Los
maestros del establecimiento número 21 de la localidad de Santa Ana, provincia
de Jujuy, cuentan que el traslado a la escuela se hace en colectivos que están
en pésimas condiciones. Dicen que cada viaje demora la increíble cantidad de
seis o siete horas; si a esa situación se suman las pésimas condiciones de los
camino, se entiende por qué todos bajan molidos de los buses y la enseñanza y
el aprendizaje se vuelven tareas imposibles.
Así,
una mañana dirigentes del sindicato y un buen grupo de docentes se arrimaron a
la sede de la Dirección General de Administración y Finanzas del Ministerio de
Educación, para entrevistarse con el responsable del área, con la finalidad de encontrarle
la vuelta a la insoportable situación. No querían recibirlos, de modo que
se cortó la calle y se prendieron fuego un par de neumáticos.
Entonces,
una cantidad desproporcionada de policías cargó contra los manifestantes con palos
y gases lacrimógenos, y apagó las gomas que se incendiaban. La represión generó
la bronca de los manifestantes, quienes reclamaron inmediatamente la presencia
del Ministro de Educación de la provincia, Rodolfo Tecchi. Con gritos opacados
por la tos una maestra preguntaba al cielo por qué el gobierno no gasta la
plata en cosas más necesarias y útiles que los venenos.
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