domingo, 25 de febrero de 2018

"Defendamos nuestros profesorados: que se retire el proyecto de la Unicaba (Universidad de Formación Docente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires)"

El pasado 14 de febrero Ademys (Asociación de los Docentes de Enseñanza Media y Superior) participó de la reunión convocada por el Cesge, Consejo de Rectores de los Institutos de Formación Docente.

Ademys ratifica su compromiso para acompañar todas las medidas que el Cesge proponga en rechazo a la disolución de los Institutos de Formación Docente. Señalamos que el rechazo a la creación de la Unicaba es total por la comunidad educativa de los profesorados y que el gobierno hace oídos sordos a los reclamos de autoridades, docentes y estudiantes. Llamamos a convocar a medidas en conjunto tal como lo hicimos durante el fin de ciclo pasado.

Esta disolución se trata de un ataque directo a la educación pública y es parte de una reforma autoritaria y privatista que busca la intervención sobre la autonomía de los institutos actuales, el avance sobre la libertad de cátedra, el cierre de cursos y la eliminación de cargos docentes. Pero además, el control ideológico y la reorientación de los contenidos en sintonía con la reforma curricular en la Escuela Media. Detrás de la “reorganización” de la formación docente se asoma un nuevo avance privatista, que marcha en paralelo a las reformas laboral y educativa siguiendo los lineamientos del Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en educación. La reforma en terciarios es parte de una reforma más amplia, ligada a las reformas laboral, previsional y fiscal y en el plano educativo al llamado “Plan Maestro”. Busca achicar la formación pública y aumentar proporcionalmente el negocio de los particulares, avanzando en términos políticos sobre la autonomía de un sector que suele ser crítico y con instituciones que poseen cogobierno.

El modelo de reemplazo es verticalista, con plenos poderes para el ejecutivo. El gobierno busca también consolidar un perfil de docente acorde a la reforma: un docente “facilitador” o “aplicador”, el que aplique los contenidos de la llamada “Secundaria del Futuro”, una escuela degradada académicamente, con un tercio de su cursada no presencial, y promotora de la flexibilidad laboral mediante las pasantías. Abre aún más la puerta al incremento de la incidencia del sector privado en educación mediante las ONGs, fundaciones y empresas proveedoras de insumos informáticos para las “plataformas virtuales”. La Unicaba sería una universidad sin libertad de cátedra, sin autonomía real, sin garantía mínima de nivel académico. Una universidad que va a formar a los docentes en y para la precarización laboral.

Desde la docencia y el estudiantado no cabe más que el absoluto y rotundo rechazo a este intento mercantilista. Una reforma contraria a la escuela pública no admite negociación posible. Su carácter inconsulto es reflejo de su contenido regresivo: no es una cuestión, solamente, de método. La forma y contenido de la Unicaba, en este caso, son solidarios. Rechazamos el proyecto presentado por el gobierno y exigimos su retiro inmediato de la Legislatura.

Los trabajadores y trabajadoras de la educación junto con las y los estudiantes podemos frenarla ¡No a la Unicaba! ¡Defendamos nuestros profesorados!


No hay comentarios:

Publicar un comentario