sábado, 24 de agosto de 2024

"Nos encontramos ante un avasallamiento de la autonomía de nuestras instituciones, tanto en relación a los planes de estudio como a la evaluación del trabajo docente"

 

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, jueves 15 de agosto de 2024

A la comunidad educativa de la Manuel Belgrano:
A partir de los intercambios que venimos teniendo en nuestras instituciones por las reformas
educativas que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires impulsa en el marco del Plan
Estratégico Aprender, principalmente en relación a la modificaciones de los planes de
estudio, el avance compulsivo de la modalidad semipresencial de la enseñanza y las
titularizaciones a término, desde el claustro docente queremos compartir una serie de
preocupaciones e interrogantes.

1. La información y marcos normativos, tanto el jurisdiccional como el nacional, han
sido comunicados de forma oral. La comunicación es confusa y contradictoria, esto
genera malestar en los diferentes claustros, ya que se pone en juego planes de
estudios enteros y se plantea un recorte de hasta 1000 horas.
2. Esta situación ocasiona un panorama de incertidumbre en la docencia que, en
algunos casos, trabaja desde hace más de una década en condición de planta
interina.
3. La titularización de los cargos docentes que se propone, lejos de generar la
estabilidad laboral que venimos reclamando, profundiza la precariedad, dado que se
plantea una suerte de concurso cada 5 años, que relativiza la estabilidad en los
cargos. A pesar de que esta semana se emitió una resolución con una serie de
anexos, la misma es poco clara.
4. Esta falsa titularización a término pueda ser funcional al escenario de achique de
espacios curriculares, lo que afecta a quienes ejercemos actualmente la docencia y
a lxs graduadxs de nuestras instituciones que verán menguadas sus posibilidades
de inserción.
5. El proyecto de evaluar cada 5 años a la docencia presupone una situación de
inestabilidad y precariedad laboral, ya que se pondrá en juego nuestros cargos y
horas, además de abrir la puerta a la posibilidad de la reducción horaria y pérdida de
espacios de inserción en el mediano plazo.
6. La propuesta de dar clases por “pareja pedagógica” en respuesta al achicamiento de
materias, es arbitraria e implica también un intento de reducción y deterioro de las
condiciones laborales. Es además de dudosa implementación, ya que requeriría
compatibilidades horarias, difícilmente garantizables en un contexto como el actual,
donde la mayor parte de la docencia tiene trabajos múltiples.
7. Como parte de la reforma se quiere imponer la cursada bimodal, sin siquiera
contemplar si docentes y estudiantes contamos con los recursos que ello implica:
dispositivos electrónicos, servicios de internet, conocimiento del uso de plataformas
virtuales, espacios físicos para conectarse a las clases. Tampoco se contemplan
nuestros propios balances de lo que ha significado la experiencia de la virtualización
forzada por cuestiones sanitarias en el marco de la pandemia, ni la especificidad
propia de la enseñanza de las artes (a saber: en los casos de las materias del
campo de la formación específica la virtualidad no es una alternativa porque se
requiere de espacios, materiales y herramientas particulares que forman parte del
aula taller, además de la posibilidad de construir saberes a partir de la
experimentación y el intercambio de ideas). Reafirmamos asimismo, que
consideramos fundamental el encuentro e intercambio en el marco de la clase
presencial para la elaboración de conocimientos y la construcción del pensamiento
crítico.
8. Nos encontramos, de este modo, ante un avasallamiento de la autonomía de
nuestras instituciones, tanto en relación a los planes de estudio, como a la
evaluación del trabajo docente.
9. Consideramos que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sigue impulsando de
un modo indirecto lo que fue originalmente el proyecto UNICABA. Un proyecto
inconsulto, que propone la concentración de los 29 profesorados en una institución
para la formación docente inicial y continua. De este modo, no solo se achicarían las
horas y cargos docentes y de gestión, también se truncarían instituciones que tienen
sus propias historias, perfiles y comunidades.

Un proyecto como éste, que busca eliminar instituciones y concentrar la formación
docente, da más herramientas al Gobierno de la Ciudad para controlar los
contenidos que se dictan, estableciendo mecanismos de disciplinamiento y
avanzando contra la libertad de cátedra .
Por estas cuestiones, llamamos a la comunidad de La Belgrano a mantenerse alerta e
involucrarse en el debate. A impulsar la unidad con los otros terciarios y los demás niveles
educativos que vienen siendo afectados también por la política de ajuste.
Como lo hicimos frente a la creación del ISMA y frente al Proyecto UNICABA, defendamos
una vez más la autonomía de los profesorados, los puestos de trabajo y la educación
pública.

Docentes de la ESEA Manuel Belgrano


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