Entre
lágrimas, la directora de la Escuela Nº 65 de La Plata hizo un desesperado
pedido ante la reducción de 70 cupos en las viandas que reciben los alumnos.
“Tenemos chicos con hambre”, afirmó. Una situación similar se registra en comedores
escolares de toda la provincia de Buenos Aires.
El
pasado 13 de abril, el gobierno bonaerense anunció, con bombos y platillos, la
inversión de 1200 millones de pesos para duplicar -supuestamente- el
presupuesto destinado a comedores escolares, en momentos en que la inflación y
la recesión hacen crecer exponencialmente la demanda alimentaria de los
sectores más vulnerables.
Pasaron
casi dos meses del anuncio, y se gastaron cifras millonarias en carteles,
afiches y publicidad. Pero los cambios no llegan: el Estado bonaerense sólo
paga $12,60 por cada chico que come en las escuelas cuando en Capital Federal
se destina $40.
Ayer, jueves
9 de junio, en el canal A24 se puso al aire un informe realizado por un equipo
de periodistas del diario Hoy y la Red 92 donde se demuestra, con pruebas y
testimonios, como se está produciendo una drástica reducción de cupos no sólo
en los comedores, sino también en las viandas del Servicio Alimentario Escolar
(SAE). Esto se traduce en que la cantidad de comida no alcanza para abastecer
las necesidades de los alumnos y se tienen que reducir las porciones y la
calidad de los alimentos.
Según
los testimonios de los auxiliares de escuelas de La Plata y del Conurbano, que
tienen a su cargo el funcionamiento diario de comedores escolares, alimentos
básicos que garantizan un estándar aceptable en materia nutricional, como futas
y carne, prácticamente brillan por su ausencia en los menúes escolares.
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