sábado, 20 de febrero de 2021

Declaración de CONADU Histórica ante el debate sobre el retorno a la presencialidad en los distintos niveles educativos

Desde el inicio de la pandemia -que implicó la cuarentena y el traspaso abrupto y de emergencia a las modalidades de enseñanza virtual en todos los niveles educativos-planteamos que la prioridad era -y es- la salud de la población y en tal sentido acompañamos las medidas sanitarias que se establecieron. Ello nos convirtió (a las y los docentes de los niveles universitario y preuniversitario) en pilares del sostenimiento de la educación superior a través del vínculo remoto desde nuestros hogares con las y los estudiantes, casi sin apoyo del gobierno nacional y las autoridades universitarias.

No obstante, sostuvimos siempre que la presencialidad es el eje vertebrador de la educación, asumiendo que la virtualidad debía ser vista como una necesidad en la emergencia y de carácter transitorio, hasta tanto se dieran las condiciones sanitarias para el regreso a las actividades presenciales. Jamás sostuvimos como válida la afirmación “la virtualidad vino para quedarse”, que sin embargo ahora utiliza el CIN en su reciente declaración del pasado 9 de febrero para el ciclo lectivo 2021.

Polemizamos con quienes montándose en la emergencia plantean profundizar y estabilizar la virtualidad para facilitar los procesos de mercantilización de la educación superior.  Planteamos que la pandemia y el cuidado de la salud siguen siendo la principal emergencia popular.

Es falso el debate de presencialidad si o no. Sostenemos que la cuestión es cómo y cuándo se puede retornar a las actividades presenciales y qué es lo que hay que hacer para poder lograrlo.

La realización de actividades presenciales no debe poner en riesgo la lucha general contra la pandemia, que sigue siendo el problema central del conjunto del pueblo, ni agravar los riesgos sanitarios en estudiantes, docentes y no docentes y sus grupos familiares.

Para realizar actividades presenciales hoy es condición ineludible la aplicación y cumplimento de protocolos sanitarios que implican centralmente preservar el distanciamiento, provisión de barbijos y elementos sanitizantes y mantenimiento de la higiene y ventilación de los ambientes. Ello supone, además, inversión en obras edilicias en muchas unidades académicas lo largo y ancho del país, que obviamente no serán de inmediata concreción.

La disponibilidad de aulas o metros cuadrados cubiertos son claramente insuficientes para albergar al conjunto de estudiantes en clase preservando el distanciamiento. Estudiantes que, por otro lado, tienen procedencias geográficas alejadas de los lugares en los que se asientan los edificios universitarios. Con ello es claro que es inviable ahora el retorno a la presencialidad plena.

Esto solo será posible cuando las condiciones sanitarias lo permitan y será determinante la vacunación generalizada, que reclamamos enfáticamente para el conjunto de la docencia de las universidades nacionales con el prioritario objetivo de defender la salud y la vida de nuestros representado/as. Sostenemos también que debe incorporarse al COVID-19 como Enfermedad Profesional al Listado de Enfermedades Profesionales de la Ley de Riesgos del Trabajo Nº 24.557, al tiempo que reiteramos la demanda de fondos estatales para auxiliar a las Obras Sociales Universitarias cuya crisis se sigue profundizando sin respuestas oficiales.

Reclamamos que la definición de los protocolos debe realizarse con la participación ineludible de las organizaciones gremiales de docentes, no docentes y estudiantes. Como Federación representativa del sector, exigimos a las autoridades universitarias que toda norma a publicar al respecto debe tener la previa convocatoria y debate en las Paritarias del Nivel Particular. Debe garantizarse el respeto a las condiciones laborales de cada una de las categorías y dedicaciones docentes, el respeto pleno de nuestro Convenio Colectivo de Trabajo y proveerse el presupuesto necesario para cubrir las suplencias que se generan en el caso de desdoblamiento de actividades para preservar el distanciamiento y para cubrir las excepciones por ser parte de grupos de riesgo o acogerse a las dispensas por tareas de cuidados que deben garantizarse. Condiciones todas que deberán asegurarse en lo inmediato, en particular en los establecimientos de niveles preuniversitarios de las Universidades Nacionales, que son quienes primero inician actividades presenciales y para quienes además exigimos que de manera prioritaria se incorporen al plan nacional de vacunación.

Exigimos la disponibilidad presupuestaria necesaria para que se cumplan eficientemente los protocolos sanitarios en las actividades presenciales que puedan desarrollarse gradualmente y la provisión de recursos tecnológicos (computadoras, conectividad, paquetes de datos) a estudiantes y docentes que aún permanecerán en la modalidad virtual de una parte importante de las actividades de enseñanza. Tal como se han desplegado campañas en todo el mundo, resulta imperioso que el Estado garantice la conectividad gratuita a docentes y estudiantes y la provisión de los elementos tecnológicos a quienes no los dispongan, así como el pago de un adicional por compensación de gastos por el trabajo remoto docente.

Por otro lado, la situación de los salarios de la docencia universitaria y preuniversitaria ha tenido un grave deterioro del poder adquisitivo frente a la inflación. No se ha respetado la cláusula gatillo de la paritaria 2019, en el 2020 los salarios docentes quedaron nuevamente muy por debajo de la inflación. Es positivo el anuncio de la elevación del piso salarial sobre cual se aplica el impuesto a las ganancias, es un alivio. Reiteramos que el salario no es ganancia y por ende reclamamos la eliminación total del impuesto a las ganancias sobre los ingresos de las y los trabajadores.

Sabido es que el aumento de la inflación es uno de los principales mecanismos de transferencia de ingresos desde la población en general hacia los grupos concentrados de la economía. Reclamamos urgente convocatoria a la Mesa de Negociación Salarial para discutir una recomposición para el sector que permita recuperar la pérdida del poder adquisitivo de nuestros salarios en el año 2020 y anteriores.  La lucha en defensa de la salud y la educación pública y la defensa de los salarios y nuestros derechos laborales es la prioridad de nuestra Federación la CONADU Histórica en la presente etapa.

MESA EJECUTIVA DE CONADU HISTÓRICA, jueves 11 de febrero de 2021


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