sábado, 31 de octubre de 2015

Pongamos a la escuela en asamblea

Desde las Secretarías de Media y técnica proponemos esta Segunda Declaración sobre Escuela Abierta para reflexionar en conjunto.

Nuevamente  los gobiernos, tanto el nacional como el provincial, nos bajan una jornada de Escuela Abierta para realizar obligatoriamente. Nuevamente, el adoctrinamiento oficial nos dirá que la responsabilidad de todo lo erróneo que sucede en la escuela es nuestra, por la mala predisposición al cambio. Y ahora plantea incluir en esta jornada a los alumnos, con actividades que disminuyen  la tarea pedagógica cotidiana de docentes y estudiantes a una temática meramente “vincular” como si esa dimensión no estuviera presente en el día a día.

No existen en esto casualidades sino una planificación estatal de los gobiernos que pretenden volcar toda la responsabilidad en las espaldas de los docentes y, ahora, de los alumnos. Decíamos en nuestra declaración anterior: “el verdadero contexto de este Programa Nacional es el fracaso absoluto de una política concertada entre los distintos gobiernos frente a la educación. Esta política, caracterizada por intentar propagandizar la escuela como una “isla” donde se pueden mantener ciertos parámetros de normalidad mientras la sociedad cruza por una profunda crisis de inseguridad, pobreza y degradación de las condiciones de vida, es la que ha fracasado rotundamente, como lo demuestra la realidad cotidiana de los establecimientos.“ (Declaración sobre el Programa Escuela Abierta, AMSAFE Rosario, junio de 2014).

Luego de casi 10 años de la  “nueva” Ley de Educación Nacional, sancionada por el kirchnerismo en 2006 y promocionada como la superación de la nefasta Ley Federal de Educación, la mitad de los chicos y chicas siguen sin terminar la escuela secundaria en tiempo y forma.  En esta “década ganada” se ha publicitado con gran efusividad una enorme cantidad de políticas públicas que supuestamente iban a remediar este déficit educativo.  Sin embargo, y a pesar de las propagandas oficiales, esto no se ha cumplido y ante la cruda realidad de una cotidianeidad escolar angustiante que golpea los despachos oficiales, los funcionarios ministeriales se han decidido por la receta de siempre: responsabilizar a los trabajadores de las escuelas, que ponemos todos los días nuestro cuerpo y nuestra mente, como los culpables de la crisis educativa.
La jornada de Escuela Abierta planteada para fin de mes continúa  esta línea política e incluye ahora a los alumnos, pretendiendo transformar los graves problemas que nuestros chicos y chicas deben enfrentar en meras dificultades “de relación” entre pares o con los docentes. Como si no alcanzara con hacer culpables  a los docentes, ahora parece que nuestros estudiantes (niños, adolescentes y adultos) son también, en parte, responsables de esta crisis.

Pero en el caso de las escuelas, se plantea que el problema de la secundaria está en la “forma” escolar que es “inconmovible”, “excluyente”, “clasificadora” y es por eso la responsable de la repitencia y abandono de miles de adolescentes. Sin embargo, se habla de la forma y  nada se dice del contenido de la escuela secundaria propuesta por los actuales gobiernos: una escuela esencialmente vacía de contenidos, donde los gobiernos pretenden impedir la transmisión del conocimiento socialmente acumulado a través de generaciones porque eso significaría continuar la construcción de un pensamiento crítico y transformador que miles de docentes y alumnos comenzaron en décadas anteriores.
Esta escuela propuesta por los gobiernos niega la responsabilidad de los funcionarios en la crisis y pretende ocultar que los responsables de la misma son los que se presentan todos los días como los “salvadores” del país y de la provincia.

Hacen hincapié en una “cuestión cultural” que nos separa a docentes de alumnos y que es responsabilidad nuestra superar esa “distancia cultural”, además de superar el “límite a la inclusión” que supone la forma escolar centrada en las disciplinas, el gradualismo del aprendizaje, entre otros “errores” de la escuela actual.

Desde estas líneas rechazamos categóricamente estas expresiones, que desconocen el esfuerzo cotidiano de la escuela pública  en tratar de conseguir una educación que proponga la formación por sobre la mera contención que baja desde el Estado como mandato primario. No son  el gradualismo,  ni el enfoque disciplinar ni el problema vincular  las causales de la crisis educativa. Lo  son las políticas gubernamentales de administración de la miseria, de tolerancia y convivencia con el narcotráfico, de promoción de las ganancias de los poderosos antes que el bienestar de los trabajadores y los sectores populares las que provocan que nuestros alumnos no tengan perspectiva de futuro y dejen la escuela para ir a ser “soldaditos” de los narcos; son esos gobiernos los responsables de las condiciones de trabajo de los docentes, obligados a trabajar las 44 horas cátedras o el doble cargo para acceder a un ingreso que se acerque a la canasta familiar; son los gobernantes los responsables y deben hacerse cargo de su fracaso  en lugar de intentar transferir este peso a quienes somos perjudicados por las políticas que fomentan la crisis en lugar de solucionarla.

Por eso proponemos en esta jornada de Escuela Abierta poner la escuela en asamblea conjunta de docentes y alumnos. Porque es necesario seguir trabajando en la relación solidaria que construimos diariamente con nuestros alumnos y fortalecer la organización en cada establecimiento. Por eso planteamos discutir ese día en todas las escuelas de la provincia las problemáticas que nos aquejan. Las cuestiones edilicias, las problemáticas sociales y las condiciones de trabajo y aprendizaje en las escuelas son los problemas urgentes que debemos encarar entre todos, para construir una gran jornada que ponga en la calle nuestros reclamos y visibilice la crisis educativa que el gobierno pretende ocultar.

En este camino proponemos que desde  cada escuela puesta en asamblea salgan las declaraciones y documentos que desconozcan los lineamientos ministeriales. Y a partir de allí seguir construyendo nuestro reclamo a los gobiernos, un reclamo que sume voluntades en nuestra continua defensa de la escuela pública, laica y gratuita contra las políticas que pretenden profundizar su crisis.

 Secretarías de Media y Técnica
Asociación del Magisterio de la provincia de Santa Fe

AMSAFE Rosario, octubre de 2015


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