(Por
Felicitas Sánchez. La Nación, Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, miércoles 26 de marzo de 2014)- Son las 12 del
mediodía y, a pesar del paro docente, unos veinte chicos de distintas edades se
reunían ayer en la puerta de su escuela, la EGB N° 16 Hipólito Bouchard, en el
partido de Ezeiza. Esperaban que abriera el comedor del colegio.
La
naranja y el sándwich que esperaban representan la única comida fuerte del día
para muchos de los 2,3 millones de chicos que todos los días recurren a los
12.000 comedores escolares bonaerenses. Sin embargo, hoy este servicio corre
peligro, ya que una deuda millonaria con los proveedores podría poner en jaque
la continuidad de los vitales almuerzos.
Según
Héctor Acevedo, titular de la Asociación Bonaerense de Prestadores de Servicios
a Comedores Escolares (Abpsce), el gobierno de Daniel Scioli tiene una deuda
acumulada de $ 600 millones. Si bien por ahora los comedores siguen
funcionando, no saben cómo seguirán prestando el servicio una vez que se
reanuden las clases y aumente la cantidad de alumnos que comen en la escuela.
"Habían
empezado a saldar la deuda, pero a mediados de enero dejaron de pagar de nuevo.
Nos estamos quedando sin mercadería para entregar en los comedores y no podemos
reponerla. No sabemos cómo vamos a continuar", advirtió Acevedo.
Los
comedores no cierran por vacaciones ni por paro, pero cuando no hay clases
menos chicos los utilizan. De los 1000 alumnos que tiene esta escuela primaria
sólo van a comer unos 180, cuando durante el año almuerzan y meriendan unos
400.
La
situación es más preocupante en la Escuela Secundaria Básica N° 5, que queda al
lado. Magdalena Montenegro, auxiliar docente, señaló que muchas veces no les
alcanzan los cupos del comedor para la cantidad de alumnos que piden comer en
el establecimiento.
"No
alcanza la comida para todos, ni siquiera el pan nos alcanza. Nos dicen que
tenemos que repartir al azar o tratar de elegir a los más necesitados. Pero
todos los que piden están necesitados y es una situación muy fea tener que
decirles a unos que sí y a otros que no. El año pasado recibíamos 18 panes para
una clase de 30 alumnos", describió Montenegro.
"Además
nos faltan jarras y tazas para servir y ollas para cocinar. El colegio se
inunda, las clases están repletas, los baños están rotos y las estufas no
funcionan. Nos tenemos que arreglar como podemos y cada año estamos peor. No es
justo para los chicos", agregó Montenegro.
En
2013, la Abpsce acordó recibir de la administración bonaerense $ 5 por cada
almuerzo y $ 2 por la merienda o el desayuno. El contrato no se volvió a
renegociar para este año, lo que también pone en riesgo la continuidad del
servicio.
"Todos
saben cómo aumentó todo. Es muy difícil seguir entregando los mismos productos
para la misma cantidad de personas sin un aumento. Pero si no nos pagan lo
adeudado ni siquiera tiene sentido que revean los precios. Todos los días
reclamamos ante el gobierno provincial y simplemente no tenemos respuesta.
Cuando se termine lo que tenemos en depósito no vamos a poder hacer nada
más", se lamentó Acevedo.
El
ministro de Desarrollo Social bonaerense, Eduardo Aparicio, aseguró que el
cronograma de pagos continuará cuando comiencen las clases y que los almuerzos
están garantizados. Además, aseguró que la deuda es de $ 500 millones.
"Los consejos escolares tienen un fondo de $ 40 millones para pagar parte
de la deuda, y el resto se irá reforzando a lo largo del año", aseguró el
funcionario.
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