Menem, como una perversa vía para dividir a los docentes y atar sus salarios a una brumosa "productividad".

Han tenido que enfrentar al ministerio de Trabajo nacional y provincial y la declaraciones de "conciliación obligatoria", que fue anticipada por el jefe de gabinete, Jorge Capitanich, como para que quede claro hasta qué punto las mentadas "conciliaciones" son una herramienta contra los trabajadores de quien a la vez es juez y parte (patronal).

Han tenido que enfrentar los dichos del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, quien, amparado por la complicidad periodística hace dos días sostuvo que en la continuidad del paro "había algo extraño, "algo que olía mal", como para que los sesudos analistas empezaran a hilvanar las motivaciones políticas escondidas.

Han tenido que enfrentar la embestida de todos los siciolistas y kirchneristas que hablan de la "demencia" de la medida en curso, pero quienes, por si las palabras no son lo suficientemente persuasivas, ya han comenzado a efectivizar descuentos salariales que oscilan entre 800 y 1.900 pesos según la antigüedad y el cargo.

Como todos los trabajadores argentinos han tenido que padecer un crecimiento del costo de los alimentos y los productos básicos de consumo familiar de más del diez por ciento en dos meses de 2014 y del cuarenta por ciento medido en el último año.

Tienen que enfrentar los excesos del vicegobernador Gabriel Mariotto que, más a la derecha de los anteriormente nombrados, ha exigido que se declare por ley a la educación "servicio público" y que por lo tanto los docentes sean privados de su derecho a la huelga.

Han tenido que enfrentar la defección de buena parte de la dirigencia sindical; los gremios más alineados con el gobierno a través de sus lazos con la Confederación General del Trabajo "caloísta" -la Unión de los Docentes Argentinos (UDA), los técnicos de AMET, los privados de SADOP- decidieron acatar la conciliación y manotear cualquier cifra que les acercaran.

Han tenido que suplir las "debilidades", "expectativas" y reuniones clandestinas de la dirección del Frente Gremial Docente Bonaerense -Roberto Baradel del SUTEBA y Mirta Petrocini de la FEB- con cientos de asambleas y movilizaciones, bien democráticas, masivas y combativas, organizadas con mucho esfuerzo y dificultad en cada escuela y distrito.

Y en las movilizaciones y los cortes han tenido que enfrentar también el hostigamiento, las fotos y los palos del aparato de seguridad comandado por el militar Sergio Berni e inspirado por el mismo discurso presidencial, gorila y antiobrero, que enfatizó que había que impedir a como sea los piquetes, amenaza que arrancó los aplausos de los legisladores del PRO de Mauricio Macri.

Ahora traza la raya y sumá. ¿Viste? Eso son, verdaderos héroes.


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