sábado, 4 de enero de 2020

La lucha docente contra el trabajo gratuito en las universidades


Acabamos de cerrar una primera etapa de la lucha contra el trabajo gratuito en la UBA (Universidad de Buenos Aires), la más extendida desde 2007, que termina con 1300 cargos con salario para lxs docentes ad honorem en todo el país, de los cuales 875 cargos se destinaron a la UBA. Hacemos este primer balance para compartir con nuestras compañeras y compañeros, pero sobre todo para empezar a preparar la etapa que se viene.

La paritaria y la conquista de los 875 cargos en la UBA

Cuando nuestra asamblea y el congreso de Conadu Histórica resolvió votar críticamente la paritaria 2019 lo hicimos por tres razones: a) el pase de todas las sumas no remunerativas ni bonificables (imposición de la paritaria firmada por las burocracias en 2018 y rechazada por la AGD y la CONADU H) al básico, b) la inclusión de dos cláusulas gatillo (la segunda de las cuales tendremos que asegurar que se active en marzo), y c) un fondo equivalente a 1000 cargos simples sin antigüedad que terminaron siendo 875 cargos efectivos, para lxs docentes que en la UBA trabajan sin salario.

Entonces señalamos que 875 puestos  de trabajo asalariados, en un cuadro de suspensiones, despidos y congelamiento de la planta, era no sólo la conquista más importante desde 2005/7 sino que, además, abría la posibilidad de utilizar esta conquista para imponer nuestra denuncia, organizar, movilizar y poner en pie comisiones de docentes ad honorem.


Después de más de una década, logramos que el Ministerio de Educación, el Rectorado y las gestiones universitarias, responsables del trabajo gratuito y la precarización laboral de la docencia universitaria, tuvieran que reconocer la existencia de 9600 docentes que trabajan sin salario en la UBA (una cifra que la AGD calcula en muchísimo más) y que en cada Facultad, donde el tema ad honorem estaba obturado o se traducía como un pasaje normal en la formación docente, debieran admitir que se trata de un fraude laboral.

Denunciamos la responsabilidad del trabajo gratuito en la UBA tanto al Ministerio de Educación -y sus sucesivos planteles- como al Rectorado y las gestiones de todas las facultades. Tuvieron que aprender,  por la fuerza del reclamo y la movilización, a deletrear “docente ad honorem”, palabras que se negaban a pronunciar y cuya referencia concreta negaban o maquillaban como un momento de aprendizaje.

Logramos también movilizar a docentes que cargaban con varios años de antigüedad trabajando gratis y que ahora resolvían organizarse, movilizarse y luchar junto con la AGD para conquistar su derecho al salario.  En menos de un año logramos fortalecer comisiones ad honorem en algunas facultades o conformarlas en otras.

Conseguimos, finalmente, que aproximadamente 840 compañeras y compañeras sean designadxs.

Una lucha, paso a paso

1) Junto con la Conadu Histórica, fuimos los únicos que en la paritaria pusimos el tema no como “saludo a la bandera” (como había sido en actas anteriores) sino como un punto a concretar sí o sí. Y reclamamos que se incorporaran fondos especiales para asalariar a los docentes de la UBA: el equivalente a 1000 cargos sin antigüedad que, al final del proceso, serían 875 cargos con salario, antigüedad correspondiente y, cuando se haga efectivo el primer pago, con retroactividad a julio.

2) Desde entonces convocamos a decenas de reuniones abiertas de docentes ad honorem en las facultades con el objeto de conformar comisiones en cada Facultad. Se hicieron reuniones centralizadas y por unidad académica, a veces con mayor o menor participación de docentes ad honorem que se habían contactado y estaban dispuestos a dar batalla. Si bien nos falta  para sumar más compañeras y compañeros y por extender estas comisiones a todas las unidades académicas, tenemos el mejor terreno para las luchas del próximo año.

3) La campaña de empadronamiento de la AGD fue un instrumento para esta tarea de organización y movilización de las y los docentes, que lanzamos abiertamente para preparar listados de docentes ordenados por unidad académica y por antigüedad.

4) Al mismo tiempo, las comisiones directivas y la Mesa Ejecutiva reclamamos en cada Facultad la publicación del listado de sus docentes ad honorem. Un reclamo que por primera vez en veinte años, conseguimos en tres facultades donde sus gestiones difundieron listados. En algunos casos, en una de ellas especialmente, estaban completamente mal confeccionados y con información inexacta (docentes que habían dejado de ser ad honorem, etcétera).

