Desde hace años la
lucha de los maestros atraviesa distintas provincias. Los gremios docentes
vienen logrado en esta etapa un mayor protagonismo. Sin embargo, de manera
creciente, se viene dando un peligroso proceso de subordinación de los
sindicatos a distintos gobiernos provinciales. Sin duda este proceso está
enmarcado en la subordinación de la conducción de la CTERA al gobierno
nacional. Su actual conducción hace ya mucho que se ha alejado de las
bases docentes. Por ello, lejos de apoyar las luchas locales que se dan a lo
largo y ancho del país, se ha asignado la triste misión de aislarlas y dejarlas
desangrar en soledad. Así ha sucedido en varias provincias, entre ellas Santa
Cruz y Neuquén. Se trata de una decisión política que no es inocua porque puede
costar vidas como la de Carlos Fuentealba, o una dura represión como en Sta.
Cruz. La CTERA
ya no es ni una sombra de aquella que se fundó hace 40 años para unificar la
lucha de los docentes de todo el país y ser parte de un proceso de
transformación social. Ni siquiera se acerca a la que dirigió (con todas las
tensiones) el “Maestrazo” contra Alfonsín o la que instaló la Carpa Blanca contra
Menem. Pero la vitalidad al interior de los gremios docentes favorece el
desarrollo de importantes corrientes alternativas que enfrentan los procesos de
burocratización. A Baradel, a Maldonado o a Alesso no les resulta sencillo
contralar la bronca que viene por abajo.
Existen varias corrientes que piensan una práctica
sindical democrática, liberadora y combativa, muchas de ellas con importante
presencia en muchas provincias, dirigiendo varios sindicatos provinciales
(Tierra del Fuego, Santa Cruz, Neuquén) y 11 seccionales importantes del Suteba
(aunque dos triunfos no han sido aún reconocidos). Es mucho lo que resta por
avanzar y la conformación de la lista Lila-Multicolor que encabeza Daniel Huth
(Secretario General de ATEN) y que unifica a toda la oposición, es sin duda una
paso muy importante en ese camino. Desde La Fragua Docente ,
luchamos y nos organizamos por un sindicato autónomo, vivo, democrático,
participativo, que piensa y se construye desde cada colectivo en las escuelas.
Aspiramos a superar un sindicalismo que centra sus batallas casi exclusivamente
en el reclamo salarial, queremos ser sujetos que debatimos lo que enseñamos,
cómo enseñamos y para qué proyecto de país lo hacemos. Por eso necesitamos un
sindicato que luche junto a la comunidad educativa poniendo en el centro el
derecho a la educación de nuestro pueblo.
Hoy como hace 40 años, necesitamos una CTERA
basada en los principios de la democracia sindical, en la defensa de la
educación pública, popular, común, gratuita, laica y obligatoria, y
comprometida con el proceso de liberación nacional y social de nuestra patria.
Hoy más que nunca se requiere que la voz de las bases vuelva a hacerse
escuchar por una nueva dirección que recupere las mejores tradiciones
democráticas y de lucha que dieron origen a la CTERA y es por ello que llamamos este 5 de
septiembre a votar masivamente por la Lila-Multicolor.
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