(Por Lourdes Alfonso. Tribuna Docente, lista
Multicolor, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, viernes 30 de junio de 2017) Pese
a la suspensión de las mismas por parte del GCBA (Gobierno de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires) y el Ministerio de Educación con el argumento de la
recuperación de los días por los paros docentes, el jueves 29 se realizaron
jornadas de Educación Sexual en las escuelas porteñas con eje en la violencia
de género. Se realizaron por voluntad de la docencia, que recogió el repudio
generalizado que despertó en la comunidad educativa su suspensión.
Algunos datos que configuran la crisis
social en curso provocada por las políticas de ajuste que atacan al pueblo trabajador,
a las mujeres y a la juventud:
Las cifras del embarazo adolescente
registradas en el 2014 por UNICEF marcan que el 67,5% de los mismos son no
deseados; en nuestro país nacen unos 117.000 hijos de madres menores de 20 años
y 3.000 de madres menores de 15. Se trata de un 15% del total de nacimientos
anuales. El 17% del total de madres adolescentes que dieron a luz un hijo en
2014 tenía ya otro hijo, el 2.5% tenía al menos dos hijos, en el caso del 3% de
la madres menores de 15 años se trataba del segundo hijo.
Esto coloca en debate el flagelo de la
violencia sexual y todo tipo de abusos.
Asimismo, un informe del Centro de
Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales indicó que el
46% de los chicos de entre 0 y 17 años del país viven en la pobreza.
Es decir que estamos ante el abandono de
la infancia y la juventud, y de profundización de la miseria social que se
refuerza en los ataques a la educación pública
En este cuadro, la violencia contra las
mujeres pobres de las barriadas –de donde provienen la mayoría de nuestr@s
estudiantes–, se agudiza por ser los eslabones más delgados de la larga cadena
de pobrezas multidimensionales. En este sentido, la regimentación social que se
ejerce a través de las mujeres, niñ@s y jóvenes es un factor fundamental para
que los ataques generales pasen sin ser resistidos.
Estas cifras tienen como contrapartida el
recorte del GCBA de 67 millones en políticas de género: ha profundizado el
vaciamiento de los programas de salud sexual reproductiva, no aplica la ley
aprobada el pasado año de creación por comuna de los Centros Asistenciales para
la Mujer víctima de violencia de género (CIM), al gobierno empeñado en promover
la injerencia de la Iglesia católica y otros cultos en la Educación Pública a
través de ONGs, al tiempo que intenta colocar la objeción de conciencia en las
escuelas con el objetivo de que l@s docentes ejerzan sus credos religiosos y,
les niega a l@s estudiantes una Educación Sexual Científica y Laica.
Al tiempo que sostiene la connivencia
entre políticos, funcionarios judiciales y la policía en la desaparición de
niñas y adolescentes en manos de redes de trata sin que el Ministerio emita
siquiera un pronunciamiento, la docencia junto a l@s estudiantes y a la
comunidad, batalla en las calles por la aparición de las chicas desaparecidas,
tal como resiste a las medidas oscurantistas como los códigos de vestimenta.
Por jornadas abiertas en todas las
escuelas
En defensa de las jornadas de Educación
Sexual, éstas son una instancia que posibilita ahondar en los problemas que se
traducen en la violencia contra las mujeres.
Por caso, en la escuela media Julio
Córtazar impulsamos una mesa debate que llevó las discusiones arriba planteadas
y una perspectiva de organización y lucha por las respuestas de parte del
Estado que requiere el Ni Una Menos.
Pero también se colocó allí el programa
de la mujer docente: la inmediata reglamentación de la licencia pro violencia
de género, siendo un gremio conformado mayoritariamente por mujeres, la
ampliación de las licencias por maternidad y paternidad, la necesidad de días
de licencia por tratamiento de fertilización asistida y trámites de adopción, y
días por exámenes ginecológicos y los correspondientes a los varones.
Desde Tribuna Docente, el Plenario de
Trabajadoras y el Partido Obrero en el Frente de Izquierda hemos presentado
proyectos de ley que apuntan al reconocimiento de estas reivindicaciones.
Porque sin el reconocimiento del derecho
a una Educación Sexual Científica y Laica y de los derechos laborales no hay Ni
Una Menos, llamamos a firmar el petitorio por la inmediata reglamentación de la
licencia por violencia de género y a organizarnos de forma independiente de los
gobiernos, la Iglesia y los partidos patronales.
En defensa de los trabajadores, la infancia, la adolescencia, la juventud y las mujeres, ¡siempre!
En defensa de los trabajadores, la infancia, la adolescencia, la juventud y las mujeres, ¡siempre!
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