Luego de casi 20 días
de machacar con la virtualización, en algunos casos forzosa, ha quedado en
evidencia las limitaciones enormes de esta modalidad, atento a que la mayor
parte de los estudiantes universitarios no cuenta con las condiciones
materiales para sostener este tipo de cursado. El resultado previsible es el
del aumento de la ya alarmante deserción estudiantil, como lo hemos puesto en
evidencia en la posición de nuestra federación presentada el 1 de abril.
Tampoco todos los
docentes cuentan con las condiciones vitales que les permitan sostener esta
modalidad: desde la provisión de los elementos tecnológicos, servicios de
internet, capacitación o experiencia previa, dedicaciones pertinentes para
asumir la tarea (la inmensa mayoría son docentes simples, semi o precarizados),
condiciones habitacionales, etc. Por otro lado, las licencias necesarias para
el cuidado de niños pequeños y ancianos en las condiciones de la cuarentena
general plantean el nombramiento de suplentes para todos aquellos docentes que
necesiten tomarlas, suplencias que deben ser pagas, por supuesto.
Los 20 días de
cuarentena han puesto en evidencia, también, toda la precariedad social y
sanitaria que vive nuestro país, como consecuencia de décadas de saqueo y pago
de la deuda externa. Lo sucedido con los jubilados, el viernes último, es una
señal de alerta de todas las contradicciones que estamos atravesando en este
momento, mientras un sector del empresariado presiona y actúa para levantar la
cuarentena y millones de trabajadores hacen lo que pueden para sobrevivir en
este cuadro caótico. De igual manera lo es la lucha de los trabajadores de la
salud, que están expuestos de un modo crítico en la primera línea de lucha
contra el virus y que, incluso ante amenazas de despidos, han manifestado su
descontento.
Los 20 días de
virtualización y de preparativos para la virtualización, han puesto en
evidencia, no solo las limitaciones que tiene todo este proceso, sino también
que esta virtualización forma parte de entramados tecnológicos/comunicacionales/económicos
que buscan lucrar con la emergencia educativa en la que en estos momentos están
más de 3000 millones de jóvenes en todo el mundo: desde Zoom a Microsoft, desde
Google a Facebook, el avance de estas empresas sobre la educación ha sido
sigiloso y profundo, y hasta cierto punto naturalizado por todos. Los MOOC
(Masive Open Online Course) de las Universidades “de primera línea
internacionales” deben alertarnos también sobre la siempre temida robotización
de los procesos de enseñanza aprendizaje.
Crisis
del COVID en Tucumán
Desde comienzos de
marzo, desde ADIUNT hemos venido planteando a la UNT medidas para enfrentar
esta crisis, que en el caso tucumano suma la preocupación por el Dengue. La
llegada del COVID19 a Argentina nos alertó gravemente porque sabíamos lo que
estaba viviendo Europa y había vivido Asia. El gobierno nacional, en un primer
momento, minimizó la situación e incluso llamó a mantener las clases. Luego
cambió de posición. La UNT (Universidad Nacional de Tucumán) se plegó a esta
medida aunque en un primer momento con un llamado erróneo a los docentes y
nodocentes a concurrir a sus trabajos. Desde la conducción de ADIUNT nos
opusimos y planteamos un programa de acción. Finalmente, gran parte de los
reclamos que habíamos formulado públicamente fueron tomados por la UNT entre el
lunes 16 y el martes 17, forzando la decisión de suspender toda la actividad
académica. El inicio de la cuarentena general, a fines de esa semana, dio
inicio a un nuevo capítulo.
