Ahora
que ven a los supuestos especialistas de los noticieros televisivos arengando
contra los docentes en paro la leyenda vuelve a sus memorias. Ocurrió hace un
lustro, en el departamento de Chilecito, cuando se encendió el reguero de los
colegios tomados. Chilecito. Lo diferente esta vez fue que se trataba de padres
autoconvocados quienes tomaronlos edificios escolares en reclamos de una
aumento salarial a los docentes.
En
tanto, el ministro de Educación riojano recibía a un sector de los maestros y
prometía las soluciones que un poco más tarde llegarían con cuentagotas. Y de
paso los funcionarios preguntaban en la reunión qué hacían esos padres allí, si
la huelga era de los maestros que reclamaban por sus sueldos. “Usted déjelos”,
respondían las maestras, “que son bien solidarios y nos están dando una mano
bárbara…”
Ellos
sostienen que no hay muchos casos así ni en la historia del país ni en la del
mundo, aunque cada tanto mencionan que en Santa Cruz hay en estos momentos un
movimiento parecido.
Pero
a ellos les revienta el pecho de orgullo cuando entran al boliche o un almacén
y alguno comenta -para los que no conocen, y por eso de que la memoria es oro y
más vale no perderla- “éstos son de los padres que tomaron las escuelas”.
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