Durante todo el 2023 nos comprometimos en la lucha por nuestros derechos, los de nuestros pibes y sus familias. En cada aula, cada patio, en cada marcha. Poniendo el cuerpo en la escuela, enseñando y aprendiendo, peleando por una educación crítica, colectiva, cooperativa y científica. Denunciando que nuestros estudiantes están en la pobreza. Desde aquí, hemos redoblado nuestro compromiso en defensa de la educación pública.
Luchamos en consecuencia y por ello, en campaña, todos los partidos patronales nos han atacado. Ahora quieren ir por más. Los planes a nivel Nacional y en la Ciudad es de tener una educación cada vez más de mercado y de precarizar nuestro trabajo docente, con un aumento de la pobreza en niños, niñas y adolescentes, despidos y tarifazos.
En esta nueva etapa que se abre, creemos necesario seguir encontrándonos en cada uno de los rincones que habitamos: las calles, nuestro lugar de lucha como trabajadores; en las asambleas por distritos o en los barrios para debatir cómo actuar en este contexto político; en las aulas con valores de nuestra clase.
A los planes de ajuste y de represión que nos quieren imponer les vamos a responder con más organización.
Sigamos construyendo en cada una de nuestras escuelas diálogo, cuerpos de delegadxs, peleando contra las burocracias sindicales, haciendo reuniones con familias y alumnxs, para fomentar y fortalecer la unidad, la coordinación y la solidaridad entre trabajadores y estudiantes.
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