Si bien la cuarentena
por sí misma sólo apunta a evitar el colapso del sistema sanitario, el
cumplimiento masivo de las medidas de aislamiento por parte de la mayor parte
del pueblo argentino es una señal de la enorme conciencia del peligro que
vivimos, más si tenemos en cuenta que esta cuarentena se hace a pesar de las ya
gravísimas condiciones de vida populares: casi 40% de hogares por debajo de la
línea de pobreza. Los aumentos desmedidos de precios en algunos rubros,
incluido el costo de energía, el desabastecimiento relativo en otros, los
despidos y rebajas salariales y el conjunto de las presiones empresarias para
quebrar la cuarentena en ramas no esenciales, han llevado al gobierno a
analizar la necesidad del levantamiento de la cuarentena para despúes del 13 de abril. Si bien este levantamiento que se anuncia será parcial, se darán en el
marco del pico de los contagios.
Entrevistado por La Gaceta el miércoles 1 de abril, un
integrante del comité de especialistas de consulta del presidente, el
infectólogo Omar Sued, señaló que la cuarentena debe levantarse porque la gente
se muere de hambre y que si fuéramos un país rico se podría mantener dos o tres
meses más. Esta sinceridad, sin embargo, no se corresponde con la actitud del
gobierno, que ha privilegiado el pago de la deuda externa, incluso en esta
crisis, decenas de miles de millones de pesos que podrían haber sido destinados
al sistema sanitario y la contención real del hambre.
Sued también señaló que
en el campo educativo, el levantamiento de la cuarentena llevaría más tiempo,
incluso varios meses, atento a que no se puede amontonar a los estudiantes: 20
alumnos por aula, máximo, sugirió para la próxima etapa en la que COVID19
circulará masivamente. Esto implicaría prácticamente duplicar la cantidad de
docentes y establecimientos, algo totalmente imposible en el cuadro de las
restricciones presupuestarias que impone el FMI y el pago de la deuda.
Así las cosas, la
Comisión Directiva y el Cuerpo de Delgados deben resolver la posición oficial
de nuestra asociación y adoptar las medidas pertinentes. Hemos solicitado al
CIN y a la UNT la constitución inmediata de la Comisión Paritaria, para
discutir todos estos temas y en particular, la defensa de los derechos
laborales de los docentes, que en algunos casos se están viendo afectados por
los cambios de modalidad y las presiones.
La reprogramación de
los calendarios, incluidos los exámenes que algunas facultades piensan tomar,
debe ser inscripta en una política de adecuación de los cursados presenciales
(para cuando la situación lo amerite) en las nuevas condiciones del virus. Esto
requiere un aumento extraordinario del presupuesto educativo, la designación de
nuevos docentes y la ampliación de las dedicaciones.
Planteamos la necesidad
de que el servicio de internet sea gratuito para cuestiones educativas y la
ampliación efectiva de la cobertura a todas las zonas, tanto para docentes como
para estudiantes, la provisión de elementos tecnológicos para poder aprovechar
en la etapa preparatoria, en avanzar en la elaboración de materiales y
lecturas. Todos los contenidos que sean dados de modo virtual, deben ser
recuperados posteriormente, para evitar que miles de alumnos los pierdan o que
se imponga la fragmentación de conocimientos. Pero nuestra principal
preocupación está puesta en que se tomen todas las medidas sanitarias
necesarias para impedir la propagación de los contagios y para que mejore,
sustancialmente, el sistema de salud pública de nuestro país.
En ese marco, en la
reunión del lunes también vamos a considerar la situación de ASUNT, nuestra
obra social, atento a los diversos reclamos y planteos que los afiliados nos
han acercado en el cuadro de la atención en cuarentena.
Otro tema a considerar
será la situación salarial en la que nos encontramos, atento a que aún no se ha
pagado la diferencia salarial del mes de marzo y a que los costos de vida están
subiendo exponencialmente.
Compañeras, compañeros,
estamos convocados a un debate sin precedentes y que requiere todo nuestro
compromiso y capacidad. Los invitamos a consultar y a intercambiar con los
colegas de todas nuestras escuelas y facultades, para enriquecer nuestra
posición.
Saludo fraternos,
Diego
Toscano y Nadia Plaza,
Secretario
General y Secretaria Adjunta de ADIUNT (Asociación de Docentes e Investigadores
de la Universidad Nacional de Tucumán)
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