L@s docentes estamos sufriendo, al igual
que todos los trabajadores, un ajuste sobre nuestro salario con la imposición
de techos salariales que están muy lejos de las cifras de inflación creciente y
acumulada. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el gobierno convocó a dos reuniones
paritarias con ofertas irrisorias y la última convocatoria ya cumplió 100 días.
Y a nivel nacional no se han cerrado paritarias en la mayoría de las
provincias. El caso de Santa Cruz es alarmante, con una oferta de un 3% de
aumento y salarios enteros adeudados.
Ni el problema del salario docente ni el
deterioro generado por los gobiernos en la educación pública se han resuelto y
la perspectiva, una vez finalizado el proceso electoral, es de un ajuste aún
mayor. Por eso y porque hay voluntad de seguir peleando, el conflicto no está
cerrado, el gobierno lo sabe y los docentes también lo sabemos. Con sus altas y
bajas estamos protagonizando uno de los conflictos educativos más importantes
de los últimos 30 años. Las movilizaciones de los trabajadores en marzo de este
año han sido históricas, los docentes salimos a pelear por un salario digno y
en defensa de la escuela pública.
Claro que hemos acusado del golpe de ser
el gremio elegido por el gobierno para demostrar cuál iba a ser su política
salarial de este año. Pero hemos demostrado la enorme fuerza y capacidad de
movilización que tenemos y que la sociedad no va a quedarse aplaudiendo el
vaciamiento de la educación pública. Hemos recibido su apoyo en la innumerable
cantidad de actividades que realizamos. Al mismo tiempo el gobierno fracasó en
sus intentos por desprestigiar a la docencia y han sido los principales
funcionarios PRO los que han perdido popularidad durante el conflicto.
En este contexto no sólo el Gobierno
salió golpeado del conflicto sino también las burocracias sindicales como la
CGT/CTA y Ctera que no sólo en este conflicto sino hace muchos años se han
parado en la vereda de los sectores que ajustan. Permiten, mediante la
desmovilización y los acuerdos a puertas cerradas la degradación de los
salarios, los despidos y la represión. ¿Cómo se explica que no haya convocatoria
a paros generales de la CGT/CTA en un momento de fuerte ajuste y despidos
masivos? ¿Cómo se explica que CTERA no haya llamado a paro después de la
represión en Santa Cruz y esté aislando a sus docentes que a la fecha no han
iniciado las clases? ¿Cómo, que durante años la UTE no haya realizado paros por
salario y por el avance privatizador al macrismo, ni el Suteba de Roberto Baradel
a Daniel Scioli? La respuesta no se encuentra solamente en la concesión de
prebendas sino en su subordinación y pertenencia a distintos proyectos
políticos donde los trabajadores somos los que pagamos el ajuste, ya sean de
Cambiemos o del kirchnerismo.
Pero darle la espalda a los trabajadores
tiene su costo: en marzo el triunvirato de la CGT tuvo que abandonar el palco,
la huelga que protagonizaron hace un par de semanas los choferes y trolebuseras
en Córdoba enfrentando al gobierno y a la dirección nacional de UTA son sólo
algunos ejemplos. En Provincia de Buenos Aires la lista multicolor, oposición a
Baradel, retuvo seis seccionales a pesar del fraude escandaloso como el que
denunciamos en Suteba La Plata, y en Mendoza el FURS (Frente Unido por la
Recuperación del Sindicato Unificado de los Trabajadores de la Educación) ganó
seis seccionales muy importantes ý recuperó el sindicato docente a nivel
provincial.
En este marco, desde Ademys (Asociación
de los Docentes de Enseñanza Media y Superior) creemos que es mediante la
organización y la lucha que podremos enfrentar las políticas de ajuste y dar la
pelea por nuestro salario y las condiciones en que enseñamos y aprendemos. Por
eso proponemos discutir en las escuelas el no inicio después de las vacaciones
de invierno. Exigimos a las centrales nacionales que se impulse un plan de
lucha para ganar y consideramos importante convocar al sindicalismo combativo
para pensar acciones en conjunto.
Por un 40% de aumento sin cuotas ni
cifras en negro
Por la devolución de los días de paro
descontados
Por escuelas públicas en condiciones
donde los techos no se caigan y nuestros pibes no pasen frío.
En contra de las políticas de ajuste que
vienen a vaciar la educación pública como el Plan Maestro.
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