(Por Ismael Bermúdez. Clarín, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lunes 29 de diciembre de 2014)- Sobre un total de 16 millones de ocupados, la mitad gana menos de $ 5.000 por mes, trabaje en blanco o no esté registrado. En tanto, en la mitad de los hogares, el ingreso total familiar no llega a los $ 9.000 mensuales, según informó ayer el INDEC. Estos números oficiales, que corresponden al tercer trimestre de 2013, muestran no solo un bajo nivel de ingresos sino un deterioro de los segmentos de menores recursos ya que sus ingresos aumentaron por debajo de la inflación.
Según el INDEC, Instituto Nacional de Estadística y Censos, un año atrás, esa mitad -8.000.000 de personas- ganaba menos de $ 4.000 mensuales. Eso significa que sus ingresos mejoraron en forma nominal un 25%, cuando la inflación se situó entre un piso del 35% y un techo del 40%, según la mayoría de las mediciones.
De los 8 millones que ganan menos de $ 5.000, casi 5 millones perciben menos de $ 3.500. La gran mayoría son trabajadores subocupados -trabajan pocas horas aunque quieran trabajar más- y se desempeñan “en negro”. Y como pasa con otros indicadores laborales, las mujeres cargan con la peor parte: la mitad de los varones gana menos de $ 6.000 y la mitad de las mujeres, menos de $ 4.600.
Entre los hogares con ingresos también se destaca una alta proporción con ingresos más bajos aún. Por ejemplo, en el 30% de las familias, los ingresos totales no alcanzan a los $ 6.000 y también tuvieron mejoras nominales por debajo de la inflación.
A todo esto hay que sumar casi 1,2 millones desocupados sin ingresos o que reciben una mínima “prestación por desempleo”. de menos de $ 400 por mes. Estas cifras oficiales explican otro dato social crítico que la estadística oficial oculta: los altos niveles del 30% de pobreza. No por casualidad el INDEC dejó de informar sobre esos indicadores sociales claves.
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