(por Javier Drovetto.
La Nación, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lunes 9 de mayo de 2016)- Con
paros, movilizaciones, clases en la calle y la expectativa puesta en la
posibilidad de que el Ministerio de Educación de la Nación mejore la oferta
salarial a los docentes, las universidades públicas de todo el país comienzan
hoy la semana más convulsionada en lo que va del año. De hecho, las seis
federaciones de gremios docentes consideraron insuficiente el 31% de aumento
que ofreció el Gobierno y lanzaron una serie de medidas de fuerza que empiezan
hoy con un paro de seis días convocado por Conadu Histórica. Sin embargo, de no
mediar una propuesta superadora, confluirá el jueves próximo en un paro
conjunto y una movilización de las seis centrales sindicales, algo que no
ocurre desde 2001.
En el Ministerio
prefirieron no hacer consideraciones sobre las de protestas, pero descartaron
el hecho de poder constituir hoy una séptima reunión paritaria. Antes de sentar
a las seis federaciones (Conadu, Conadu Histórica, Fedun, Fagdut, Ctera y UDA)
deben definir en qué aspectos pueden mejorar el ofrecimiento de un 15% en mayo,
5% en octubre y 11% en diciembre. De todos modos, desde la cartera que dirige
Esteban Bullrich resaltaron que la propuesta incluye adelantar el primer
aumento a mayo cuando el acuerdo alcanzado con el gobierno anterior lo fijó en
junio, y además afirmaron que la oferta es por 10 meses, por lo que el año
próximo se reabriría la paritaria antes del comienzo de clases y no como ocurre
desde 2013, cuando para desacelerar la inflación se firmó una negociación por
16 meses.
Los referentes de las
seis federaciones se reunieron el martes pasado en la sede de Conadu y se
volverán a encontrar mañana, en principio, para ratificar un paro conjunto con
movilización al Ministerio el jueves próximo. Reclaman una recomposición
salarial acorde a la lograda por los docentes en la ciudad (35,6 por ciento),
en la provincia (34,6 por ciento) e incluso la pautada por Bullrich a nivel
nacional cuando el ministro definió que el sueldo mínimo pase de $6060 a $8500
en julio (40 %). Suman a sus reclamos las necesidades de un mayor presupuesto
para el funcionamiento de las 53 universidades públicas, jaqueadas en lo
inmediato por subas de luz y gas que alcanzan el 700 por ciento. "Va a ser
una semana muy movilizada para visibilizar el conflicto", consideró Federico
Montero, secretario de Prensa de Conadu, la central con una mayor
representatividad docente y que mañana y pasado mañana organizará clases
públicas en la calle y el jueves un paro por 48 horas.
Además de Conadu, que
ya impulsó cuatro paros en lo que va del año, otras tres federaciones
convocaron a la huelga el jueves próximo. Son Fedun, Conadu Histórica y Fagdut
(docentes de la UTN). Sergio Romero, secretario general de UDA, adelantó que de
no mediar una oferta superadora "sin dudas se llamará a un paro ese
día". La rama universitaria de Ctera, en tanto, confirmó que el jueves se
movilizará, pero aún no anunció una huelga. Ante ese escenario, los gremios,
que tienen diferencias entre sí, califican la jornada del jueves como
"histórica" y sin antecedentes desde 2001, cuando se unieron para
reclamar contra l recorte presupuestario propuesto por el entonces ministro de
Economía, Ricardo López Murphy.
Sin dudas el nivel de
conflictividad y la intensidad de los paros irá creciendo con el correr de los
días y afectará las clases de muchos de los 1.480.000 alumnos de las
universidades públicas y de los 30.000 estudiantes que asisten a escuelas que
dependen de esas casas de estudios. Hoy, el paro de Conadu Histórica, el número
15 en lo que va del año, tendría alto acatamiento en facultades como la de
Filosofía y Letras de la UBA. También en el Colegio Nacional de Buenos Aires,
donde suman 22 días de clases, 15 de paro y un día sin actividad por los cortes
producidos por la visita de Obama. "Sinceramente no tenemos expectativas
de que el ministerio nos convoque a la mesa paritaria antes del
miércoles", pronosticó Antonio Rosello, secretario adjunto de Conadu
Histórica.
Aunque nadie lo diga
abiertamente, las federaciones gremiales tienen a favor de sus reclamos cierto
silencio de los rectores. Quienes conducen las universidades no cuestionaron el
plan de lucha. Sobre el acatamiento que tienen los paros y la jornada del
jueves, el presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y rector de
la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires, Guillermo
Tamarit, señaló: "Hasta ahora el impacto de las medidas de fuerza es
difícil de medir por la diáspora de organizaciones gremiales. Pero el jueves
parece ser un día donde coinciden muchos de los reclamos y parece haber mucha
determinación. Por lo tanto no creemos que antes del jueves haya una solución.
Es muy difícil desandar el camino". Tamarit, a su vez, tiene la difícil
tarea de ser el principal interlocutor entre las universidades públicas y el ministerio
en torno a cómo se distribuirá la ayuda de $ 500 millones anunciada por
Bullrich para compensar principalmente los aumentos de tarifas, una ayuda que
varios rectores del conurbano ya consideraron insuficiente y que divide a los
rectores en torno a cómo debería realizarse esa distribución. De todos modos,
la sábana pareciera ser ciertamente corta: la Universidad de Buenos Aires ya
avisó que solo por la suba de tarifas este año necesita $ 150 millones.
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