(Prensa Latina. Lima, viernes 16 de enero de 2015)- Miles de jóvenes marcharon por cuarta vez por las calles de la capital peruana para exigir la anulación de una ley de empleo juvenil con derechos limitados, que en su tramo final registró disturbios.
El Gobierno sostiene que esa legislación promueve el empleo de jóvenes de 18 a 24 años y sin calificación y les reconoce parte de los derechos laborales, lo cual considera un avance pues actualmente no tienen ninguno.
Pero las organizaciones estudiantiles y juveniles argumentan que la ley permite que las empresas los sobreexploten y extiendan el régimen laboral a todos los trabajadores.
La movilización de hoy congregó principalmente a estudiantes y jóvenes de los barrios limeños, pero también hubo presencia de sindicatos y se desarrolló pacíficamente en la mayor parte de su trayecto, en medio de gran expectativa.
En la parte final de la marcha, los manifestantes intentaron pasar una barrera policial que les impedía llegar al parlamento, donde está pendiente un debate sobre la anulación, modificación o postergación de la ley y los uniformados solo permitieron el paso a una pequeña delegación.
El grueso de los marchistas esperaban las gestiones de sus representantes, cuando un grupo de elementos del neoliberal Partido Aprista intentaron ocupar posiciones en la vanguardia de la columna y fueron acusados de oportunistas y rechazados por los manifestantes, desatándose una gresca en la que resultaron afectados algunos policías y periodistas.
Ante el descontrol de la situación, la policía lanzó gases lacrimógenos y obligó al repliegue de los jóvenes a varias cuadras, a la plaza San Martín, donde había otro grupo concentrado.
Nuevas tensiones entre policías dieron lugar a una operación con gases lacrimógenos que prácticamente despejaron la plaza.
Un número no precisado de manifestantes y al menos un fotorreportero fueron detenidos por la policía durante los incidentes.
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