El
17 de abril diez personas encapuchadas que portaban palos, fierros y armas
blancas amenazaron de muerte a hombres, mujeres y niños que en ese momento se
encontraban en la ruka (casa)
comunitaria del Lof Felipin, en el territorio de la provincia de Neuquén.
El
comunicado difundido por los mapuches dice: “Queremos comunicar a la opinión
pública nacional e internacional los hechos acontecidos en el marco del
conflicto promovido por el empresario Pedro Alejandro Chaparro en contra de las
comunidades Felipin, Cayupan y Paineo. El día de ayer por la madrugada estaba
prevista la realización de una ceremonia espiritual en el territorio
comunitario, y por tal motivo numerosas familias entre las que se encontraban
niños, mujeres y autoridades político-espirituales (logko, pijankuse) se
dirigieron a participar en dicho acontecimiento, pero se encontraron con una
barricada instalada por Chaparro en el único acceso vehicular a la veranada. Quienes
intentaban pasar eran recibidas con agresiones de todo tipo y amenazas de
muerte por parte de los empleados del nombrado empresario”, y después detalla
el nivel de las agresiones sin que la policía interviniera que se sucedieron al
día siguiente.
Por
eso, cuando el estudiante da cuenta de la “campaña al desierto” y se refiere a
sus consecuencias para los pueblos originarios con tono apesadumbrado, pero
describiendo los hechos como si estuvieran situados en un pasado remoto, el
profesor tiene ganas de parar la clase y leer el recorte que guarda en el
portafolios. Después decide que no, que es mucho por un día y mejor espera a la
clase que viene.
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