Miles de empleados
públicos griegos marcharon en Atenas y en Salónica, la segunda mayor ciudad del
país, en el marco de una huelga nacional de dos días contra los recortes
laborales planificados por el gobierno. Los colegios y los tribunales se
mantuvieron cerrados desde el miércoles 18, mientras que los hospitales funcionaron
con personal reducido y sólo para emergencias. Los trenes del país se sumaron
también a la huelga por cuatro horas, en tanto que los periodistas realizaron
un paro de tres horas, tiempo en el que no hubo en Grecia ni radio ni televisión.
De esta manera los
sindicatos resisten los esfuerzos del gobierno por reducir el empleo estatal,
en el que se desempeñan 600.000 mujeres y hombres. Los huelguistas alertan que
los recortes sólo agravarán los problemas de este país europeo, que ya lleva
seis años de recesión.
“Ha comenzado un
invierno largo y doloroso”, declaró ayer uno de los dirigentes sindicales y él
lee sus declaraciones hoy, el mismo día de la primavera, en la sala de
profesores de una universidad argentina. Mientras espera que se haga la hora
para entrar al aula piensa que las incontables veces que, allá y acá, se ha
utilizado la imagen del invierno son la mejor prueba de su ajustada eficacia
descriptiva. Una de esas metáforas que logran que el cuerpo casi empiece a temblar.
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