La Caja de Complementación de Jubilaciones y Pensiones de la Universidad Nacional de Tucumán (CUNT) es una dependencia que maneja un fondo cuasi-previsional enorme, para el que docentes y no docentes aportamos un 2% de nuestro sueldo bruto todos los meses. Con esos fondos, le hacemos un aporte a nuestras jubiladas y jubilados, en un mecanismo de solidaridad intergeneneracional.
En la reunión del pasado 15 de noviembre se aprobaron una serie de puntos de los cuales no solo desvirtúan el espíritu que debe guiar la administración de los fondos de la CUNT, sino que también afectan directamente a nuestros jubilados, quienes son los principales destinatarios de los recursos administrados por este organismo.
Por un lado se aprobó el "Almuerzo de fin de año" con los fondos de la Caja para la propia Comisión Directiva, empledos, Gerente y "amigos del Rectorado". De la misma manera, la compra de uniformes para empleados no docentes de la CUNT y el pago del desayuno para los trabajadores de la caja.
Desde ADIUNT (Asociación de los Docentes e Investigadores de la Universidad de Tucumán) rechazamos profundamente la decisión de usar los fondos de la caja para eventos de festejos u otros destinos y damos todo el espaldo a la postura de las consejeras docentes Dra. Analía Ortigoza y Dra. Laura Tereschuk, quienes han defendido con firmeza los derechos de los jubilados y la correcta asignación de los recursos de la CUNT. Asimismo, nos sumamos a su propuesta de que los aportes provenientes de regalías del Banco Galicia sean utilizados exclusivamente en iniciativas que respondan a mejorar los porcentajes que se les otorga a los jubilados.
Finalmente, instamos a las autoridades del CUNT y a todos los consejeros a reflexionar y poder revertir decisiones.
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