Al regresar el 8 de febrero a las escuelas comprobamos todo lo que ya sabíamos: no hay condiciones para una presencialidad segura. Escuelas donde no hay agua, donde no hay buena ventilación, falta de espacios, baños en pésimas condiciones, falta de suministro de agua, cero presupuesto para los insumos necesarios, ausencia de conectividad en los establecimientos y un largo etcétera.
Durante las jornadas nos han puesto a trabajar para planificar lo que no puede ser planificado. Porque no hay recursos para hacerlo. Han arrojado toda la responsabilidad a las escuelas, como siempre hacen.
El resultado será más sobrecarga trabajo, doble modalidad y todo esto a cambio de un salario miserable que cada vez más queda por debajo de la línea de pobreza.
Desde el 17 de febrero, realicemos asambleas y organicemos cada escuela para continuar la lucha. Tenemos que preparar un no inicio masivo, con acciones en la calle. Por más presupuesto para educación, por más presupuesto para salarios dignos. Por todo lo que le deben a la educación pública.
SECRETARIADO EJECUTIVO SUTE (SINDICATO UNIFICADO DE LOS TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN DE LA PROVINCIA DE MENDOZA)
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