Fue de información
pública todo lo ocurrido con respecto a nuestra estadía de un año en las aulas
móviles ubicadas en una calle, con baños químicos, sin canillas para lavarnos
las manos, sin galería para resguardarnos ante las inclemencias climáticas,
etcétera.
También se dio a
conocer que el edificio se inauguraba luego del 11 de octubre, día en el que
entregaron las llaves del mismo. Resultó ser que la escuela todavía no estaba
habilitada para dar clases. Faltaban muchas cuestiones de seguridad (baranda
floja, baños sin terminar, pisos sin pulir, desagües pluviales, etcétera) y esa
misma noche una tormenta voló los tanques de agua. Los funcionarios se sacaron
la foto para la campaña y se fueron....la escuela recién se inauguró
(habitable) el 15 de noviembre.
Toda la comunidad
educativa estaba feliz, emocionados, sabiendo que la lucha colectiva había dado
sus frutos....
Hoy, 4 de diciembre, a
3 semanas de habernos instalado en el edificio, se cayó parte del cielorraso
hecho con Durlock. Por suerte (increíble hablar de suerte) no cayó arriba de
nadie. En ese momento se encontraban algunos alumnos y docentes preparando el
acto que daba comienzo a las 13 horas. Eran las 12:50.
8 bloques de Durlock
que podrían haber desencadenado una tragedia si ocurría 1 hora antes, ya que el
turno mañana también tuvo acto y en ese lugar habían estado sentadas madres de
nuestra escuela junto a sus hijos pequeños.
Le preguntamos a las
autoridades, ¿con qué cara se presentan a inaugurar un edificio hecho de ésta
manera? Exigimos seguridad, para enseñar y aprender. ¿O están esperando que
ocurra una tragedia? Los docentes estamos más que comprometidos con nuestra
labor cotidiana, les reclamamos a las autoridades ese mismo compromiso, que
sean competentes y que se hagan cargo de las consecuencias que puede traer la
negligencia con la que se manejan.
Docentes de la
Secundaria 14, provincia de Buenos Aires
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