El juicio por la
explosión en la Planta Piloto de la Facultad de Ingeniería de la UNRC tuvo un
giro inesperado previo a la sentencia. El Tribunal, además de fijar condenas,
resolvió anular el sobreseimiento de Javier Boretti, empleado de la
multinacional De Smet tal como lo había solicitado el fiscal Maximiliano
Hairabedián. La sentencia abre una puerta a la investigación acerca de las
responsabilidades de estas empresas en la producción del siniestro.
“Ha sido una sentencia
ejemplar. En primer lugar por las condenas que han demostrado que existe una
cadena de responsabilidades que, justamente, fueron las que se omitieron y
produjeron en alguna medida las condiciones para que ocurra el estrago, en aquella
mañana nefasta de 2007”, afirmó, el abogado Claudio Orosz, tras conocer el
fallo.
Asimismo destacó que
“culmina una etapa de impunidad” porque el dictamen abre otras instancias de
investigación. Por caso citó a “la empresa De Smet que fue la que montó la
planta piloto con toda la infraestructura”, a la Aceitera General Deheza que
trasladó el hexano y que lo colocó “de una manera casi bochornosa, clandestina”
y además porque se investigará al ex rector Oscar Spada que “ahora tendrá que
dar explicaciones ante la justicia”, señaló.
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