viernes, 2 de octubre de 2015

Países modelo

Un grupo organizado de padres, abuelos y activistas a favor de la educación pública superaron los veinte días de una huelga de hambre que iniciaron para salvar la Dyett High School, la única escuela secundaria pública de inscripción abierta que queda en la comunidad de Bronzeville, en la popular ciudad de Chicago. Quienes apoyaban la medida, y desfilaron con grandes carteles que portaban consignas en un inglés bien cercano a los rioplatenses,  afirmaron frente a los periodistas que antes de anunciar los planes de cierre, las autoridades de la ciudad hacía años que habían abandonado el colegio a su suerte, o sea que fueron los brutales recortes presupuestarios, más o menos camuflados, los que determinaron la actual situación de catástrofe.


Durante el gobierno de Rahm Emanuel, el alcalde y ex jefe de gabinete de Barack Obama, explicaban los volantes que se repartieron en la ocasión, Chicago clausuró cincuenta escuelas en barrios predominantemente afroestadounidenses y latinos, como parte de lo que se denuncia como un impulso hacia la privatización de la educación.

Mientras tanto, los mandamás de la educación francesa acaban de restituir el dictado obligatorio -uno por día, como una píldora de penicilina- para conjurar los males en el aprendizaje de la lengua que exhiben los estudiantes galos. 

Los comentaristas de los medios comerciales que machacan el sentido común, y de continuo se preguntan por escrito, al aire y de cara a la cámara con qué economía se debería referenciar la Argentina, con aquellas que no logran salir del atraso y se hunden en la inflación o con la de las naciones desarrolladas, no terminan nunca de dejar en claro modelo de qué son las naciones modelo.


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