jueves, 17 de febrero de 2011

Lucas Rotella, más y más gatillo fácil

Lucas Rotella, de diecinueve años, fue fusilado a itakazos por el suboficial Gonzalo Kapp. Ocurrió cuando se retiraba de la plaza ante la actitud amenazante de un grupo policial que permanentemente hostiga a los jóvenes del lugar. Kapp ya tenía antecedentes de prepotencia y abuso con arma de fuego; sufrió el “castigo” de ser trasladado a otra seccional hasta su regreso a Baradero de la mano del jefe policial, al parecer con la anuencia del intendente Aldo Carossi. El padre de Lucas Rotella sostuvo que el uiniformado detenido tenía “sed de sangre”.
Lucas no había podido terminar la secundaria porque debió salir a trabajar como peón de albañil.


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