miércoles, 26 de enero de 2022

Italia: murió un estudiante secundario en su último día de prácticas profesionales

“La buena escuela” se llama la ley mediante la cual se crea esta modalidad que prevé un recorrido de 400 horas de prácticas profesionales para jóvenes de escuelas técnicas, pero que insinúa expandirse a todas las modalidades de educación obligatoria.

En sintonía con las propuestas que desde los ‘90 se reeditan periódicamente, y que en Argentina están resurgiendo ahora mismo, sostiene que la educación obligatoria debe formar estudiantes que rápidamente se inserten al mundo de la producción. Sus objetivos declarados son: ofrecer a los jóvenes la oportunidad de crecimiento, integrar prácticamente los aprendizajes adquiridos en la escuela, apoyar la comunicación intergeneracional y ayudar a los estudiantes a definir sus orientaciones laborales.Son muchísimas las empresas que, con el pretexto de colaborar con “la buena escuela” y la formación de jóvenes, buscan mano de obra jóven, gratis y sin ningún tipo de derecho laboral ni sindical. En Italia acceden a esta modalidad estudiantes desaventajados económicamente que, terminada la secundaria, tienen posibilidades de conseguir trabajo como “tirocinante” por la mitad de un salario mínimo.

Paradójicamente esta “buena escuela” que dice querer mejorar el futuro de los jóvenes, se cobró este viernes 21 de enero una víctima fatal por la que nadie parece asumir ninguna responsabilidad.

Lorenzo Parelli se suma a una enorme lista de muertes laborales recientes en Italia, con una perversa particularidad: sus amigxs y familia tendrán que seguir escuchando que estas prácticas profesionales obligatorias se implementaron para mejorar su futuro.

Rápidamente diversos sindicatos, centros de estudiantes y partidos de izquierda propusieron nuevamente el fin de esta modalidad educativa.

El artículo completo de Lucas Biagetti puede leerse aquí.


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