Todo ocurrió cerca de
las 15 del martes, cuando dos operarios de la firma Mejoramientos Hospitalarios
S.A., contratada por el gobierno porteño, fueron a hacer un relevamiento por
problemas de humedad. Uno de ellos, Gerardo Rodríguez, de 20 años, les pidió a
la directora y la vice que los acompañaran al techo para ver por dónde se
filtraba el agua. Una vez arriba, se subió a una silla sobre la chapa y el
policarbonato, tras lo cual cayó desde 20 metros de altura al patio, donde
estaban los alumnos en clase de educación física.
Ambas docentes bajaron
entonces a los gritos y la profesora de gimnasia juntó a los chicos y los
apartó de la escena. El hombre quedó en el piso, ya desfigurado, hasta que
llegó el SAME, 30 minutos después. Durante la espera, la directora corrió hacia
la calle, paró a un patrullero e hizo entrar a la policía. Finalmente, cuando
llegó la ambulancia, el joven fue derivado al Hospital Durand, donde murió a
las 19.30.
“Esta escuela viene con
complicaciones. Ya hubo denuncias formales de la directora y también del gremio
y lo único que hacen es mandar a distintos personajes que vienen, sacan fotos y
hacen informes. Acá hay problemas de humedad, techos rotos y una sala de artes
plásticas y el gimnasio inhabilitados. Vienen, te arreglan la luz y te rompen
el techo y así queda. En 2009, un pibe se quedó pegado a una pared
electrificada y se salvó de milagro”, denunció la delegada gremial de UTE del
distrito, Mariana Herbstein.
Leer la crónica del diario Página 12 completa aquí.
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