(Por Horacio Duque. Bogotá, sábado 10 de
junio de 2017)- En un gran acontecimiento histórico se ha convertido la
prolongada y masiva huelga de los casi 400 mil maestros colombianos que han
paralizado actividades para exigir soluciones a las demandas incluidas en su
pliego de peticiones.
El señor Santos, dizque Nobel de Paz, y
su Ministra de Educacion, han quedado ante el país como los principales
enemigos de la educación, la ciencia y el desarrollo tecnológico.
Su respuesta ha sido la violencia del
Esmad, las retaliaciones salariales y el asesinato de varios líderes docentes.
Apoyamos la potente huelga de los
maestros colombianos.
No hay paz sin el derecho a la educación.
Un acontecimiento es histórico cuando
marca una tendencia de transformación en la sociedad y en sus diversos campos
que la integran.
La actual huelga de casi 400 mil
educadores colombianos para respaldar su pliego de peticiones de aumento de
salarios y prestaciones socio económicas; de cambios consistentes en el actual
sistema de salud de los docentes, afectado por graves casos de corrupción en el
Fondo de Prestaciones sociales del magisterio y la Fiduprevisora, por la
bochornosa y delincuencial colusión de altos burócratas del Fomag y ciertos
directivos de Fecode (incluidos ex dirigentes
como Jaime Dusan, Avellaneda y los allegados al Senador moirista J.
Robledo); y de implementación racional de la Jornada Única en concertación con
los maestros, para impedir las absurdas imposiciones de los funcionarios del
Ministerio de Educación y las respectivas secretarias departamentales y
municipales, sacude con mucha potencia el movimiento social nacional en auge
por los paros cívicos y populares de Buenaventura, el Choco, los trabajadores
estatales y otros sectores agrarios, indígenas, de cocaleros y afros.
Los maestros colombianos y sus
sindicatos están dando un ejemplo de lucha aguerrida y coherente para alcanzar
sus objetivos y vencer la indolencia, negligencia y arbitrariedad del señor
Santos, de su Ministra y del equipo educativo gubernamental, que luce toda su
mediocridad e indolencia en el manejo del justo movimiento de los docentes al
servicio del Estado.
Una verdadera vergüenza la posición del
nobel de la paz, el señor Santos, en la solución de la difícil problemática que
carcome la educación pública de millones de niños y jóvenes.
Ahí está pintado el neoliberalismo de
este personaje que dice ser el adalid de la paz.
La respuesta oficial ha sido el bolillo,
la represión y el uso generalizado de la violencia por parte del Escuadrón
antidisturbios de la policía que se ha cebado en los huelguistas.
Esta huelga de los maestros con casi un
mes de actividades nos trae a la memoria las grandiosas movilizaciones de los
años 60 cuando los maestros alcanzaron importantes conquistas en los
departamentos, obligando a Lleras Restrepo (1968) a negociar y concertar con
líderes como Adalberto Carvajal y otros.
Con la posición de Santos se está
demostrando que es un enemigo de la educación, que su famoso Plan de desarrollo
centrado en la educación es una gran farsa.
Santos es un enemigo de la educación, de
la Ciencia y el desarrollo tecnológico.
Recientemente promovió la barbaridad de
quitarle casi dos billones de pesos al Fondo de Ciencia, Tecnología e
Innovación, del Sistema General de Regalías,
para invertirlos en vías terciarias dizque para el post conflicto. Otro
gran negociado para los politiqueros santistas que se robaran tales recursos
como ha ocurrido con la mermelada puesta al servicio de gamonales y
contratistas inescrupulosos. No se le paso por la cabeza a Santos recortar los
gastos del sector de defensa, seguridad y contrainsurgencia para canalizarlos
en la paz; peor, echo mano de los presupuestos de la ciencia para agudizar
nuestro atraso y subdesarrollo.
Apoyamos la lucha de los maestros, la
aplaudimos y promovemos.
En la anterior huelga, la del 2014,
criticamos las inconsecuencias de los directivos de Fecode (Federación
Colombiana de Educadores) que terminaron entregando el pliego de peticiones por
unas migajas, como lo hizo el expresidente Luis Grubert Ibarra, una ficha
petrista inescrupulosa, que se embolsilló unos cuantos millones de las jornadas
deportivas de los maestros, para luego irse como burócrata de las federaciones
internacionales de los educadores. Una verdadera peste delincuencial, de las
tantas que pululan en las burocracias de Fecode y que serán desplazadas por los
nuevos y honestos liderazgos del magisterio como los actuales responsables de
la ADE de Bogotá y de Asoinca en el Cauca.
Bien por los educadores que no
retroceden frente a las amenazas santistas, la violencia policiaca del Esmad y
los grupos paramilitares que ya han acribillado a varios huelguistas en plena
implementación de la paz.
¡Que viva el justo paro de los
educadores colombianos!
La policía militar atacó la
concentración de los maestros en la ciudad capital
(Contagio
Radio. Bogotá, viernes 9 de junio de 2017)- Hacia las 2 de la tarde, cuando
una marcha de cerca de 20.000 maestros y maestras se dirigían hacia el
aeropuerto por la Calle 26, a la altura de la Avenida Ciudad de Cali, al
occidente de la capital, un contingente de integrantes del ESMAD arremetió
contra la movilización que se realizaba de manera pacífica, dejando como saldo
un profesor herido en una pierna por el impacto de una granada de gas
lacrimógeno y varios afectados por la inhalación de los gases.
Varios videos y fotografías circularon a
través de redes sociales en los que se da cuenta de la desmedida agresión por
parte de los efectivos de la policía contra los maestros y maestras. La
situación elevó la indignación de miles de personas, puesto que los 30 días de
paro del magisterio se han caracterizado por ser pacíficos y con un alto
contenido pedagógico.
El profesor Fernando Triana aseguró que
lo más grave de la represión es que el 70% del magisterio colombiano está
conformado por mujeres, algunas de ellas embarazadas y acompañadas por sus
hijos. Según lo que se pudo observar hasta el sitio llegaron 2 ambulancias para
evacuar los heridos. “No hemos hecho ningún acto de violencia, solo estamos
denunciando los incumplimientos del Estado”
Esta situación se presenta en medio de
la decisión de FECODE de reafirmar la movilización ante lo que ellos
consideraron “amenazas del gobierno” tras las declaraciones del presidente Juan
Manuel Santos quien resaltó que no se pagarán los días a quienes no los
trabajen. Según los profesores, la idea de reponer las jornadas nunca ha estado
en cuestión y su movilización no es solamente por las deudas salariales del
Estado.
“Estamos luchando por la dignidad de los
estudiantes. Hay aulas con más de 40 estudiantes, los refrigerios y la
alimentación no cumplen con las condiciones necesarias. Hay establecimientos
con más de 4000 estudiantes que no cuentan con servicio médico”. Además agregó
que la situación de los maestros no es diferente ya que “estoy haciendo un
doctorado y debo 45 millones, ¿de dónde los pago si no gano sino 2 millones y
medio?”.
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