(Ademys, Asociación
Docente de Enseñanza Media y Superior. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lunes 29
de febrero de 2016)- El aumento ofrecido por el GCBA (Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires) para la primera cuota para maestros de grado, sección,
directivos, etc., es de 1215 pesos para quienes tienen entre 0 y 60 % de
antigüedad y de 1.600 pesos para quienes tienen entre 70 y 120 %. Además, el
Fonaindo que paga Nación aumenta $ 400 pesos. Esto significa que el aumento
máximo que recibe un docente por día es de entre 53 pesos (si tiene menos de 12
años en la docencia) o 66 pesos, si tiene más de 12 años. En algunos cargos,
ACDM, preceptores, bedeles, celadores, maestros de ciclo, MEM, etc. el aumento
es aún menor.
El “aumento” es menor a
la inflación
La inflación septiembre
2015-enero 2016, según el IPC Ciudad que maneja el macrismo, es de 13,4 %,
mientras el porcentaje promedio de aumento hasta dos cargos (septiembre
2015-abril 2016) es de 19 %. Es decir, si la inflación de febrero y marzo es
igual a la de enero (4,1 % según el GCBA) cuando empecemos a cobrar el aumento,
nuestro sueldo será 2,4 % menor a lo que cobrábamos. Y si tenemos en cuenta que
nada hace pensar que la inflación se detenga, nuestro sueldo se irá
desvalorizando día a día. Estos datos, por ejemplo, no incluyen aún el tarifazo
de la luz, los prometidos aumentos en el resto de los servicios, la nafta, las
prepagas, un aumento del dólar que parece no tener techo y un largo etcétera.
Pero además, si
anualizamos el aumento nos encontramos con un “aumento” promedio de un 26 %,
mientras todas las consultoras, incluso las macristas estiman la inflación
entre 40 y 50 %. Por lo tanto, no sólo no se trata de un “aumento” sino que no
llega a ser siquiera “recomposición de la inflación”.
Crecientes sumas en
negro
El acuerdo que
rechazamos desde Ademys significa un aumento de las sumas en negro. Esto se
manifiesta en las dos cifras de la primera cuota (el nuevo llamado APD 2016 y
el Fonaindo). En la segunda cuota si bien se aumenta en blanco un 25 % (del
sueldo básico y el decreto 483), se suma una nueva cifra de Fonaindo y de
material didáctico, que también se paga en negro. Esto hace que un maestro de
grado que recién se inicia, cobra un 48 % de su sueldo en negro y otro con
máxima antigüedad un 20 %. Esto hace que un docente, en el mejor de los casos,
es decir con máxima antigüedad, cobre al momento de jubilarse, el 82 % del 80 %
del sueldo, es decir, cobrara un 65 % de su sueldo en actividad.
El achatamiento de la
escala salarial
Desde hace años se
viene desvalorizando la antigüedad, produciendo que la diferencia entre un
maestro que recién se inicia y uno con máxima antigüedad tengan una diferencia
actual de sólo el 30,44 % en el cargo de MGJS. Con el “aumento”, la diferencia
será de 29,74 %. Es decir, no sólo no se da respuesta a uno de los reclamos más
importantes que hicimos sino que la situación se empeora. Es tal la
desvalorización de la antigüedad y la jerarquía que el aumento es igual para un
docente sin antigüedad y para otro con 11 años o para un docente con 12 años de
antigüedad y uno de 25 años. Por otro lado, se iguala “hacia abajo”: cobra el
mismo aumento un maestro que un director; pero no se iguala hacia arriba: no
cobra el mismo aumento un preceptor que un maestro.
Continúa la “diferenciación
salarial a la baja”
Desde hace años, la
política del Ministerio de Educación fue discriminar diversos cargos hacia
abajo. De hecho, este año el acta entregada aclara que los cargos que están por
debajo en puntos índice del maestro de grado percibirán proporcionalmente menos
pero los que están por encima percibirán lo mismo. Pese al anuncio de que el
salario docente mínimo en la Ciudad es de $10.000, miles de docentes recibirán
menos.
Así, una maestra
celadora de inicial percibirá $ 8.767, un ACDM (por 24 horas) percibirá $ 7.848
(si sólo trabaja un cargo, pues si trabaja dos no cobra el doble), un maestro
de ciclo en Adultos $ 7.580, un preceptor $ 8.598, un ayudante de cátedra $ 7.538
o un ATTP $ 8.406,34, entre otros cargos discriminados.
