Lo trágico se vuelve
bronca, porque la muerte de esta docente que trabajaba en la UADE y en la UBA,
expresa las terribles condiciones en las que trabajamos les docentes,
presionados por un sistema que nos impone dejar de lado nuestra salud para
cumplir con el trabajo.
Si bien es en las
instituciones privadas donde se expresan de manera más cruda e inhumana estas
presiones, el teletrabajo ha impuesto al conjunto de la docencia una sobrecarga
en la intensidad y en la cantidad de horas de trabajo. Además, en general les
trabajadores no hacemos uso de licencias por enfermedad o por cuidado de
familiares, exponiendo nuestra salud y la de nuestras familias.
En tiempos en que los
empresarios y gobiernos presionan por imponer la vuelta a clases y por
perpetuar estas condiciones de trabajo, que como trágicamente evidencia el caso
de la compañera Paola, ponen en juego nuestra vida, apremia redoblar los
esfuerzos para organizarnos en cada escuela e institución educativa para pelear
por nuestros derechos.
Desde Ademys (Asociación de los Docentes de
Enseñanza Media y Superior), enviamos nuestro abrazo a familiares y
compañeres de Paola, con nuestro compromiso de lucha contra estas formas de
precarización del trabajo y la educación.
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