El día 4 de abril se
cumplieron dos años de la trágica muerte de Nicolás Arévalo de 4 años. Desde el
primer momento los familiares denunciaron que se trató de un caso de
contaminación por productos provenientes de la tomatera vecina a la casa del
niño. Más tarde tanto la autopsia como las pericias confirmarían la versión de
la familia.
Nicholas Arévalo murió
envenenado con Endosulfan, un insecticida comúnmente utilizado en el agro
argentino y que paradójicamente se encuentra prohibido a nivel mundial por el
Convenio de Estocolmo sobre los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs),
desde el mismo mes en que falleció el niño. De todas formas y por criterio del
Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) en la Argentina
se permitió seguir utilizándolo hasta su eliminación progresiva.
El Endosulfan es un
producto organoclorado, que según la clasificación del SENASA corresponde, en
forma preponderante, a la Clase Ib -producto muy peligroso-, identificándose
con a una banda de color rojo y la leyenda de “tóxico” en blanco.
Pero más allá de este
producto, en mayo de 2012 falleció otro niño, José Carlos Rivero con un cuadro
de internación similar y por contaminación con otro agrotóxico, un
organofosforado.
Hoy a dos años de la
tragedia, lejos de olvidar las familias afectadas exigen justicia y el fin de
las fumigaciones.
Con respecto a las
responsabilidades penales se ha avanzado en las causas gracias a las abundantes
pruebas que vinculan las muertes con las fumigaciones, y por el idóneo trabajo
del Dr. Julián Segovia, quien desde la Fundación Infancia Robada (que preside
la Hermana Marta Pelloni) realiza el patrocinio legal a las familias de los
niños asesinados.
Tal es así que el ingeniero Prieto, presunto asesino de Nicolás Arévalo, se encuentra procesado por
"homicidio culposo agravado y lesiones graves". En el caso de las
lesiones se debe a la contaminación que sufriera la prima de Nicolás, Celeste
Arévalo, quien si bien sobrevivió, a dos años del hecho aún no tiene el alta
médica y continua su tratamiento ambulatorio en el Hospital Garrahan.
Desde Guardianes del
Iberá lamentamos que a pesar de las movilizaciones y reclamos públicos
realizados no se haya tomado ninguna medida desde el Gobierno Provincial para
evitar nuevos decesos y para atender a la salud de la población afectada.
Las fumigaciones
continúan y por información de los pobladores notamos que se siguen utilizando
los mismos productos en la mayoría de las producciones.
Es cierto que por
iniciativa municipal se inauguro un centro de acopio y tratado de los envases
de descarte de los productos tóxicos, pero entendemos que es la nada misma
mientras se siga fumigando con productos altamente contaminantes y
persistentes.
Por otra parte desde
Guardianes del Iberá informamos que se tomaran los días 12 de Mayo (Aniversario
del Asesinato de José Carlos Rivero) y el 19 de Agosto (Aniversario del
Nacimiento de Nicolás Arevalo) como jornadas de lucha contra las fumigaciones y
por justicia para los niños.
Además las familias
(que a su vez conforman el Grupo Ecologista "Alma Fuerte")
participarán de la movilización de apertura del Encuentro Socio-Ambiental
Nacional de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UACs) que tendrá lugar en
Corrientes Capital el 21 de Junio y del que se informarán detalles
oportunamente.
Josefina
Arévalo - Grupo Ecologista "Alma Fuerte" de Lavalle - Familiar de los
niños contaminados - Cel.: 03777 523290
Dr.
Julián Segovia - Fundación Infancia Robada - Abogado de las Familias de Lavalle
- Cel: 03777 588197
Emilio
Spataro - Organización Ecologista Guardianes del Iberá - Email: coordinador@salvemosalibera.org
- Cel.: 0379 4 223847 - www.guardianesdelibera.org
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