La Unión de los Trabajadores de la Educación (UTE-CTERA), de la ciudad
autónoma de Buenos Aires, rechaza el proyecto de ley que pretende crear un ente
autárquico de evaluación del sistema educativo presentado ayer por Mauricio
Macri.
Bajo el engañoso
argumento de mejorar la calidad educativa, el Jefe de Gobierno, pretende
aplicar en las escuelas de la Ciudad una evaluación estandarizada,
individualizante y vinculada a ránkings tal como lo planteaban las políticas
neoliberales con probadas muestras de fracaso.
Por eso quiere crear un
Instituto de Evaluación externo al proceso educativo para que las consultoras
internacionales hagan negocios con la educación de los porteños.
En lugar de invertir
ese dinero en nuevos jardines maternales y de infantes, en infraestructura
escolar, crea un ministerio paralelo que pretende poner a cargo de Silvia
Montoya.
Los docentes, lejos de
oponernos a la evaluación educativa, estamos convencidos de que evaluar es
necesario para transformar. Una educación para todos y todas, que logre ampliar
los horizontes de derechos de los sujetos y sus capacidades de intervención
plena en la vida tanto individual como colectivamente concibe a la evaluación
como parte del proceso educativo y no como una intervención externa a este.
El neoliberalismo en
educación ya fracasó, como lo demuestra la experiencia chilena. Pero Macri está
empeñado en hundirnos en ese fracaso.
Abandonando hasta la
más mínima visión de la educación como derecho social el ministro Esteban Bullrich
tuvo el desparpajo de afirmar que: “Si la escuela mejora un 10% con respecto al
año anterior podemos darle una nueva biblioteca. Si mejora un 20%, los chicos
del séptimo grado podrían viajar a Bariloche”.
El acceso a bienes culturales o a instancias de recreación son aspectos
distintos del derecho a la educación que deben ser garantizados por el Estado y
no utilizados como premios y castigos sobre la base de mediciones
descontextualizadas.
Es responsabilidad del
Ministerio de Educación asegurar las mejores condiciones para que en todas las
escuelas los docentes puedan enseñar y los alumnos puedan aprender. Además,
existe suficiente información respecto del funcionamiento del sistema educativo
y que el problema no es generar más, sino hacer algo con la información que ya
se dispone.
El pasado 13 de mayo se
realizó en el Salón Montevideo de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, una “Jornada por una evaluación participativa y democrática” de la que
participó la UTE junto a Asociaciones de padres, profesionales, estudiantes,
Institutos de Formación Docente, Legisladores de casi todos los bloques,
Universidades y otras Organizaciones sindicales, para expresar el rechazo a
este proyecto.
Por si quedaran dudas
de la filiación neoliberal de este proyecto, Macri piensa poner al frente del
Ente a su principal impulsora, Silvia Montoya. Se trata de una ex investigadora
del tanque de pensamiento neoliberal conocido como Fundación Mediterránea, ex
funcionaria del también neoliberal Juan José Llach cuando este fue Ministro de
la Alianza, integrante de los equipos técnicos de Domingo Cavallo, esta
Licenciada en Economía escribió en 1999 que el salario y la estabilidad laboral
de los docentes debían estar atados a pruebas de rendimiento. En ese mismo
libro, Educación para todos, defendió
la experiencia de las escuelas charter.
Además, el año pasado publicó un ránking
por comunas de las escuelas porteñas.
NO A LA
TERCERIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN.
EVALUAR PARA TRANSFORMAR.
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