Ellida Wangel está legalmente casada con un médico mayor que ella y disfruta hace tiempo de una vida familiar como dios manda. Hasta que un buen día reaparece el tormentoso amor de su juventud, a quien juró matrimonio frente a las agitadas aguas del mar de la costa noruega antes de que se fugara por un crimen cometido accidentalmente...
La dama del mar es una obra de teatro en cinco actos del dramaturgo noruego Henrik Ibsen, que fue estrenada en Oslo en 1889. Ellída es un arquetipo femenino moderno que con el correr de los años fue interpretado, entre otras muchas encarnaciones, por la francesa Sarah Bernhardt, la italiana Eleonora Duse, la inglesa Vanessa Redgrave y la española Ángela Molina.
Una versión de la obra fue llevada al cine en 1954 por el director argentino Mario Sóffici, y en estos días puede verse -agrisada y con un sonido regular- por el canal de cable Volver. En la ocasión el papel estelar le tocó en suerte a Zully Moreno. Quizás las actuaciones parezcan hoy un tanto marcadas y excesivas, tanto como algunos subrayados de los diálogos y las imágenes continuas de las agitadas olas que le recuerdan al espectador la agitación que habitará por siempre el alma de la mujer, pero el filme bien sigue valiendo la pena.
La adaptación para el guión cinmétografico, realizada por José Ramón Luna y Rafael García Ibáñez, y la narración de Sóffici han sabido enfatizar lo esencial: a diferencia de Emma Bovary, quien fue arrastrada por el destino, Ellida Wangel elige.
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