Ayer, en Mar del Plata y a la salida de un espectáculo teatral, Mirtha Legrand declaró frente a los medios su sensación sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman: "Me avisaron a la una de la mañana, me llamaron por teléfono y (en ese momento) no me dijeron que estaba muerto. Me dijeron que estaba pasando algo en el departamento del doctor Nisman, pero nunca imagine… Yo no creo en el suicidio, como ustedes imaginarán. No creo en el suicidio. Un hombre que estaba con ese optimismo, con esas ganas de ir a declarar... Espero que continúen con las acusaciones, que todo eso no desaparezca, que no se guarde, que salga a la luz".
Un poco antes otra diva, Susana Giménez, se había pronunciado en igual sentido.
Al toque, una serie de periodistas, entre ellos Jorge Rial, plantearon sus diferencias con los dichos de la conductora sobre la muerte de Nisman: "Alguien tendría que decirle que hay cosas con las que tendría que tener cierto cuidado. (...) Mirtha dice directamente que no se suicidó. No digo que no lo crea muchísima gente. Ahora, que lo diga alguien como Mirtha, debería ser un poquito más cuidadosa". Los "análisis" apuntaban a que la Legrand se había pronunciado, no muy inocentemente, en consonancia con las opiniones reinantes en el canal televisivo que la cobija, el 13, parte del grupo Clarín.
Hoy Cristina Fernández de Kirchner proclama coincidir con la eterna Mirtha: ""El suicidio (que estoy convencida) no fue suicidio", se titula la carta de la presidenta.
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