(Caracas, viernes 7 de
junio de 2013)- La Universidad Central de Venezuela (UCV) se ha sumado a la
lista de las fuerzas vivas de este país que están protestando por el calamitoso
estado de la economía local. Este jueves una abrumadora mayoría de sus docentes
ha decidido en asamblea sumarse a una huelga general indefinida para exigir la
mejora de los precarios salarios que devenga el sector.
Ha sido un pulso largo
entre aquellos profesores que no querían sumarse a esta medida -en la que
terció incluso el líder opositor, Henrique Capriles, contrario a la medida- y
quienes presionaron para lograr la paralización. El detonante ha sido la nula atención
que ha prestado el ministro de Educación Superior, Pedro Calzadilla, a estas
demandas de incremento del presupuesto.
Las universidades
venezolanas públicas han sido un vallado muy alto para el gobierno, que no
controla ni las federaciones de centros universitarios, ni a los rectores de
las universidades autónomas públicas. Durante los últimos tres lustros han
mantenido un enfrentamiento intenso que ha terminado por ahora en un cuadro de
asfixia generalizada al sector educativo superior, que cada vez recibe menos
dinero para poder funcionar con alguna decencia.
Los que han llevado la
peor parte son los docentes. En una investigación de Humberto García Larralde,
profesor de la UCV y Miembro de Número de la Academia Nacional de Ciencias
Económicas, se constata que Venezuela ocupa del sueldo de los profesores
universitarios en una muestra de 29 países, Venezuela ocupa el número 28.
De acuerdo con el
estudio, en los países de más desarrollo educativo y tecnológico como Canadá,
Estados Unidos, Italia, Arabia Saudita, Reino Unido, Australia, Malasia,
Holanda y Alemania, el pago oscila entre 9 mil y 7 mil U$S al mes, mientras
que en Brasil, Argentina, Colombia o México, se paga entre 5 mil y 3 mil
mensuales. En Venezuela el docente universitario de más alto escalafón y
dedicación, un profesor titular que trabaje todo el día, devengaría unos 1.150 U$S al mes, pero si el cálculo se hace con el precio de la divisa
extranjera, con el cual se calculan muchos de los bienes y servicios que se
consumen en una economía de puertos como la venezolana, el monto caería hasta
unos 250 dólares (185 euros mensuales).
Es una cantidad tan
risible que los estudiantes, los más afectados con la medida, están de acuerdo
con la huelga. Juan Requesens, presidente de la Federación de Centros
Universitarios de la UCV, expresó que ha comenzado “un momento crítico” para el
sector. “Estamos viviendo las consecuencias de un gobierno ineficiente,
demagogo que asume compromisos con el movimiento estudiantil y la universidad
venezolana y no los cumple”.
El gobierno no ha
anunciado aún el incremento del salario, aunque se ha mostrado dispuesto a
hacerlo. Los docentes de la UCV han solicitado el 100 por ciento.
El paro se inicia en un
momento donde se rinden los exámenes finales y está por finalizar el semestre.
En un mes los estudiantes y profesores comenzarán su período vacacional. El
vicerrector administrativo de la UCV, Amalio Belmonte, expresó sus dudas a una
radio local sobre la eficacia de la manifestación, pero dijo entender la razón
por la cual se iba a paro.
Leer completa la
crónica de El País Internacional aquí.
Leer también: “Docentes universitarios amenazan con huelga indefinida”.
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