Los números del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) están tan alejados de la realidad que hasta el Gobierno mismo los pone en ridículo cuando intenta controlar la inflación. En su último informe, el organismo aseguró que una persona puede alimentarse con menos de $ 240 al mes. Pero si se toman los precios “congelados” que el propio gobierno acordó con las grandes cadenas de supermercados, ese costo casi se triplica.
Se trata de la Canasta Básica de Alimentos, un conjunto de productos que incluye frutas, verduras, carnes y lácteos, y que cubren las necesidades nutricionales mínimas de un hombre adulto durante un mes. En las estadísticas, las personas que no pueden adquirirlos son consideradas indigentes.
¿Cuánto valen hoy esos bienes esenciales para la supervivencia? Para el INDEC, en junio se podían comprar con $ 236,58. Sin embargo, al cotizar cada uno de los productos con las listas oficiales de 500 precios fijos, surge que esa suma no paga ni la mitad de la mercadería. Con los valores del acuerdo, el gasto para no caer en la indigencia asciende al menos a $ 656,09.
Así, la “canasta básica congelada”, pese a tener en teoría precios inmóviles desde febrero, cuesta un 177% más que la del INDEC. Y esto resulta de un cálculo muy conservador, dado que los valores se tomaron de la cadena que venía mostrando los mejores precios.
Leer completo el informe de Martín Grosz aquí.
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