5) La AGD y sus comisiones directivas no aceptamos la distribución federativa del Rectorado (aplicando criterios CIN) ni la conformación de un conjunto de 240 cargos que se mantenían bajo la discrecionalidad del Rectorado, por la injusticia que representaba dada la situación de las facultades. Como en 2005-2007, tuvimos el obstáculo del Rectorado y de las gestiones que buscaron controlar los listados previos y dar lugar a sus propuestas discrecionales. Con esa experiencia resolvimos, a partir de las resoluciones de las reuniones generales de docentes ad honorem y de las comisiones: a) presentar en cada unidad académica que pudiéramos el listado de empadronados por AGD para que se incorporen a los listados de la Facultad, b) frente a aquellos casos que no hubieran sido aceptados o hubieran sido vetados sin motivo justificado, presentarlos en el Rectorado para que entraran en los 240 cargos a distribuir para “casos especiales”, según la discrecional resolución del Rectorado.

6) Las listas de lxs docentes a designar por cada CD son desconocidas por la mayoría de lxs trabajadorxs y por la AGD, un ocultamiento que se presta a manejos discrecionales, cuestiones que ya hemos podido verificar allí donde obtuvimos información. Denunciamos, por lo tanto, a las patronales que primero explotan el trabajo gratuito y después no reconocen los derechos de esxs mismxs docentes intentando manipular a su arbitrio los salarios conquistados por la lucha de toda la docencia. Asimismo exigimos el inmediato pago de los salarios a los 875 puestos de trabajo con su retroactivo a julio ya que el dinero obra en la UBA desde hace casi dos meses.

7) En este cuadro, donde los listados exigidos no siempre se publican y donde los decanatos ejercen la mayor arbitrariedad, defendemos el criterio de antigüedad contra las gestiones que imponen su discrecionalidad como patronal y defendemos asimismo el derecho de las comisiones ad honorem a elevar ante las autoridades los empadronamientos públicos realizados y ordenados priorizando el criterio de mayor antigüedad, a partir del valioso trabajo de les compañeres que se empadronan, se organizan y batallan para derrotar el trabajo gratuito en nuestra universidad.

8) La lucha que dimos tuvo otras manifestaciones: más de cinco movilizaciones al Rectorado y decenas al Consejo Directivo de Sociales, por los reclamos de las y los docentes de esa Facultad, a quienes se les impuso un listado trucho armado por el Rectorado y un sector de la gestión de esa Facultad en contra del listado debatido y aprobado por una “mesa ad hoc” y por unanimidad del propio Consejo Directivo. Una lucha que sigue abierta. Y que comprometió no solo a la Comisión ad honorem y la AGD Sociales sino a toda la AGD. También desde AGD Filo logramos que el CD de la facultad resuelva elevar el listado confeccionado por AGD y la comisión Ad honorem.

En todo este proceso confrontamos con el Rectorado y las gestiones. También con las burocracias sindicales de Aduba y Feduba que estuvieron ausentes de todo el proceso.

A seguirla, con más organización y movilización

Este logro de aproximadamente 840 cargos con salario (faltan asignar los restantes y por eso también estamos reclamando) ha preparado un terreno que no teníamos hace seis meses atrás: ad honorem movilizados y algunas comisiones en funcionamiento y fortalecidas. Por eso, con este primer paso, tenemos que extender la organización, seguir empadronando a todxs y cada unx de lxs docentes ad honorem de cada unidad académica, hacer consciente de que el trabajo gratuito es una infamia y la conculcación del derecho más elemental de quien vive de su trabajo, que no es un período de formación, siendo que se trata en todos los casos de docentes graduadxs e incluso de posgraduadxs.

Nada de esto fue fácil. Denuncias, reuniones y debates con autoridades de facultades y del rectorado, movilización permanente. El 2020 será también un año de lucha por el conjunto de nuestras reivindicaciones, especialmente si se concreta el congelamiento salarial que se anuncia como parte del pacto social. El reciente intento de afectar nuestro régimen jubilatorio pone de manifiesto la necesidad de estar en estado de alerta y movilización. En este sentido, no hay tiempo que perder, por eso la CONADU Histórica llevará su pliego de reivindicaciones a las nuevas autoridades del Ministerio de Educación. Y, a partir de lo conquistado (siempre de manera parcial) por la lucha, tenemos un camino ganado para dar nuevas batallas para lograr lo que nos corresponde: terminar con el trabajo gratuito en la UBA.

Mesa ejecutiva de la AGD UBA (Asociación Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires)



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