1. Los funestos
empresarios del estado de Guerrero y distintas organizaciones empresariales del
país, siempre que hay una huelga de profesores de cualquier nivel escolar, como
una forma de hacer propaganda contra el movimiento y de presionar contra él,
ofrecen locales para que profesores antihuelguistas acudan con sus alumnos a
dar clases. Recuerdo que en 1973 en arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM) se hizo una facultad paralela al autogobierno. En algunas
ocasiones han logrado que pequeños grupos escuchen sus lamentos propagados en
todos los medios de información, pero siempre terminan haciendo el ridículo
porque casi nadie les hace caso. Pero sí calan sus llamados mentirosos entre la
población que está acostumbrada a tragarse todo por faltarle -desafortunadamente- un poquito de capacidad crítica.
2. Hoy se publicó que
en 2013 la cifra de jóvenes no aceptados en las licenciaturas de la UNAM
alcanzó casi 92 por ciento. De los 126 mil 753 estudiantes que presentaron el
examen de selección para ingresar a alguna de las más de 100 carreras que
ofrece la casa de estudios, sólo fueron seleccionados 10 mil 916, equivalentes
a 8.6 por ciento. Así lo indican los resultados del Primer Concurso de Ingreso
a la UNAM 2013 para los sistemas de educación escolarizada, abierta y a distancia
publicados ayer. La realidad es que hubo un total de 135 mil 808 solicitantes
(para los tres sistemas), aunque sólo se presentaron a la prueba –aplicada a
principios de marzo– 126 mil 753 alumnos. Estos rechazados con mucha facilidad
podrían paralizar la UNAM.
3. Esto quiere decir
que los “ninis” (jóvenes que “ni estudian ni trabajan”) seguirán creciendo en
nuestro país porque el gobierno no crea plazas de trabajo ni amplía la
matrícula escolar. ¿Cuántos de estos jóvenes se verán obligados a engrosar el
ambulantaje, el empleo informal, tendrán que robar o asaltar por necesidad,
vender droga, contratarse con algún grupo o irse de “mojado” a los EEUU?
Rechazar al 92 por ciento de solicitantes de un lugar para estudiar y sólo
admitir al ocho por ciento, es realmente una mentada de madre, un reto para los
jóvenes mexicanos que ven reducirse sus oportunidades. Pero allí están los
colegios privados con las puertas abiertas para seguir haciendo negocios en
perjuicio de la educación pública.
4. Los estudiantes no
reprueban el examen de la UNAM, ningún examen de Ceneval preparado a propósito,
simplemente no hay lugar para ellos en la universidad; igual que los
profesores: no reprobarían el examen evaluatorio -aunque esté cargado de
trampas-, simplemente les buscan cambiar su contrato definitivo por uno
temporal en el que pierdan derechos, entre ellos, de jubilación. Ni los
estudiantes ni los profesores deben creer ni un ápice en esos exámenes y
evaluaciones porque están bien planeados y medidos para que el gobierno haga lo
que desea. ¿Acaso los exámenes de profesores en las universidades y otros
centros –con raras excepciones, no son “bola cantada”, preparados para
“retratos hablados”?
5. Los estudiantes
rechazados en la UNAM y otras instituciones (más de medio millón) y los
profesores de la CNTE deberían unir fuerzas para limpiar desde la raíz la
educación nacional. La funesta privatización de la educación es desde
preescolar hasta el posgrado universitario, es decir, en todos los niveles. La
reducción total de las matrículas contra los estudiantes es lo mismo que la
reducción de plazas de profesores mediante exámenes de evaluación. Los
estudiantes rechazados deben salir a la calle a exigir que todos los
solicitantes sean aceptados, que se abran más salones y se contraten a más
maestros; los maestros de la CNTE deben exigir que ningún estudiante esté sin
maestro y que los grupos se reduzcan a 25 alumnos por maestro.
6. ¿Qué no hay más
dinero para la educación pública y que los estudiantes deben pagar su escolaridad?
Esa es la consigna de los neoliberales privatizadores y ha formado parte de los
programas del Banco Mundial y del FMI. ¿Puede recordarse que en 1982 México
firmó con EEUU un compromiso de total reducción del gasto social (Servicios de
educación, de salud de vivienda popular) y poner en práctica un gran proceso
privatizador de empresas paraestatales? Es urgente que las organizaciones de
estudiantes rechazados discutan con la CNTE posibilidades de alianza. Quizá
convendría realizar actos masivos en la UNAM y en los estados de Guerrero,
Oaxaca y Michoacán con el fin de que esa unidad de acciones y de lucha se
empiece a dar en la práctica.
Tomado del blog
del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com
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