Es cada día más frecuente enterarnos que una familia, un padre o madre se presentan con prepotencia, gritos, empujones y en ocasiones hasta violencia física frente a diferentes situaciones conflictivas.
En el vínculo entre alumnxs se reproduce, en muchos casos de la misma manera, siendo los golpes entre ellxs cada vez más frecuentes y ningún tipo de acompañamiento y/o intervención parece ser suficiente.
Por otro lado, asistimos a un fenómeno nuevo para las comunidades educativas: actos de agresión física a docentes por parte de alumnxs que derivan en lesiones graves y requieren asistencia médica y atención desde la ART.
Sostenemos que el camino es volver a poner la fuerza en la palabra, en el diálogo, en la posibilidad de conversar y encontrar acuerdos. En este sentido desde UTE (Unión de los Trabajadores de la Educación), pedimos al GCBA (Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) que acompañe a lxs maestros y maestras de las escuelas, que nos brinden herramientas para encontrar soluciones y que revaloricen nuestra tarea. Es el momento de redoblar los recursos concretos (materiales y humanos) dentro del sistema educativo para lograr que las escuelas vuelvan a ser espacio de aprendizaje, ternura y abordaje democráticos de las diferencias.
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