Grupos
de defensa de los derechos humanos están denunciando al presidente filipino, el
tan pintoresco como sanguinario Rodrigo Duterte, después de que amenazara con bombardear
escuelas indígenas.
¿Por
qué? De acuerdo con las palabras del primer mandatario en ellas les enseñan a
los chicos a ser comunistas y rebeldes opositores a su gestión.
En
un discurso pronunciado el lunes pasado, Duterte gritó: “Les digo a los lumads
[en referencia al grupo indígena del sur de Filipinas] que voy a utilizar a las
fuerzas armadas, a la Fuerza Aérea Filipina. Realmente voy a bombardearlos,
porque están realizando una tarea ilegal de formación, le están enseñando a los
niños a rebelarse contra el gobierno”.
En
respuesta inmediata a esta declaración, Human Rights Watch afirmó: “Al instar a
un ataque contra las escuelas, Duterte está ordenando a las fuerzas armadas que
cometan crímenes de guerra”.
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