El ex rector Cerisola fue condenado a 3 años y 6 meses, y a pagar a la suma de $39.000.000; Olga Cudmani a tres años y dos meses y también a devolver cerca de 39 millones; Osvaldo Venturino a dos años de prisión en suspenso. Luis Sacca, un actor clave en los hechos investigados, fue absuelto por «por el beneficio de la duda».
Sin embargo, nadie irá a prisión hasta que las condenas queden firmes.
El fallo, además de dejar impune a Sacca y establecer montos irrisorios a los condenados, deja intacta la estructura de desvío de fondos, negociados y de contaminación ambiental. La impunidad continúa.
El ex rector Cerisola y sus funcionarios no actuaron en soledad, contaron con una cadena de complicidades: empresas constructoras, ex-autoridades, funcionarios y asesores de la UNT de aquel entonces. Además, actuaron con la anuencia del Consejo Superior de ese entonces.
Desde ADIUNT (Asociación de los Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Tucumán) alertamos previamente sobre este proceso. Caracterizamos que era un juicio acotado que no toca en lo más mínimo la trama de responsabilidades del desfalco.
Desde ADIUNT vamos a seguir la lucha para que se investiguen y condenen a todos los responsables, que se avance en el segundo juicio que alcanza a los empresarios involucrados.
Exigimos la apertura de todos los libros contables y la documentación secreta de YMAD y las cuentas de la UNT.
Es necesario que conformemos una comisión independiente de estudiantes, docentes y no docentes, y representantes de los pueblos afectados, que investigue a fondo estos 30 años de contaminación y negociados.
Exigimos la ruptura inmediata de la UNT con la megaminería contaminante. No a Agua Rica.
La educación pública no debe financiarse con fondos que provienen de empresas privadas, y menos con recursos que provienen de una producción que saqueó nuestros recursos naturales y produjo un daño ambiental de enormes magnitudes, como fue el caso de Bajo La Alumbrera.
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