Impuesto al salario (ganancias)
Dado el reciente
anuncio de Ganancias y el hecho de que más docentes van a pagarlo debido a la
eliminación de la exención, el “aumento” no sólo no recompone lo perdido por la
inflación sino que el salario valdrá menos.
Ver en este link
https://drive.google.com/…/0B1bpAlPm8BmmelloWE9lWEJDZ…/view… material
específico sobre la cuestión que explica cómo al no haber actualizado las
escalas y derogar el decreto que “protegía” a algunos trabajadores que no
pagaban, serán más los docentes que paguen y que, incluso, puede convenir ganar
menos para no ser alcanzado por el impuesto.
La desvalorización de
la hora cátedra
Otro problema que
recibe Horacio Rodríguez Larreta como “pesada herencia” de la gestión de Mauricio Macri, es la
desvalorización de la hora cátedra. Sin embargo, esta se acentúa ya que el
monto pagado en negro por la Ciudad (Adicional APD 2016) se calcula por 20 horas.
y no respeta la escala salarial. Un profesor curricular, de Media o Terciaria
recibirá como primera parte del “aumento” solamente $ 60,75 pesos por hora (o
sea, 1215 pesos por 20 horas hasta 40 horas) si tiene hasta 60 % de antigüedad
y $ 80 si tiene más de 70 % de antigüedad. A eso hay que sumarle 300 pesos de
Fonaindo por 15 horas (o sea, 20 pesos más por hora, hasta 30 horas).
El tercer cargo
La necesidad de
trabajar un tercer cargo obedece a la insuficiencia del salario. Sin embargo,
desde hace tiempo que se paga muy poco (o incluso si uno recién empieza en la
docencia, nada). Este “aumento”, empeora la situación: en la “primera cuota”
ambas cifras tienen tope de 30 horas (el Fonaindo) y 40 horas (el ítem
“Adicional APD 2016”). Por lo tanto el aumento a partir de la hora 30 (para
quienes cobran por hora cátedra) es menor y a partir de JC o 40 horas es nulo.
O dicho de otra forma, lo que se trabaja a partir de la hora 40 o JC, tiene $ 0
de aumento.
Congelamiento de las asignaciones
familiares
Parte del salario que
cobramos los docentes que tenemos familia está compuesto por el salario
familiar. Sin embargo estas cifras no se actualizan desde hace 3 años, lo que
implica una fuerte desvalorización si se tiene en cuenta la inflación de esos
tres años.
Cabe destacar que el
acta acordada no da respuesta a ninguno de los otros puntos que planteamos en
la Mesa (sobre los concursos docentes, estabilidad laboral, infraestructura,
construcción de escuelas, jubilaciones, salud docente, problemas de cobro, capacitación
en servicio, etc.) Sí establece el acta que se “realizarán las gestiones” para
mejorar algunas cuestiones como la estabilidad de los docentes de Media y el
cobro de los que cambian de situación por la NES, el desdoblamiento de las
supervisiones de Inicial y las licencias por violencia de género y
fertilización asistida. Todo esto en potencial. En la práctica, cientos de
docentes siguen sin cobrar las horas trabajadas desde… ¡marzo de 2015!
Desde Ademys impulsamos
asambleas en escuelas y realizamos asambleas abiertas de toda la docencia para
que se exprese el rechazo a este acuerdo que lamentablemente cuenta con la
anuencia de algunos sindicatos que por ejemplo aceptan cifras menores a la
inflación y en negro pero que le piden al Ministerio que aporten para el
sindicato, como pasa este año con los docentes de FINES y CAI (punto 14 del
acta) o como pasó el año pasado con el monto que paga la garantía mínima. Es
decir, en lugar de pelear por el blanqueo de las sumas en negro como hacemos
desde Ademys, las aceptan pero le piden que sí aporten para el sindicato.
El panorama muestra que
otra vez, los salarios van a estar por debajo de la inflación. Mientras
eliminan las retenciones al agro o la minería y realizan una megadevaluación
que beneficia a los exportadores, nos dicen que no hay plata. Es por eso que
desde Ademys llamamos a organizarnos para defender nuestro salario y los
derechos de los docentes y alumnos. Por eso daremos continuidad con distintas
medidas hasta que quienes nos gobiernan den respuesta a los problemas de las
escuelas.
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