El deterioro salarial por la inflación, que supera los 12 puntos al mes de setiembre respecto de lo pactado por Roberto Baradel -secretario general del Sindicato Unificado de los Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires, SUTEBA- comienzos de año, está en el centro de este gran paro. El otro combustible es el hachazo a los ingresos que significa el impuesto al salario. El reclamo es una suma extraordinaria que compense la caída salarial y la reapertura de las paritarias, y por el aumento del presupuesto para educación.
Pero también, lo que envuelve todo es el derrumbe sin límite de la educación pública: reducción de cupos de comedores, derrumbe de la infraestructura de las escuelas (muchas quedaron inutilizadas luego de la inundación), pauperización de las familias bonaerenses y de las condiciones educativas de sus hijos.
La negativa del gobernador Daniel Scioli a dar respuesta a los justos reclamos va agravar el conflicto hacia fin de año.
La presión crece en la medida que siete provincias ya anunciaron bonos de fin de año para la docencia.
El paro es la consecuencia de la bronca y la presión de la base docente y de los sutebas combativos ante la parálisis del Frente Gremial en la mayor parte del segundo semestre. Los sutebas multicolores han desenvuelto desde junio un plan de lucha aprobado en plenarios de delegados de escuela provinciales multitudinarios, que ya entonces reclamaban una suma extraordinaria de 2000 pesos.
Los sutebas combativos y la oposición multicolor reclaman plenario provincial de delegados y continuidad del plan de lucha, hasta obtener los reclamos.
Lista Rosa - Tribuna Docente
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